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Para puertos, barcos y cargas, la sociedad del conocimiento

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Marítimas

MARÍTIMAS

Obras hay, pero tampoco vamos a esperar otros 15 años por tres nuevos emprendimientos.

En lo personal ya estamos inmersos en tiempos de nuevas y firmes esperanzas de futuro y también del ahora, algunos de cuyos efectos no los deseamos postergados.

Decíamos entonces que la esperanza es un valioso instrumento de empuje espiritual, constructivo, que en ámbitos de absoluta libertad genera fuerzas capaces de asumir desafios harto difíciles o incluso para desprendernos de lo indeseable.

Pero somos positivos y nos viene a la memoria ese grupo de aventajados jóvenes estudiantes compatriotas que se mueven en el mundo de la informática y la cibernética con hechos exitosos y acaso productos con futuro inmediato, según ha venido informándonos la prensa como la exportación de software.

Y es en ellos y en su genialidad de concepción de ideas, y proyectos por lo que pagan los capitalistas, que nos lleva al recuerdo de aquellos años tan creativos y exitosos que nos tocó vivir y que nos sacudió en los años ‘60 y ‘70.

Fue el tiempo del Valle del Silicon, un simple silicio en manos de jóvenes inteligentes que trajo el cambio y llevó a Estados Unidos a la era espacial y puso al hombre en la Luna en 1969, apenas el principio de un devenir insospechado. Aquel fue un cambio inspirador que luego recorrió el mundo y varios países recrearon en sus universidades aquel espiritu fresco e innovador. Fueron aquellos y quienes siguieron su ejemplo que llevaron a las actuales generaciones a los famosos think tanks con que se manejan famosas universidades y en todo caso se trata de hallar respuestas a las inquietudes de los jóvenes.

Bien, vamos ahora al centro de nuestro enfoque periodístico que es el Puerto de Montevideo. Sí señor, el puerto y los barcos, la carga, la logística, el transporte marítimo, el multimodalismo, los negocios de cuyos temas estamos escribiendo desde hace 75 años, es nuestra obsesión, nuestro objetivo y aspiramos que tras el cambio de autoridades sobrevenga un viento renovador, un viento y una voluntad renovadora para todos estos temas que englobamos en el ámbito de los puertos.

Entonces, se merece ya, al menos el nuestro, un enfoque creativo, innovador tras 15 años de quietismo, una especie de “limbo tranqui”, cuyos únicos cambios significativos han sido la transformación del Muelle de Escala en la terminal de TCP, la terminal de graneles de TGM, el muelle C-D y el inicio de construcción de la terminal de UPM2 en Mántaras; por cierto, no olvidamos a los Operadores Portuarios Montecon, el primer impulso innovador en los años ‘90. Sí, algo se hizo en el marco de estas iniciativas privadas, pero tampoco vamos a esperar otros 15 años por tres nuevos emprendimientos.

Bueno, el mundo cambió muchas veces en estos 15 años, ahora ya es tiempo de ver el puerto con mayor profundidad. Es una formidable herramienta en el área de los servicios, vocación de los uruguayos, por otra parte. No estamos pensando en infraestructura portuaria que la puede llevar adelante cualquier empresa que trabaje con hormigón, nos parece, sino la otra, en la sociedad del conocimiento, la tecnológica cuyas instituciones capacitadoras abren las puertas a muy calificados empleos que reclama cuanto engloba la compleja actividad portuaria, Y para lograr este know how hay que ir a las universidades, instituciones especializadas que sumado a la virtud genial del gestor, creador de negocios, se desarrollan las empresas.

Los puertos hoy son relojes muy complicados y costosos que funcionan casi con los costos diarios de los grandes barcos containeros de 14 mil teus, y sufren diariamente daños ecónomicos por inactividad diaria. EL HOY. El puerto de Montevideo, aun no terminado y con bastante por hacer, enfrenta hoy día varios temas que habrá que resolver cuanto antes. Pero a nuestro juicio, el primero es retomar el apego a las normas y procedimientos de lo cual la ANP lamentablemente se apartó (de la Ley de Puertos de 1992) y además recuperar aquel proyecto del 2005 de traer a directivos del Puerto de Hamburgo (Manfred Reuter) para que nos enseñaran como desarrollar capacidades para manejar un hinterland racional como lo hizo Hamburgo para el resto de Europa.

Por acuerdo, Reuter y otros técnicos alemanes estuvieron en Montevideo pero por alguna razón todo quedó en nada, acaso en buenos propósitos. Lo importante no es hallar culpas sino como rehacer ese proyecto. Los otros temas son bien conocidos, el viaducto externo elevado, los viaductos internos para el tránsito de camiones con cargas y contenedores entre los muelles, dicen que van a construir un edificio de 20 pisos para oficinas dentro del recinto portuario donde no cabe ya ni un alfiler, lo cual nos parece un chiste.

También deberá construirse muelles para la Armada Nacional y dejar libre la actual Dársena Fluvial (muelle oeste) por ejemplo, para barcos paraguayos o fluviales. Obras no menores sería darle a los muelles públicos la profundidad que no tienen hoy, los 14 metros, lo cual significa obras pesadas y de alto costo y por último, la construcción de la Terminal para los barcos de la carrera (Buquebus) -nos sigue gustando el proyecto de López Mena, y no olvidamos terminar el muelle Capurro si fuera necesario.

Otro tema que esta ahí nomás, a la vuelta de la esquina, es que muy pronto vamos a recibir solicitudes de operar los portacontenedores de 14 mil teus y 370 metros de eslora que ya han sido autorizados a operar en puertos de Brasil. Así que seria acertado y necesario que TCP vaya a la construcción de más muelles. Hay que ir preparándose para este suceso.

Estamos en otro tiempo, lo bueno ahora es que autoridades y empresarios conversen, para estudiar como todos podemos obtener mejores beneficios. Y el tiempo corre velozmente. Siempre decimos que entre los 80 y los 96 estos años se nos fueron tan rápido que nos parece que todo ocurrió entre un martes y un viernes, tan rápido se fue todo.

Como periodistas nos gustaría saber qué piensan las cuatro o cinco grandes navieras del mundo entre el próximo martes y viernes. A nosotros no nos contestarán por esa maldita costumbre que tenemos de publicarlo todo, pero al puerto o al ministro Heber si le dirán cómo nos ven y que es lo que quieren de Montevideo. Y por último, una advertencia y un consejo: “si no sabe inglés, no saldrá del barrio”.

P.S. Agradecemos al Sr. Ministro de Transporte Don Luis Alberto Heber, sus estimulantes palabras de elogio a nuestro trabajo, a nuestra persona, y al diario El País, dichas el pasado lunes 2 ante una multitud de asistentes en el acto de asunción del Ministro en la propia sede.

Curso de Comercio y Transporte en Centro Navegación

El próximo 9 de marzo comienzan en el Centro de Navegación los cursos de Técnico en Comercio y Transporte Internacional en clases trisemanales que se impartirán de 18:00 a 21:00 horas. Es una carrera de nivel terciario, reconocida por el Ministerio de Educación y Cultura.

El objetivo de la misma es proporcionar a los participantes una formación empresarial orientada al desempeño de tareas polifuncionales en las empresas operadoras o usuarias del transporte en todas sus modalidades. Esto incluye el transporte intermodal y sus interfases (puertos, aeropuertos, zonas francas, etc.), tanto privadas como públicas.

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