Todos los aficionados que siguen regularmente la actividad de la Fórmula Uno saben que los pilotos más extrovertidos en esta era de la categoría, son Kimi Raikkonen y Fernando Alonso.
Al menos, en la forma en que se expresan sobre sus performances y sus autos.
Escuchar y ver los reportajes después de las carreras, es más aburrido que leer el diario oficial.
Escuchar los epítetos vertidos por Alonso, sobre la performance de su motor Honda y oídos también por toda la teleaudiencia global de la Fórmula Uno, ha sido de lo más entretenido del 2015.
Tanto Alonso como Ayrton Senna, han sido guerreros de la conducción y con una entrega que ha dejado su marca en el deporte.
Me hubiera encantado escuchar los comentarios de Senna a sus ingenieros, si hubiera sido sobrepasado por los Sauber con 40 o 50 kilómetros más de velocidad en las rectas.
Esos comentarios, hubieran sido esculpidos a laser en metal y guardados como esculturas ejemplares del deporte.
Aunque hayan empezado la temporada con poco optimismo, Alonso y Button la pasaron mucho peor de lo que esperaban.
En este 2015, dos campeones mundiales como Alonso y Button, han sido desperdiciados y han pasado desapercibidos.
No me parece que Jenson Button esté muy inspirado para el próximo certamen y creo que en 2016, su lugar tendría que haber sido ocupado por Kevin Magnussen.
Mi Opinión - FERNANDO PARRADO