COPA LIBERTADORES

"Así se construye un equipo ganador”. Ese podría ser el título de un libro que Flamengo podría publicar para enseñarle al resto del continente sudamericano cuáles fueron las pautas que fue siguiendo para alcanzar el éxito deportivo. Para tocar el cielo con las manos 38 años después y coronarse nuevamente como Rey de América.

Dicen que la historia es cíclica y que se repite, a lo mejor para muchos todo parte desde ahí y estaba marcado por una iluminación divina o mágica que nuevamente un 23 de noviembre el “Mengao” iba a tener en las manos de su capitán el trofeo más codiciado de todos: la Copa Libertadores.

No deja de ser curioso que como aquella jornada del Estadio Centenario en 1981, cuando Flamengo se impuso a Cobreloa por 2-0 y con doblete de Zico, el nuevo reinado se lograse en una ciudad diferente a la originaria de los contendientes y que otro futbolista brasileño (Gabigol) fuese el héroe por anotar dos goles.

Sin embargo, por más llamativos que resulten estas curiosidades y hasta la que tiene chance de aparecer en el futuro porque Flamengo puede llegar a ganar el Mundial de Clubes venciendo al Liverpool inglés (como lo hizo en 1981 en la disputa de la Copa Intercontinental) el éxito de este equipo está afianzado en aspectos claros: una fuerte apuesta directriz, una enorme influencia que tuvo el cambio de entrenador, una transformación del juego aceptada por el plantel y el encadenamiento de resultados positivos que potenció el espíritu de los jugadores.

Pero toda historia tiene un principio. Y Flamengo la empezó a construir en el inicio de la temporada 2018, cuando tomó la determinación de realizar los movimientos que fuesen necesarios para gestar un equipo ganador.

Repasemos los grandes hechos que terminaron forjando la alegría sin fin.

1) Inversión. En los fichajes de futbolistas que elevaran la calidad del plantel invirtió 52 millones de euros. Un total de 39 millones para la temporada 2018/2019 y 13 millones para 2019/2020.

2) Cambio de mando. Abel Braga, que había retornado al Flamengo a inicios de este año, por segunda vez, estaba cumpliendo una campaña irregular y la mala relación con la dirigencia y la torcida lo llevó a renunciar. Con Braga, por ejemplo, Giorgian De Arrascaeta era suplente.

3) El estilo de juego. La llegada del portugués Jorge Jesús transformó la idea futbolística. Se identificó con el gusto del aficionado, ponderó la posesión, trabajó sobre la perfección de los pases y las definiciones de las jugadas. Implantó un juego de mayor intensidad y de rápida recuperación del balón.

4) La experiencia. Al equipo lo terminaron defendiendo en la final siete futbolistas que compitieron en el fútbol europeo. Diego Alves, Filipe Luis, Rafinha, Gerson, Bruno Henrique, Gabigol y Pablo Marí.

5) Los resultados. Bajo el liderazgo de Jorge Jesús el “Mengao” fue encadenando una interminable cantidad de victorias. Sobre 34 partidos disputados ganó 24, empató ocho y perdió nada más que dos. Obtuvo casi el 80% de los puntos en juego. Marcó 73 goles y recibió 28: un saldo de +45. Bestial.

6) Respaldo popular. El enamoramiento con el equipo fue casi inmediato. A lo largo de este recorrido el equipo fue consiguiendo nuevas marcas de audiencia en los estadios. El propio entrenador lo reflejó al decir: “sentí que era una nación detrás de un sueño”.

7) La fuerza mental. El equipo además de convertirse en una máquina de convertir se fortaleció en el aspecto emocional. En el Brasileirao se recompuso del mal comienzo, dejó de ser un conjunto endeble defensivamente y terminó ganando con amplia ventaja.

8) Estado físico. Un aspecto crucial para imponer lo que buscaba Jorge Jesús estuvo en la preparación física. La eficacia de ello se comprueba en el hecho de que 17 de los 24 goles marcados los hizo en los segundos tiempos. Y diez de esos 17 los consiguió en los últimos 20 minutos.

9) Reflotó un goleador. Gabriel Barbosa (Gabigol) volvió de Europa porque no tuvo el nivel que prometían los 27,5 millones de euros que el Inter había pago por su ficha. Ni siquiera pudo resurgir en el Benfica. Flamengo disfruta su recuperación: 9 goles en Copa.

10) Templado para sufrir. Pudo ser eliminado por Peñarol en la fase de grupos, porque si perdía quedaba afuera, y por Emelec en octavos, pasó por la definición por penales. Además, la final la pudo ganar recién en los últimos segundos. Supo jugar bajo presión.