emisiones

El gobierno realizó la primera emisión de un bono global en dólares pocos días antes de la asunción de la nueva administración. Esto es visto como una buena señal por parte de los mercados.
La exitosa emisión de un bono atado a la sustentabilidad por parte de Uruguay, le permitió al país alinear la estrategia de financiamiento público con los compromisos nacionales de sostenibilidad y colocándole a la vanguardia en materia de finanzas sostenibles, afirma Nicole Perelmuter, de CAF.
Ante la volatilidad climática y de precio del petróleo por tercer año consecutivo, el balance es positivo.
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OPUNIÓN Isabela Alcazar (*) Hace un millón de años, durante el Pleistoceno temprano, cuando los glaciares cubrían gran parte del hemisferio norte, cohabitaban en tierras españolas ciervos, osos, elefantes, rinocerontes y elefantes además de homínidos varios. Esta etapa geológica está bien documentada en el yacimiento de Atapuerca (Burgos), cuyas excavaciones se han reactivado de nuevo este verano gracias al acceso a fondos, y son de gran importancia para entender las condiciones ambientales existentes de la época y cómo el cambio climático que sufrió el planeta en ese periodo causó la extinción de hasta 70 especies de grandes mamíferos. Durante los 4.600 millones de años de vida de nuestro planeta, se han documentado un total de siete “eras glaciares” desencadenadas por cambios en el eje rotacional de la tierra respecto al sol y por fluctuaciones en la concentración relativa de gases de efecto invernadero (GEI) (1). Los periodos glaciares coinciden con bajas concentraciones de estos gases “casualmente”. El cambio climático no es, por lo tanto, algo nuevo; nuestro planeta no va a desaparecer, pero sí la vida tal y como la conocemos.
ENTREVISTA luis custodio Los compromisos asumidos en la COP26 de Glasgow pueden leerse como un nuevo paso global hacia la salida al problema (del cambio climático), pero en este escenario "es muy fácil ser pesimista", asegura Marcelo Caffera, doctor en economía ambiental e integrante, en calidad de asesor del MEF, de la delegación uruguaya en la Cumbre del Clima. Sobre declaraciones simbólicas, compromisos concretos, objetivos realizables y el papel de Uruguay en la cumbre, conversamos en esta entrevista. —Más países que nunca parecen haberse comprometido, en sus declaraciones, a reducir las emisiones, alejarse del carbón, eliminar la deforestación y entregar dinero para ayudar a que los países pobres se adapten. ¿Se verá plasmado en los resultados finales y la acción posterior?
OPINIÓN Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable, Universidad Católica (*) En el Protocolo de Kyoto —vigente hasta el 31 de diciembre de 2020— la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) definió metas de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para los países más industrializados. El plan incluía un mecanismo de flexibilidad para lograr ese objetivo, mediante el desarrollo de proyectos de reducción de emisiones en países menos desarrollados: el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Entre el 24 de agosto de 2007 y el 3 de enero de 2014 se registraron en Uruguay 25 proyectos en el MDL. De éstos, 13 son parques eólicos, 9 de centrales eléctricas a biomasa, 1 de captura y quema de metano en relleno sanitario, 1 de captura de metano y producción de electricidad en laguna de tratamiento anaeróbico y 1 proyecto forestal. El volumen de créditos de carbono (en el MDL se llaman Certified Emission Reductions - CER) que se podrían haber generado hasta 2021 es de 11.921.789 tCO2 (según las estimaciones exante de cada proyecto). Esto es equivalente a sacar para siempre de circulación 119.218 automóviles (1), lo que es igual al parque automotor del departamento de Artigas, Cerro Largo, Flores, Lavalleja, Rio Negro y Rivera (2) sumados.
OPINIÓN lucila arboleya Este contenido es exclusivo para suscriptores
Las políticas de largo plazo generan costos actuales. el paìs de madrid (*) La decisión de acelerar a 2030 la reducción de emisiones de carbono un 55% respecto a las de 1990 y alcanzar la neutralidad climática (cero emisiones) para 2050 supone un giro radical al actual modelo de crecimiento. Tras años de postergaciones y retrasos, la Comisión Europea y la Administración Biden de Estados Unidos han impulsado planes millonarios de inversión para modificar el patrón de consumo bajo la premisa de que “lo que es bueno para el planeta es bueno para los ciudadanos y la economía”, en palabras de la Comisión Europea. Pero nada es gratis. Los beneficios a largo plazo de la apuesta verde no pueden ocultar que la decisión va a tener costos considerables para muchos sectores y que, a corto plazo, la creciente demanda y los desincentivos a la inversión en las fuentes tradicionales de energía van a mantener el fuerte aumento de las tarifas energéticas que se observan en el actual verano español, entre otras consecuencias.
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