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Lo que nos enseña la naturaleza para poder manejar bien nuestro dinero

En este Finanzas de Bolsillo exploraremos la naturaleza para ahorrar tal como lo hacen los osos en sus períodos de hibernación, y “endulzar” las finanzas, como las abejas.

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Ahorro.
Ahorrar dinero.
Foto: Freepik.

Bien se dice que la naturaleza es sabia y, efectivamente, si observáramos más sus características, comportamientos y ciclos, aprenderíamos otras formas de encarar la vida y también nuestras finanzas personales.

Por eso en este Finanzas de Bolsillo, vamos a sugerir mirar la naturaleza para ahorrar tal como lo hacen los osos en sus períodos de hibernación, y “endulzar” las finanzas, como las abejas, siempre de forma organizada y coordinada.

No es la primera vez que las comparaciones con el mundo animal se utilizan en el ámbito financiero (ver aparte), y esto ocurre porque es realmente gráfico y efectivo.

En la búsqueda de una vida económica más sólida, el ahorro es uno de los pilares fundamentales, aunque en los hechos reconocemos que es difícil generar excedentes monetarios, y mucha gente termina inmersa en ciclos del vivir al día y depender de préstamos.

Ante ese escenario, surge la necesidad de explorar nuevas perspectivas que nos inspiren a encarar el ahorro de manera más creativa y efectiva. Y para ello, les proponemos adentrarnos en el fascinante mundo de la naturaleza.

Observar cómo la naturaleza se adapta, ahorra y planifica para tiempos difíciles nos brindará enseñanzas que nos ayudarán a superar dificultades y alcanzar una mayor estabilidad económica.

Ahorrar como un oso

Ahorrar es importante en sí mismo, pero también como una forma de desarrollar hábitos financieros saludables, que no sólo mejoran nuestras finanzas, sino nuestra salud mental.

Una de las lecciones que podemos extraer de la naturaleza en cuanto a su analogía con nuestro cotidiano financiero es el del oso pardo, también conocido como oso gris, ya que es uno de los osos que lleva a cabo la hibernación.

La hibernación es un fenómeno que ocurre durante el invierno, cuando las temperaturas descienden y la disponibilidad de alimentos disminuye significativamente.

Cuando el otoño llega a su fin, el oso pardo se prepara para la hibernación acumulando una cantidad considerable de grasa corporal.

Durante el verano y el otoño, se dedica a alimentarse intensamente, consumiendo grandes cantidades de alimentos ricos en calorías, como frutas, bayas y peces. Esta alimentación intensa es esencial para aumentar sus reservas de grasa, que serán su principal fuente de energía durante el período de inactividad invernal.

La grasa actúa como un depósito de energía, que les permite mantener funciones vitales, como la respiración y la circulación, a un ritmo más lento durante la hibernación.

La hibernación del oso pardo es un recordatorio poderoso de la importancia del ahorro de emergencia en nuestras vidas.

Si el oso no ha acumulado suficiente grasa, su salud se ve comprometida en la hibernación, exponiéndolo a graves riesgos, ya que su organismo se verá obligado a utilizar proteínas y otros tejidos como fuente de energía.

De manera similar, si no contamos con un fondo de emergencia, nos arriesgamos a situaciones financieras críticas ante despidos, enfermedades u otros imprevistos.

Generalmente los asesores recomiendan que el ahorro de emergencia debe estar en moneda dura (dólar, euro, francos suizos, etcétera) para protegerlo de la devaluación y la inflación, especialmente en países con alta volatilidad económica.

En el caso de Uruguay, en los últimos años el peso se ha ido fortaleciendo y existen incentivos al ahorro en la moneda local, aunque la conveniencia de ahorrar en una moneda u otra dependerá de la situación y preferencia de cada persona.

Otro consejo es favorecer la liquidez sobre la rentabilidad. Aunque esto pueda significar resignar mayores ganancias, la liquidez garantiza que los fondos estén fácilmente accesibles en caso de emergencia.

En situaciones críticas, contar con recursos disponibles de forma rápida puede marcar la diferencia para enfrentar imprevistos y mantener nuestra seguridad financiera.

El objetivo es afrontar adversidades sin comprometer nuestros recursos esenciales.

Abejas coordinadas

Es fundamental la colaboración financiera en la pareja o con la familia, y que haya una adecuada distribución de funciones con un objetivo común.

La abeja reina es la líder y responsable de poner huevos para asegurar la reproducción de la colmena.

Las abejas obreras, que son la mayoría, son las encargadas de llevar a cabo diversas tareas, como recolectar néctar y polen de las flores, limpiar y mantener la colmena, construir y reparar celdas, cuidar a las crías y proteger la colmena de posibles amenazas.

Esta especialización y rotación de funciones garantiza una operación eficiente y optimizada en la colmena. La comunicación también es clave para la colaboración efectiva dentro de la colmena.

Al trabajar en equipo, las abejas pueden enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades para asegurar el suministro de alimento, la protección y el crecimiento de la colonia.

De forma similar, adoptar un enfoque colaborativo con nuestras finanzas personales, por ejemplo trabajando en equipo dentro de la pareja para reducir gastos fijos y variables, podemos asignar tareas específicas a diferentes aspectos de nuestras metas financieras, a través de un esfuerzo organizado y coordinado.

Lo siguiente a realizar es un plan estratégico de cómo generar nuestra propia “miel” financiera: establecer metas financieras conjuntas realmente compartidas, revisar y analizar gastos, crear un presupuesto realista y sostenible, asignar responsabilidades y comprometerse a seguirlo de manera rigurosa, negociar al hacer algunas compras, comparar precios, fomentar la comunicación financiera entre los miembros de la pareja.

Tal como las abejas, al trabajar juntos y apoyarse mutuamente en familia, se podrá resistir mejor las tentaciones de gastos impulsivos y mantener el rumbo hacia los objetivos. Asimismo, reconocer los esfuerzos mutuos refuerza al equipo mismo y fortalece la motivación para continuar con hábitos financieros saludables.

¿Cuándo podemos usar el fondo emergencia, si nuestra situación o la de nuestro entorno cambia?

Saber cuidar y aumentar el fondo de emergencia

Es importante revisar periódicamente el fondo de emergencia que tengamos, para ajustarlo según cambios en nuestra situación financiera y en la economía.

Si aumentan los gastos o disminuyen los ingresos, es recomendable mantener o incluso aumentar el ahorro de emergencia para adaptarse a estas nuevas circunstancias y garantizar una protección financiera sólida. Esto es difícil de hacer dado que, justamente, es cuando menos recursos ingresan o nos sentimos tentados a utilizar el ahorro, pero, a menos que sea realmente imprescindible, no hay que dejarlo caer. La acumulación de un ahorro de emergencia es fundamental para protegernos y mantener nuestra estabilidad financiera.

No debemos emplear todo el excedente monetario que generemos a lo largo del tiempo, a partir de la reducción de gastos en nuevas erogaciones.

Gran parte de los recursos que disponemos deberá ser invertida sabiamente para generar ingresos adicionales. Para ello debemos tener metas claras y no decaer en el esfuerzo de procurar nuevas fuentes de ingresos para mejorar nuestra situación financiera.

El apoyo familiar es fundamental, todos los miembros deben estar alineados en esta meta compartida y aportar.

Tendencias, confianza y más sobre osos y toros

El mundo financiero suele recurrir a los animales en su dinámica. Entre ellos, los términos “toro” (bull) y “oso” (bear) son utilizados en el ámbito bursátil para describir las tendencias y sentimientos del mercado financiero. Estos conceptos se originaron durante el escándalo financiero conocido como la “Burbuja de los Mares del Sur” en 1720, y desde entonces han sido ampliamente utilizados en el mundo de las inversiones. La elección de estos animales para representar las tendencias del mercado financiero se basa en las características y comportamientos atribuidos a ellos. Los toros atacan embistiendo con sus cuernos hacia arriba, lo que simboliza el impulso alcista del mercado, mientras que los osos atacan con sus garras hacia abajo, reflejando la tendencia bajista del mercado.

En resumen, los términos “toro” y “oso” en el ámbito bursátil se utilizan para describir las tendencias alcistas y bajistas del mercado financiero, respectivamente.

Estos conceptos han perdurado hasta hoy debido a su capacidad para ilustrar de manera visual y descriptiva los movimientos y sentimientos del mercado.

En resumen, el toro representa el sentimiento alcista, la confianza y las subidas del mercado. El oso representa el sentimiento bajista, la desconfianza y las caídas del mercado.

En base a La Nación /GDA

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