"Estos no son los jugadores que yo elegí”, había dicho a fines de octubre el Chino Álvaro Recoba, días después del empate de Nacional con Fénix, haciendo hincapié -y de manera muy quisquillosa para que no lo “sacaran de contexto”- en una obviedad: que él no había participado de las contrataciones de los futbolistas porque aún era el entrenador de Tercera División.

Pasada la página del Campeonato Uruguayo 2023 y con una nueva ventana de transferencias abierta, el cuerpo técnico de Nacional diagrama, ahora sí, los planes deportivos para afrontar el 2024, idealmente, con un grupo compuesto por 28 jugadores. Esa es la cifra que más convence a Recoba y a su ayudante Nelson Abeijón.

El escenario utópico no solo pasa por lo cuantitativo, sino también por algunas pretensiones que los responsables técnicos ya le comunicaron al área deportiva.

En primera línea, aparecen dos: traer a un arquero de experiencia, que compita y potencie a Ignacio Suárez- ya que Salvador Ichazo no entrará en los planes para la próxima temporada- y, en segundo orden, reforzar el lateral derecho, aunque Leandro Lozano seguirá en el equipo.

La postura de Recoba va en un camino paralelo a la visión que tuvo la dirección deportiva a comienzos de año, cuando optó por contratar a Ichazo para que ocupara el lugar de Sergio Rochet. La intención era que en un semestre, mientras lo secundaba, se prepara para heredar el puesto.

Sin embargo, visto su desempeño en los últimos meses, esa estrategia no cuajó con la mirada del cuerpo técnico actual, que ya mostró sus intenciones de buscarle una salida. Aún resta definir si será a través de un préstamo o una rescisión ya que tiene contrato hasta diciembre de 2024.

Leonardo Maine/Archivo El Pais

Similar es el caso de Lucas Morales, que llegó en enero procedente de Cerro Largo, con la expectativa de competirle de tú a tú a Lozano, quien había tenido un 2022 sin descanso, peleando el puesto con José Luis Rodríguez.

Ojota chico todavía no fue notificado, pero no continuará. ¿La prueba más clara? Las consultas por los laterales Juan Pintado, Agustín Pereira y Rafael Haller, según supo Ovación, y sus números desde la llegada del Chino: apenas 46’ contra Potencia.

Estefania Leal/Archivo El Pais

El plano de las decepciones también cae para Antonio Galeano, un futbolista paraguayo al que la gerencia deportiva de Nacional le puso el ojo a mediados de año y al que el presidente Alejandro Balbi llegó a definir como alguien “bastante similar” a Alfonso Trezza, con “alguna virtud mayor para finalizar las jugadas”.

El futbolista firmó luego de que los dirigentes recibieran el visto bueno de su compatriota Gabriel Báez, pero, a diferencia del lateral, este no generó buenas impresiones, por lo que se buscará que rescinda su contrato y su representante Julián Giménez salga en busca de nuevos horizontes.

En su lugar, manejarán como alternativas a los juveniles Facundo De León, Renzo Sánchez y Luciano Inverso.

De los surgidos en la cantera también aparece la interrogante de Manuel Monzeglio, quien todavía desconoce qué será de su futuro en 2024. Tiene expectativas de seguir, ya que a mitad de año rechazó una posibilidad de salida para ganarse un lugar, pero aún no fue comunicado.

Por último, está Bruno Damiani, que no será tenido en cuenta en Primera y al que se le buscaría una cesión.

Foto: Leo Mainé.

El futuro del mediocampista aún es incierto. Si bien Nacional trabaja para que renueve por un año más su préstamo desde Cerrito, su entorno ve con buenos ojos una salida.

Según supo Ovación, se enfrió la negociación con Santos Laguna y está en la puja Gimnasia de La Plata.