@|El pasado jueves 18 de febrero, acompañé a mi abuelo al BPS, pues debía ser testigo de una persona, para que le reconozcan años de trabajo.

Esto comienza a mediados de enero, cuando lo llaman a mi abuelo y a mi tío también (el otro testigo) para una entrevista telefónica que duró aproximadamente 45 minutos. Me llamó la atención que la funcionaria del BPS les hiciera demasiadas preguntas sobre su vida personal más que laboral. En fin, como nunca le enviaron la declaración vía mail, debió concurrir personalmente el jueves 18 de febrero, al BPS de la calle Colonia,1er. piso Testimonios Pasivos, puesto 13. La Inspectora lo citó a las 15.30 hs sabiendo que el local cierra a las 16. Mi abuelo tiene 86 años.

La entrevista duró más de 40 minutos y nuevamente hubieron muchas preguntas sobre la vida personal de mi abuelo. Como demoraba, ingresé a la oficina para preguntarle cuánto más se iba a extender, porque hacía mucho calor y por cierto era agotador para una persona de esa edad. Si bien respondió que una media hora más, a los 10 minutos finalizó, por suerte. Quiero agregar que no creo que una indagatoria policial sea tan exhaustiva como lo fue esta entrevista.

Para peor, cuando nos retiramos, el local del BPS estaba cerrado y la salida por la calle Colonia estaba trancada. Había gente de Seguridad (cuyo trato deja bastante que desear) que no nos permitió salir por allí, a pesar de que le explicamos que el auto estaba próximo a esa salida.

No hubo empatía con el adulto mayor y lo hicieron caminar unos 150 metros, bajando un piso hasta el subsuelo por donde sale el Personal del BPS; teniendo que dar la vuelta entera para llegar al auto y por momentos parando para descansar porque se agitaba, cuando había una salida a 20 metros del ascensor...

Espero que esto llegue a las autoridades del BPS para que se revea la forma de indagar sobre los testimonios y mejorar un poco la atención al adulto mayor. No se olviden que todos vamos a llegar a esa edad.