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Desesperada por robos y copamientos

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@| Esto es como las películas del Lejano Oeste: estamos todos armados, a los tiros durante las noches, haciendo rondas cuando deberíamos estar durmiendo porque al otro día trabajamos todo el día al rayo de sol.
Le hablo de la siguiente ubicación: zona de chacras, donde se cruzan las rutas 32 y 68. No hay manera de perderse: allí hay una estación ANCAP, y de allí sale una calle de balastro, donde se ubica la bodega de Pizzorno y el Aserradero Fablitop. En el medio de esos emprendimientos, vivimos otros en pequeñas chacras. ¡Nos viven robando! Y la policía nunca agarra a nadie.

Unos días atrás nos robaron nuevamente ovejas durante la noche: esta vez fueron 6. Y enfrente a mi casa, a unos 80 metros, está la de uno de mis sobrinos: es la cuarta vez que lo roban en los últimos tres meses. El 30 de diciembre fue la última: los ladrones eran unas 6 personas, armadas. Se ve que están vigilando cuando no están en la casa porque arremetieron entrando al jardín e intentando entrar a la casa. Llamamos a la Comisaría. Respuesta: “no tenemos capacidad para desplazarnos hasta allí”. Siempre nos responden lo mismo. ¿Es una broma o qué? Ante esta nula respuesta de la policía -como siempre- hicimos lo mismo: desde mi casa, a 80 metros, se notaba que había movimientos, llamé a lo de mis sobrinos y no había nadie. Entonces a sacar las armas, uno de nosotros fue por el flanco derecho, otro por los pastizales, tirando tiros al aire para que vean que estamos armados. Corridas en auto y motos. Un tío que vive a dos kilómetros con su auto a todo vapor para ayudar.

Por si el lector piensa que estamos hablando de una película o del lejano Oeste, la respuesta es no: estamos en Canelón Chico, zona de chacras, y nos defendemos como podemos. Por ahora vamos perdiendo. Ya nos robaron ovejas y a mi sobrino le desvalijaron la casa. ¿Quieren más ejemplos? La chacinería que está a 8 cuadras: fue copada; la ANCAP de la esquina: fue copada. Y no quiero comprometer a los vecinos, que en estos últimos meses ya los robaron varias veces. Cada uno de ellos le puede contar con lujo de detalles todo lo que vienen sufriendo por esto. ¿Respuesta de la policía? Ninguna. Ni vienen enseguida ante nuestros llamados. Y nunca se agarra a nadie.

Esto va a terminar mal. Un día vamos a acertar en uno de esos disparos y vamos a lastimar a alguien. Todos estamos armados hasta los dientes, y la escalada bélica es cada vez mayor. Y los ladrones son los mismos, actuando en su zona de confort: no tienen oposición por parte de la policía.

Muchas gracias por dejarme escribir todo esto. Ya no tenemos ayuda de nadie y perdimos la confianza con quienes deberían haber solucionado esto hace años.

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