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Quienes ignoran el pasado no tienen futuro

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@|Nuestro idioma, capaz de describir las características de alguien o algo, no puede hacerlo con un sentimiento. Las palabras pueden emocionarnos, pero no describir un estado afectivo.

Lo que sigue, hechos resumidos en palabras, ocultan lo que padeció una parte de la sociedad que superó la Segunda Guerra Mundial (1939/1945, con 70 millones de muertos, además de heridos, enfermos, violaciones a los Derechos Humanos, etc.), para sucumbir ante una ideología perversa.
Evito comentar regímenes como Corea del Norte, Venezuela, etc. porque sus características son de público y actual conocimiento.

La desintegración de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) entre el 11/03/1990 y 25/12/1991 culminó con la independencia de las Repúblicas que conformaban la Unión Soviética (Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Estonia, Georgia, Kazajistán, Letonia, Lituania, Moldavia, Rusia, Tayikistán,Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán), y la del bloque oriental como Yugoeslavia (que se transformó en Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro, y las provincias autónomas de Serbia: Kosovo, Metohijaa y Vojvodian) y Checoeslovaquia (que se convirtió en la República Checa y Eslovaquia); Estos cambios no fueron pacíficos como lo prueban los conflictos en Abjasia, Osetia del Sur, Nagorno Karabaj, Transnistria, Chechenia y Crimea.

Los analistas e historiadores aducen que el derrumbe se produjo por la conjunción de los siguientes factores:

- La desviación del marxismo, cayendo en un estado autoritario, de partido único al mando de una oligarquía con el objetivo de mantenerse en el poder.
- La incompetencia de los líderes del gobierno central y de los satélites.
- La carrera armamentista generada para sustentar el poder.
- El colapso económico por pasar de una economía planificada a una de mercado libre, provocando la dislocación agro-industrial, la inflación, el aumento de la pobreza y las consiguientes protestas sociales viralizadas a nivel mundial.
- Las medidas que impidieron el comercio con los demás países europeos, empobreciendo a las repúblicas socialistas; muchas, tras la caída de la URSS tardaron décadas en llegar a los niveles económicos previos al régimen soviético.

Para contrarrestar estos problemas se generaron cambios drásticos.

Gorbachov inició un proceso de apertura política (glásnost) y reestructuración económica (perestroika) de la que había sido una potencia unipartidista. Las revueltas de 1989 llevaron a la caída del Bloque del Este, aliados a la URSS, e incrementaron la presión para generar una mayor democracia y autonomía para las repúblicas constituyentes de la URSS.

Gorbachov introdujo elecciones directas y una nueva legislatura. Se promulgaron leyes que disminuían el control del gobierno central y ratificaban soberanía independientes. En 1989 Mijaíl Gorbachov declaró que los países miembros del Pacto de Varsovia podrían resolver libremente su porvenir.

Todo este preámbulo es para advertirnos y recordarnos que la condición necesaria y suficiente para que aceptemos una forma de gobierno que resuelva los problemas económicos y sociales de nuestra nación, debe estar basada en:

- Una correcta y transparente gestión que beneficie al pueblo y no al partido. - El respeto por el adversario y no descalificarlo como si fuera un enemigo. - La falta de violencias gratuitas e imposiciones ideológicas con mentiras que infundan miedo. - El rechazo de experiencias demostradamente fallidas por cientos de millones de personas.

Historia y Naturaleza han demostrado que la evolución supera cualquier revolución. Duele constatar que mientras algunos están preocupados por el futuro del planeta Tierra, otros siguen mirándose el ombligo.

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