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Noche buena de año bueno

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Hoy de noche celebramos la Navidad y nos acercamos al cierre de un año positivo para los uruguayos. Ante la contraposición de relatos sobre la realidad, alcanza con poner datos sobre la mesa para apreciar efectivamente dónde estamos parados. Uruguay ha logrado mejorar sus indicadores en varios frentes, particularmente, aquellos que hacen a la calidad de vida que se siente en el día a día, y eso se siente en las calles.

Resulta curioso que hoy varios economistas militantes frentistas, quienes nunca expresaron la menor preocupación por el déficit fiscal cuando aumentaba año a año y la trayectoria de la deuda pública era insostenible, hoy estén preocupados por el resultado fiscal. Lo cierto es que este año el déficit se ha incrementado por la pérdida de recaudación, como consecuencia de la sequía y del traslado de consumo a Argentina, como consecuencia de la brecha cambiaria. También es cierto que están haciendo trampa por aquello que decía el Cr. Damiani de que los números no mienten, los que mienten son los que hacen los números. Al compararse años cerrados contra años móviles, se está falseando la comparación. La correcta va a ser comparar diciembre de 2023 contra diciembre de 2019 y allí veremos, sin dudas, que el resultado del gobierno actual es sensiblemente mejor, pese a la pandemia, la sequía, la guerra en Ucrania y el palo en la rueda.

Además, podemos ver resultados concretos de la nueva regla fiscal instrumentada por el actual gobierno con rango legal en la LUC y respaldada por la ciudadanía en las urnas en ocasión del referéndum. Van tres años de cumplimiento total, lo que redunda en que el riesgo país de Uruguay sea el menor de América Latina y el más bajo de su historia. Esto no es una preocupación abstrusa de economistas, se traslada en la llegada de inversiones que generan trabajo y en menor pago de intereses de deuda, que deja libres recursos que se vuelcan a fines prioritarios.

En términos de la economía real, mientras que en el gobierno anterior en cada año se destruyó empleo acumulando un Estadio Centenario entero de nuevos desocupados, en el gobierno actual tenemos el récord histórico de personas que trabajana, ha aumentado la tasa de actividad y de empleo y ha descendido la tasa de desempleo. Por su parte, el salario real ya es mayor que cuando gobernaba el Frente Amplio, con lo que el gobierno cumplió anticipadamente su compromiso de recuperar el salario real de los trabajadores.

Esto, en buena medida, es posible gracias a la baja de la inflación. Que Uruguay haya alcanzado la menor inflación en casi 20 años no es casualidad, es consecuencia de haber tenido una política económica coherente y consistente y de la política monetaria llevada adelante por el Banco Central del Uruguay. Los beneficios de una menor inflación sostenida en el tiempo son múltiples, por lo que debe perseverarse, sin caer en la tentación de algunos pseudoeconomistas respecto a que algo más de inflación no hace daño.

También debemos señalar que el país viene desarrollando el mayor plan de infraestructura vial en muchísimo tiempo, algo que comprueban hasta los más obtusos opositores. Estamos hablando de obras necesarias, que mejoran los tiempos y la seguridad de las personas y que, en muchos casos, llevaban décadas de reclamos atrasados. La calidad de las obras es un aspecto que también debe señalarse, a diferencia de las lavadas de cara de algunas rutas realizadas en el período anterior, que duraban lo que un lirio. Estamos ante obras para las próximas décadas, que nos permiten pensar en nuevos desafíos, en vez de estar permanentemente reparando lo que se rompe, apenas se pone en uso.

Todos los números de la seguridad pública han mejorado, incluyendo rapiñas, copamientos, hurtos y abigeatos. También han descendido los homicidios, aunque el descenso es menor, dado el combate frontal al narcotráfico, que lleva adelante la actual gestión. La LUC brindó nuevas herramientas, el respaldo a la Policía también ha hecho lo suyo y, si prospera la propuesta de enmienda constitucional para permitir los allanamientos nocturnos a las bocas de pasta base, tendremos instrumentos para seguir avanzando.

El incremento de los egresados en educación secundaria, los cambios en la gobernanza de la educación, en la formación docente y el reconocimiento universitario para estos son algunos de los pasos relevantes, dados en materia educativa.

En definitiva, un buen año de progresos concretos para el país y para mejorar la vida de los uruguayos. El año que viene, votamos, entre otras cosas, para decidir si seguimos avanzando o involucionamos.

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