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El adiós de Ecclestone

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Recuerdo. Nando Parrado y Bernie Ecclestone caminando hacia los boxes en Bahrein.

El exitoso empresario británico se aleja de la Fórmula Uno.

Perfectamente puedo hablar de Bernie Ecclestone como mi amigo, pues desde 1973 hemos cultivado una larga y profunda amistad, regada de anécdotas y buenos momentos. Tanto yo como mi familia, hemos disfrutado enormemente de la pasión por los autos de carrera, de la mano de Bernie. Hoy, luego de que Liberty Media comprara la Fórmula Uno, pasa lo de siempre: los nuevos dueños colocan a sus gerentes en las posiciones claves de la empresa que compran y hoy en la Fórmula Uno, ya no hay lugar para Bernie. Lo llamé hace unos días y fiel a su gran humor y forma directa de ser me dijo: “Estoy buscando trabajo, si sabes de algo avísame”.

Hoy la Fórmula Uno es lo que es, gracias al liderazgo, que Bernie ha mantenido a lo largo de varias décadas. Por mucho tiempo él ha sido acusado de los problemas, pero sin él, tal vez la máxima categoría ya no existiera. Es cierto que ha manejado todo con mano de hierro y se ha hecho multimillonario, pero todo hacedor, siempre tiene contras en el periodismo y en el propio negocio. En la era del “Max & Bernie Show”, se acusaba indistintamente a la FOM o a la FIA, pero desde la partida de Max Mosley de la FIA, Bernie ha sido el único “responsable” de todo. Una diferencia que veremos en la era post Ecclestone, es que los equipos ya no podrán decir que todo problema en la categoría, es causado por Bernie. En algún punto, los equipos van a tener que reconocer que ellos han sido la fuente de obstrucción y van a tener que priorizar las necesidades a largo plazo del deporte, sobre sus intereses individuales a corto plazo.

Pero no voy a escribir sobre lo que fue y lo que será sin Bernie, sino de los buenos momentos pasados con y gracias a él. Me vienen a la mente tantas experiencias al principio, con el equipo Brabham, que acababa de comprar. Nos conocimos en el GP de Argentina de 1973 y ya ese año viajé a Europa y en Inglaterra, me quedé a dormir en su casa. Me dijo que si necesitaba un auto, que bajara al garage y tomara cualquiera, menos el Porsche Turbo, pues era su auto diario. Entre muchos autos exóticos, me llamo al atención un Iso Rivolta y fue el auto que elegí para moverme por Londres. Quien me viera, del “fusquita” con ruedas anchas y escape, al Iso Rivolta. Para mí era un sueño. De la mano de Bernie me uní al equipo Brabham, sin ninguna tarea específica, pero viajábamos por Europa a los grandes premios de Francia, Italia, Alemania, Holanda, etc., en una van con Gordon Murray y Herbie Blash. Para quienes conocen la Fórmula Uno, estos dos nombres hoy son leyenda.

La tarea más importante que yo tenía, era ayudar a armar los boxes al costado del camión y tener los Brabham BT44 limpios. Sin embargo, estando en Montecarlo para el Gran Premio, tuve una tarea difícil de olvidar y absolutamente fantástica. Como los boxes estaban muy lejos de los garages, para llegar a ellos había que traer los autos circulando por la pista. Bernie, me dijo que si me animaba, yo llevaría y traería el auto del Lole desde los garages todos los días. Fue un sueño circular por este circuito tan famoso, tan lleno de historias, conduciendo un Fórmula Uno. Por supuesto que ni se me ocurría acelerarlo demasiado y simplemente circulaba a marcha absolutamente lenta para este tipo de autos. Ademas había autos de otros equipos siendo llevados también. Pero bueno, una aceleradita para que el Cosworth retumbara en el famoso túnel monegasco, le di.

Bernie siempre me decía: “Si necesitas algo, grítame”(If you need anything, shout to me). Nunca le pedí más que pases para los grandes premios y pases para el auto. En ciertas ocasiones él tenía el parking número 1 y yo el 2. Siempre tuve acceso libre a su motorhome o al lugar vip de su oficina en los circuitos y muchas veces almorzamos juntos. Creo que le gustaba separarse a veces de la presión del negocio de la Fórmula Uno y charlábamos normalmente. Me asombraba que a veces me preguntara, que haría yo para cambiar cosas en la categoría, seguramente para ver el punto de vista de un fanático.

Con mi familia hemos almorzado con él en pleno Gran Premio de España y hemos visto carreras desde su oficina, con la mejor vista del circuito.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Recuerdo. Nando Parrado y Bernie Ecclestone caminando hacia los boxes en Bahrein.

AUTOMOVILISMONANDO PARRADO

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