Publicidad

El futuro del país escrito en chino

Compartir esta noticia
Una de cada seis personas en el mundo habla chino mandarín. Foto: F. Ponzetto
Profesora dando clase de idioma chino, Ort, ND 20161021 foto Fernando Ponzetto
Archivo El Pais

Una de cada seis personas en el mundo habla chino mandarín, considerado “el lenguaje del futuro”. De hecho China es el segundo marcado más relevante para las exportaciones uruguayas.

Por eso en su visita oficial al “gigante asiático”, el presidente Tabaré Vázquez anunció el comienzo de un plan de aprendizaje de este idioma a través del Plan Ceibal. La noticia llega cuando Uruguay aún está a mitad de tabla en el rendimiento en exámenes internacionales de inglés, el idioma madre de los negocios, y cuando solo el 60% de los docentes de esta asignatura es egresado del IPA.

Dentro de pocos años en Uruguay decir que algo "está en chino básico" porque es difícil de entender, perderá parte de su efecto. No será tan extraño que varios de los hoy alumnos de primaria sepan algunos de los 60 significados de la expresión fonética "li" o que conozcan que una simple entonación es capaz de diferenciar "madre" de "caballo". El chino mandarín se aprenderá desde las computadoras del Plan Ceibal, como lo anunció el presidente Tabaré Vázquez en su visita oficial al gigante asiático. Para cuando el proyecto sea una realidad habrá que encontrar un nuevo idioma al que echarle la culpa ante lo que parezca inentendible.

El anuncio de Vázquez, que para algunos llega cuando las prioridades educativas deben ser otras, responde a la trillada pero jamás aplicada frase de que "el chino mandarín es el idioma del futuro". Una de cada seis personas en el mundo habla este idioma y China es el segundo destino más relevante de las exportaciones uruguayas. Sin embargo hasta el momento no hay sede de exámenes oficiales chinos en Uruguay. Recién en 2017 el instituto Confucio —la versión china de lo que el instituto Goethe es para el alemán o la Alianza Francesa para el francés— se instalará en Montevideo, en la órbita de la Facultad de Humanidades de Udelar.

María Azpiroz, coordinadora del Centro de Idiomas de Universidad ORT (donde ya se dicta el mandarín), dice que el aprendizaje del "chino oficial" es relativamente "sencillo". Hay 500 caracteres básicos y con saber 2.500 uno se convierte en un usuario competente. No hay femenino y masculino, y tampoco conjugaciones verbales. Pero más allá de la simpleza, la dificultad es "encontrar en Uruguay docentes que cumplan la doble función: saber chino y ser profesores oficiales", explica Daniel Reta, directivo del International College, un colegio que enseñará chino y que abrirá las puertas el año próximo en Punta del Este.

En Uruguay se dictan otras lenguas extranjeras a nivel masivo y en todas es difícil encontrar profesores titulados. El inglés, la única que es obligatoria en primaria y secundaria, no es la excepción. Cuatro de cada 10 docentes de esta asignatura no son egresados del IPA, y aunque en primaria se usa el sistema de maestro remoto a través de Ceibal, "no es fácil encontrar maestros especializados", señala la consejera Laura Motta, coordinadora del programa de Políticas Lingüística de ANEP.

Desde hace dos años la enseñanza de inglés está "universalizada" en primaria, al menos en los papeles. Recién para fines del año que viene se cubrirán en las escuelas urbanas los tres encuentros semanales que deben tener los alumnos de cuarto, quinto y sexto. Y en 2017 se iniciará la cobertura de los centros rurales.

Según Motta "la universalización del inglés en primaria supondrá un cambio en los contenidos que se enseñan en secundaria" y hará que "más estudiantes" puedan dar los exámenes internacionales de acreditación. Hoy son algo más de 17 mil los uruguayos que rinden las pruebas oficiales de la Universidad de Cambridge, una de las más prestigiosas y reconocida por la normativa europea. De ese total, solo 2.094 alumnos dieron los exámenes por la ANEP (financiados por el Estado) el año pasado.

La administración pública ofrece los exámenes de Cambridge gratuitos desde hace tres años. En este período se cuadriplicó la demanda, aunque sigue siendo una minoría si se lo compara con los 15 mil alumnos del ámbito privado. El Instituto Cultural Anglo y la Universidad Católica son los proveedores de estos exámenes para el mercado uruguayo. En el sector privado la demanda crece a un ritmo de entre 2% y 3% anual, lo que significa una desaceleración frente al 10% de hace una década, aclara Gerardo Valazza, director general del Anglo.

La totalidad de alumnos que rinden exámenes de inglés colocan a Uruguay como líder per cápita —un examen cada 210 habitantes. Esto no quita que el país siga estando a mitad de tabla en el rendimiento de estas pruebas. Por ejemplo en el First Certificate (FCE), un examen de nivel intermedio-avanzado, está en el puesto 54 de 104 si se tiene en cuenta la cantidad de estudiantes que pierden.

Según las metas que fijó la ANEP, para 2030 los estudiantes que finalizan secundaria en Uruguay estarán al nivel de First, uno de los exámenes más solicitados en los llamados para puestos laborales. Para 2020, dice Motta, la "idea es llegar a un escalón más abajo (PET) que ya es aceptable".

"Idioma comercial".

El esperanto fue creado en un intento infructífero de nuclear a todas las lenguas. Desde su invención en el siglo XIX se buscó que fuera el denominador común entre los hablantes, algo así como la solución al problema de la Torre de Babel, relatado siglos antes en la Biblia. Sin embargo, el inglés, fue el idioma que, sin tanta ambición, se posicionó como la lengua comercial.

Una encuesta publicada por Cambridge en setiembre revela que en los países donde el inglés no es el idioma nativo, "más de dos tercios de los empleadores dicen que esta lengua es importante para sus negocios". Y manejar esta herramienta es, en varios trabajos, un diferencial salarial.

Un uruguayo puede ganar $ 12.000 en un call center para el mercado hispano, y más del doble para el público estadounidense", ejemplifica Federico Kuzel, gerente de Capital Humano de la consultora KPMG. Independientemente del oficio, dice el consultor, el salario suele ser entre 50% y 100% mayor por tener inglés, siempre que este idioma "sea necesario para la tarea".

Exigir el dominio de idiomas cuando no se necesita suele confundir a los postulantes y futuros empleados, señala Kuzel. "La gente quiere ser valorada por lo que no se usa", explica, "o el empleador debe pagar más por lo que no se necesita".

Para la mayoría de las industrias, según el informe de Cambridge, lo más relevante es saber leer y escribir, en ese orden. La lectura es básica en las áreas comerciales, en el manejo de contratos y también en los empleos académicos. El habla se exige en los servicios, el turismo y la atención al público.

En la banca, las finanzas, el derecho y el comercio internacional es donde la exigencia idiomática es más alta. Según Cambridge, en los países no angloparlantes, de los trabajos que piden inglés el 7% necesita un nivel similar al nativo, el 49% requiere avanzado, el 33% intermedio y un 8% básico.

En Uruguay "es fácil encontrar un profesional con nivel intermedio de inglés", dice Kuzel, pero es "casi imposible hallar un auxiliar administrativo (un cargo técnico). "Es un problema ante el pedido de multinacionales y cada vez más para empresas nacionales con mirada global".

En este sentido, el país no está exento de la tendencia mundial: el 40% de las plantillas laborales suelen no tener un nivel idóneo de inglés, afirma la encuesta de la universidad británica. Es un porcentaje que, dicen los expertos, permanece "bastante" estancado porque, por un lado, cada vez hay más estudiantes de inglés y, por otro, aumenta la demanda laboral con este tipo de conocimiento.

Los otros idiomas han quedado relegados a un segundo plano. El italiano suele dictarse en liceos que mantienen la currícula de bachillerato previo a la última reforma (en Humanístico), recuerda Motta. A la vez hay seis centros públicos de enseñanza de idiomas en Montevideo, uno en cada capital departamental salvo en Rocha y Colonia (que está en otras ciudades), y en Lavalleja que no tiene.

Estos centros son para alumnos de ciclo básico y UTU, en caso excepcionales para bachillerato. Se puede aprender portugués, alemán, francés e italiano. En todo el país reúne a 7.200 alumnos y es parte de la reforma educativa de 1996. Aunque estos centros ya están cumpliendo 20 años, recién hace cinco que Uruguay "tiene una definición sobre política lingüística", asevera Motta.

Para Kuzel es "importante" esta apertura idiomática, aunque lo más relevante es afirmarse bien en un idioma y "no probar en otros". Vázquez lo entiende distinto.

El "ABC" de un proceso que pretende la apertura.

La instalación del mandarín en el Plan Ceibal es el segundo anuncio estatal sobre la enseñanza de este idioma en lo que va del año. El rector de la Udelar, Roberto Markarian, firmó en junio una serie de acuerdos con la universidad china de Qingdao . Entre los convenios se habilitó la apertura del Instituto Confucio en la Facultad de Humanidades, a partir de 2017. El desembarco de esta institución permitiría rendir los exámenes oficiales de mandarín sin necesidad de intermediar con Argentina. En otros idiomas ya existe desde hace décadas este tipo de opción. Incluso en inglés la ANEP es un centro reconocido por la Universidad de Cambridge y ofrece los exámenes gratuitos desde hace tres años. El año pasado han sido 2.094 alumnos los que aprovecharon esta oportunidad, son la ínfima parte de los que tomaron estas pruebas desde Uruguay, pero son cuatro veces más que en el comienzo de la iniciativa. A la vez, son más de 7.000 los estudiantes de enseñanza pública que acuden a centro oficiales de lenguas.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Una de cada seis personas en el mundo habla chino mandarín. Foto: F. Ponzetto

¿EL MOMENTO DE APRENDER OTRO IDIOMA?

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad