Pablo Cuevas fue el invitado del séptimo capítulo de “U ru guayo”, un ciclo de 10 capítulos con personajes deportivos que se emite a través de Directv y dijo tener muy buena relación con Roger Federer y Rafael Nadal. Además, salteño contó que “me siento un tenista completo”.

Nacido en la ciudad argentina de Concordia, Pablo Cuevas es hoy con 31 años el mejor tenista uruguayo de la historia y acerca de esa transformación, dijo que “no me vergüenza, solo que nunca tuve como objetivo ser el mejor de Uruguay. Es algo que vino y estoy contento porque no era fácil pasar a jugadores que tuvimos como Diego (Perez), Chelo (Fillipini) “Joselo” (Damiani) y algunos más. Pero conmigo estoy contento porque eso fue lo que me motivó siempre, sobre todo después de la lesión. Estoy tranquilo porque sé que cuando me retire voy a poder decir que di lo máximo que tenía y por eso peleaba, entonces ser el mejor uruguayo es consecuencia de eso que buscaba. Quiero seguir superándome y sé que tengo todavía un poco más para mejorar dentro del ranking”.

“Me considero un tenista completo. Quizás no tengo un juego muy natural para lo que es una cancha de cemento, tampoco en pasto a pesar de lo que gané el año pasado. Tengo un juego muy bueno y completo para lo que es polvo de ladrillo. Si bien mis tiros son parejos, no tengo déficit grande en ninguno de los tiros”, explicó Cuevas.

El uruguayo agregó que “En el cemento se ha hecho muy agresivo y se juega muy sobre la línea, y yo juego muy atrás. Entonces, estoy trabajando eso, en el golpe con la bola desde más atrás, para decir: tengo todos los tiros y los se usar bien en otra cancha”.

Una lesión lo dejó a Cuevas afuera de las canchas durante varios meses: “En el 2013 volví a jugar después de la lesión, en el 2014 fue el año más regular que tuve, nunca pensé fuera un año tan ganador. Jamás pensé que podía resaltar las cosas positivas e ir descartando las negativas.
En el segundo semestre de 2014 gané 6 títulos, cosa que no es común en el tenis. Y este año por momentos pude conseguir un foco de nivel muy alto de tenis, producto de ese enfoque que conseguí en 2014. Mentalmente me quedo con la segunda mitad del 2014”.

“Son dos personas absolutamente distintas. Uno de ello es talento puro, la facilidad total, entre comillas el “mínimo esfuerzo”. Todo eso basado en una clase pura. Roger puede jugar 3 horas en polvo de ladrillo y no ensuciarse las medias. Rafa sale todo lleno de polvo, hasta le gusta revolcarse, tiene una personalidad tremenda. Rafa es un ganador nato, ganaba un Gran Slam y al mediodía siguiente se tomaba un tren para prepararse en una ciudad para conseguir mejorar en pasto y competir al máximo. Tiene el máximo de concentración posible, juega contra un 100 del mundo y sale a pelotear. Federer si va a jugar contra un 100, se mira al espejo, se pone la vincha y más nada. Es como que sabe que ese partido no lo pierde ya de antemano. Por ejemplo, Rafa te ve en un vestuario y se pone a hacer rodilla al pecho a ver si puede intimidarte, Roger capaz mira para otro lado. Son distintos…”, contó Cuevas.

Por otra parte, el uruguayo explicó cómo fue una anécdota que todavía tiene muy presente: “Roger me invitó a su casa a entrenar una vez pero no fui, hace muchos años de eso, yo hablaba tres palabras en inglés y pensé que me iba a meter en un lío si iba. Igual de eso me arrepiento”.
La barrera del idioma es clave y respecto a eso, Cuevas confió que “con Rafa tengo más historias tal vez por el idioma. De todas maneras he compartido muchos entrenamientos con Roger también”.

“Es falso que nunca más voy a jugar la Davis, para este año tengo que juntarme con el capitán. Es un formato diferente, se juega una semana todos contra todos. Mi idea es que jueguen los más chicos para que se preparen. Mi objetivo siempre fue estar en el grupo mundial y para eso se necesita equipo y es momento de potenciarlos. Ellos mismos pueden pasar al Grupo 3”, dijo Cuevas, agregando que “lo que se juega en la Davis es distinto a los torneos y se sienten cosas increíbles. La realidad es que muchas veces he resignado descanso y torneos por jugar Davis, entonces esta vez preferí no hacerlo. Pero me encanta jugar y seguro voy a seguir jugando al Davis”.

Cuevas contó cómo fue esa conquista maravillosa, de las más grandes en su carrera: “Ganarle a los hermanos Bryan en ese momento fue muy fuerte, en 4tos de final. Eran casi imbatibles. De todas maneras en 1ra ronda nos tocaron Llodra y Clement que venían de ganar Australia y Lucho Horna dice: ‘uhh que duro nos tocó’ y yo medio en broma, con 24 años e inconsciente dije ‘que duro para ellos y ahí les ganamos’. Seguimos, hasta los Bryan yo era todo saque y red pero después de ahí no lo hice más y en la semi empecé a leer diarios y todo lo que íbamos generando. Ahí ganamos apretado en “semi” y dije “ta no voy a leer nada más”. Era distinto porque no había redes sociales como ahora pero dejé de leer y después en la final en menos de una hora éramos campeones. Siento que la final costó menos que el recorrido”.

“Sin dudas siento que ahora hay mucha más gente pendiente, me mandan mensajes por las redes y tengo un apoyo que no tenía años atrás y también tengo más críticas. Me gusta que me exijan porque de alguna forma te tienen confianza. Si me critican porque pierdo con un 15 del mundo es porque creen que yo podía ganarle. Lo importante es lo del exterior también, llegar a jugar y ver banderas uruguayas por todos lados es impresionante”, remarcó.

Por último, el uruguayo recordó otra anécdota: “Llegué para jugar con Roddick a Estados Unidos y estaba lleno de banderas y se sumaron los latinos y cantaban por Uruguay. Ese día fue el que sentí más apoyo jugando en el exterior y el año pasado en Roland Garros también había muchas banderas de nuestro país”.

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