Lo de derechas e izquierdas nació a fines del siglo XVIII, cuando la revolución francesa. En la asamblea popular los radicales de la transformación política se ubicaban a la izquierda en la misma y los simpatizantes del régimen agonizante, a la derecha.
El vicepresidente rompió el silencio; dice que hay una campaña en contra.
El vicepresidente Sendic nunca hizo autocrítica sobre su nefasta actuación al frente de Ancap, ni aclaró sobre el título de Licenciado que nunca tuvo. Pero, para él, lo que verdaderamente le hace daño al Uruguay, es la falta de rigurosidad periodística.
En el balance el 2016 no fue un buen año para el país y las consecuencias de las malas políticas adoptadas por las administraciones frentistas en materia económica, educativa, de seguridad, vivienda, etc., hoy están pasando factura.
El fiscal penal Carlos Reyes entregará hoy su resolución a la jueza Ana de Salterain sobre si el vicepresidente de la República, Raúl Sendic, incurrió o no en el delito de usurpación de título universitario.
El Partido Nacional investigó el delito de usurpación de título.
En este año el Frente Amplio conmemora el centenario del nacimiento de una de sus figuras políticas más importantes, el general Líber Seregni. Y un interesante aporte al conocimiento de esa figura es la edición, en tres tomos, de sus principales entrevistas, discursos y proclamas, del período que va desde la fundación del Frente Amplio en 1971 a la apertura democrática en 1984.
Cuando surgió el cuestionamiento al vicepresidente de la República Raúl Sendic por hacer uso de un título que no poseía (incluso que no existe en la Universidad dónde decía haberlo obtenido) resultó sumamente chocante.
La ministra de Educación y Cultura proclamó insuficiente el mérito de Juan Pedro Mir para desempeñar la Dirección de Educación, por ser nada más que “un maestro de escuela”. Tesis insostenible por quien lo eligió, tan luego en un gobierno que encaramó en la Vicepresidencia a un licenciado cuyo título no existe y cuyo mérito es haber dejado inmerso a Ancap en el mayor déficit de su historia.
Ejercer la profesión de periodista en la región se ha convertido en un desafío de alto riesgo. A las persecuciones que por motivos ideológicos enfrentan los reporteros en varios países, que pueden ser conocidas y esperadas por los gobiernos que tienen, se agrega el asesinato liso y llano para silenciar sus tareas.