#OVACIONENLAFINAL
La Boca y Núñez le demuestran todo su amor a los grandes de Argentina.
En Argentina se respira fútbol y hoy Buenos Aires será la capital de este deporte, aunque ya lo es desde hace varias semanas, ni bien se supo que River Plate y Boca Juniors iban a definir nada menos que la Copa Libertadores de América.
La Boca, ese emblemático barrio que tiene la particularidad de haber visto nacer a dos de los clubes más grandes de Argentina y por qué no del mundo entero, es testigo de una historia tan rica como apasionante.
Hoy en día, el xeneize disfruta de su historia en ese barrio, de su gente y del sentido de pertenencia que hay cada vez que se nombra al Club Atlético Boca Juniors.
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Recorrer las calles ya es una clara muestra de que hay un club que predomina. El azul y el amarillo se apoderan de la visión: murales, pintadas, banderas y vecinos con camisetas o cualquier otra vestimenta alusiva al equipo fundado el 3 de abril de 1905 que hoy buscará su séptima corona en la Copa Libertadores.
u201cBoca es el barrio. Acá nos criamos, acá vivimos, acá disfrutamos. No tenemos que irnos a otro lado para saber lo que es vivir, porque acá somos felicesu201d, le contó a Ovación Lisandro, hincha de Boca que nació en el barrio y que como no podía ser de otra manera, es fanático del xeneize.
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Las angostas calles de La Boca tienen su entorno pintoresco y se lo da ese sentido de pertenencia por el club de fútbol. Nadie se pregunta qué pasaría si la institución no existiera, porque no se imaginan la vida sin esos colores. No están locos. Están enamorados.
u201cEn cada partido el barrio es una fiesta y si no hay fútbol, también lo es, porque si juega Boca, ese partido empieza en la cancha, pero no termina ahí, sigue. Sigue en la esquina con los amigos, en el bar con los muchachos tomando una birrita y en la semana, en el laburo, en la facultad. Esto es Boca y esa es nuestra forma de vivirlou201d, cuenta Alejandro, otro fanático nacido allí.
La Bombonera está situada entre las calles Brandsen, Dr. Del Valle Iberlucea, Aristóbulo del Valle y la vía. A unos 30 minutos de allí, en auto y como rumbeando hacia el norte, está el Monumental de Núñez, en un barrio que con el paso del tiempo se identificó con el Club Atlético River Plate.
u201cCada vez que juega River el barrio es una fiesta. Todos disfrutamos ese día y acá no importa si ganamos o perdemos, lo que realmente importa es alentar al equipo, apoyar al club, en las buenas y en las malasu201d, le contó a Ovación José Luis, quien a los 60 años ya peina varias canas pero que no se las sacó el fútbol porque disfruta de ir a la cancha cada vez que puede hacerlo.
Muchos bares de Núñez lucen sus atuendos demostrando una clara alusión al u201cmillonariou201d, pero lejos está esa zona de parecerse a La Boca en cuanto a pintadas en las calles y murales, por ejemplo, pero sí en un sentimiento: el amor por los colores.
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u201cEl hincha de River es pasional y no exitista. Si ganamos, bárbaro, pero si perdemos alentamos también. Olvidate. No abandonamosu201d, dijo Marcelo, fanático del u201cmillou201d que vive en Moreno pero que en cada partido va a la cancha a ver a su equipo.
El mundo del fútbol pondrá los ojos en el Monumental. La final se robará la atención. Seguramente el resultado cambie el estado de ánimo de uno y otro, pero nada va a cambiar el amor por un barrio y sobre todo, por los colores.