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Ahora más que nunca

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Wilson Ferreira Aldunate

@|Este 15 de marzo se cumplen 30 años de la inmortalidad de Wilson Ferreira Aldunate. Así como perduran otros héroes servidores de la Patria, ratificando que el Partido Nacional siempre da grandes hombres. Y vaya si lo es, cuando el tiempo ha serenado pasiones y emergen las verdades. Esas realidades que hoy podemos palpar a cielo abierto, con un ideario nutrido del único y magno diagnóstico del país total de la CIDE, en los colegiados blancos de 1959-1967. Ideario que permeó a todos los partidos políticos y a la sociedad misma. Esa sociedad que quiso hacerlo Presidente y que la ceguera de los extremos impidió y condenó al exilio y a la proscripción. Y pese a todo eso le legó a su patria la paz que otros comprometieron, y los instrumentos que enmarcan la mayor e impensable productividad genuina del país. Esa enorme riqueza que generó la posibilidad de hacer justicia social y crear una infraestructura de primer mundo y que fue dilapidada en un populismo demagogo. 

Hoy la irrefutable tozudez de los hechos demuestra la verdad y vigencia de su obra. Obra de la que también se están cumpliendo 30 años. El INIA dando lugar a la investigación y promoción del sector clave y razón de ser de nuestra existencia y bienestar. Y bajo ese paraguas la agropecuaria batió récords de producción aprovechando el aporte de vecinos y la coyuntura internacional. Y literalmente u201cde la piedra hizo panu201d, transformando tierras pobres en el ya segundo rubro exportable con la Ley Forestal. Y atrajo a las principales pasteras escandinavas a instalar un polo maderero de tal magnitud, que nos obliga a ser primer mundo. Y la Ley de lechería para el país más competitivo natural del mundo que, pese al acoso sindical, pasó de un millón a cinco millones de litros diarios. Y el INAVI y JUNAGRA, para atender al sector más numeroso y desamparado de nuestra campaña. Como se ve, abarcando la producción de la que come toda la población y a la vez produce las divisas para lo que hace falta importar. Y como corolario y ejemplo impulsó la formidable Secretaría de Asuntos Sociales, para interactuar con todos los sectores, comprendiendo y solucionando problemas con efectiva justicia social. 

Toda esa riqueza se derrochó y el clientelismo y la corrupción campean. Se aumentaron 70.000 empleados públicos para educación, salud y seguridad y cada vez son peores y más caras. Y sumemos los miles escondidos en colaterales con sueldos principescos. Y como no se guardó con las vacas gordas se aumenta la deuda externa endeudando varias generaciones y pagando disparatado servicio anual de USD 3.000.000. Y se ofrecen pingues intereses con la deuda pública planchando el dólar a la baja para ficticia inflación controlada. Y con mayorías absolutas la oposición sólo puede patalear. Entonces cruje el andamiaje social que no soporta más el peso de los impuestos y la expoliación compulsiva. Empezaron los u201cmás unidos que nuncau201d para sacudir el sistema de inmoralidad y latrocinio dueño del deporte. Y ahora el desesperado grito de u201cun solo Uruguayu201d, de las fuerzas vivas que no pueden más con el insoportable costo país. 

En este momento crucial el mejor homenaje a Wilson es recrear una gran CIDE política, con los mejores hombres y mujeres sensatos de toda idea. Esa es la gran tarea del Partido Nacional como oposición mayoritaria: organizarla respetando identidades para ser creíbles. Otra vez la Historia lo pone en esa alternativa. Siempre fue así y tiene antecedentes y méritos de sobra para merecer la confianza. Superando los humanos chisporroteos de las candidaturas, hay que escuchar y ejecutar la erupción de verdades desde las entrañas del país. Y ofrecer dignidad arriba y regocijo abajo con mucho sudor de la frente.

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