Publicidad

30 años del MERCOSUR

Compartir esta noticia

@|El Tratado de Asunción dio inicio a un ambicioso proyecto de integración regional, el que con luces y sombras, ha venido desarrollándose a lo largo de tres décadas.

Primera etapa.

En sus primeros tiempos, el proyecto se centró en las negociaciones intergubernamentales para definir los programas de desgravación arancelaria intrazona conducentes hacia una zona de libre comercio, que constituían el primer paso en el proceso de creación de una posterior unión aduanera.

Gradualmente, el proyecto fue entusiasmando a la sociedad civil de los cuatro Estados Parte, la que se fue sumando activamente al proceso intergubernamental, generando con el correr del tiempo, un amplio y profundo relacionamiento en todos los ámbitos del quehacer social.
Los programas de desgravación arancelaria propiciaron inicialmente un sustancial incremento del comercio entre los cuatro países, alcanzando niveles muy superiores a los anteriores al Tratado, y absorbiendo porciones sustanciales de sus exportaciones totales.

Desde su inicio el proceso fue claramente asimétrico, en el que uno de los países por sí solo superaba a los otros tres juntos tanto en superficie, población, producto bruto interno, comercio exterior, y cualquier otro parámetro comparativo.

La clara primacía de uno fue controlada por un mecanismo de toma de decisión por consenso, lo que devolvía a los países menores cierto poder de negociación, pero fortaleció la naturaleza intergubernamental del proyecto, alejando las posibilidades de cualquier desarrollo de supranacionalidad.

A la expansión del comercio intra MERCOSUR, le siguió la profundización del entramado de las relaciones a nivel de la sociedad civil, e inclusive la creación de un instrumento de solidaridad entre los miembros, tal cual es el FOCEM (Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR), el que financiado por los cuatro países tiene un marcado énfasis en atender inversiones en infraestructura en las economías menores y regiones menos desarrolladas.

Segunda etapa.

Sin embargo, desde principios del siglo, la expansión comercial no solamente se enlenteció sino que inclusive se redujo en relación a sus niveles de inicio, incluyendo una reducción en su participación en el comercio mundial. La zona de libre comercio nunca se materializó, tanto por mantener amplios sectores del comercio fuera del esquema, como por la continuidad de numerosas barreras no arancelarias al comercio de intrazona.

A su vez, la conformación de la unión aduanera dista mucho de estar siquiera en una etapa inicial, al carecerse de ningún tipo de coordinación de políticas macroeconómicas y de tipos de cambio que brinde algún sustento real a un Arancel Externo Común erosionado por múltiples excepciones y regímenes especiales de importación. Tampoco existe ningún mecanismo para la distribución de la renta aduanera, ni políticas comunes en materia de defensa comercial, quedando cada país librado a su legislación interna.

En definitiva, los Estados Parte no han hecho ninguna cesión de soberanía sobre sus respectivos territorios aduaneros. El AEC es apenas una convergencia de aranceles nacionales a tasas similares. Las limitaciones del mercado de intrazona no han podido ser superadas mediante la expansión del comercio de extrazona dado que los pocos acuerdos logrados con otros países o agrupaciones de países son de muy escasa significación.

Etapa actual e intereses nacionales.

El MERCOSUR está paralizado por causa de la falta de voluntad política colectiva para enfrentar las reformas que a nivel nacional exige la concreción de los objetivos trazados en el Tratado de Asunción.

La ausencia de voluntad colectiva no puede sobreponerse a las necesidades de dar respuesta a los intereses nacionales de los Estados Parte, quienes, en su consecución, deberán evitar producir efectos perjudiciales sobre los demás, particularmente en áreas de su sensibilidad.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

mercosur

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad