Publicidad

"La re rosada"

Compartir esta noticia

Rodolfo Sienra Roosen

Dicen que en política, el que se precipita, se precipita. Es verdad, tanto como que el que no se precipita a tiempo, se precipita también. Todo tiene un punto de maduración, pasado el cual las soluciones que no llegan en su momento, por tardías, se pudren y no sirven.

Tenemos que decir que la lógica binaria, de la cual empezó hablando Juan Martín Posadas, siguió Francisco Faig, luego dos editoriales del diario, una vez este servidor y el domingo pasado Maggi -además de Guillermo Stirling en "Búsqueda"- aplicada a las próximas elecciones departamentales, ha tenido muchos adeptos. Hay respetables discrepancias, pero ni se comparan con la magnitud de la oleada de adhesiones.

La realidad demuestra que los partidos tradicionales, no están trabajando acuerdos. Es más, tienen dificultades en algunos departamentos para resolver si cada uno de ellos por separado va con uno, dos o tres candidatos a Intendente.

Maggi demostró, con los números en la mano, que en política -y a veces- dos más dos son cuatro.

Divididos entre ellos, en las elecciones nacionales, el Partido Colorado perdió en todos los departamentos, y el Partido Nacional ganó en unos pocos de centro.

Acumulando sus votos, en cambio, el Frente Amplio puede perder en dieciocho departamentos, o en diecisiete, para los que sostienen la imposibilidad de ganarle en Montevideo y en Canelones, lo cual, será o no será así, porque es en la cancha en donde se ven los pingos.

Durante la campaña llegó a pensarse en la posibilidad de integrar a la fórmula nacionalista un candidato único para gobernar este Montevideo dejado de la mano de Dios y en ruinas después de veinte años de gobierno de izquierda.

Se optó por esperar a verle las patas a la sota, y no está mal. Pero esas patas ya se conocen, y se muestran con toda elocuencia.

Blancos y colorados perdieron como en la guerra, y si siguen cada uno por su trillo, le estarán regalando más departamentos a la izquierda. Es como morir con las botas puestas y con los ojos bien abiertos.

Eso es lo que está marcando la realidad política de hoy y con miras a los comicios de otoño, que es como decir mañana. Después, se verá.

Hay quienes piensan que a la larga o a la corta, operará lo que se pretende sea un sinceramiento político del país, y que la lógica binaria impondrá un partido "rosado", integrado por blancos y colorados, por un lado, y el conglomerado de izquierda por el otro.

Habrá que ver, porque la dinámica política es intensa, y no es cuestión de hacer futurología. No admitimos que haya un solo compatriota más blanco que este servidor, aunque seguramente los hay iguales y, sin embargo, una vez, pensando en el país, tuvo que votar para la Presidencia a un Batlle y lo volvería hacer cada vez que encuentre ante una situación similar.

Entonces, como dice Maggi, ¿a quién le importa que ésta se llame la solución rosada?

Es "re rosada" ¿y qué? ¿O acaso para mandar a los militares, el gobierno de ex guerrilleros que vendrá no van a designar a un Rosadilla?

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad