Uruguay está sufriendo un atraso cambiario. Durante el último tiempo el dólar a nivel local comenzó a experimentar una depreciación frente a monedas de mercados emergentes, generando que la moneda local se vea fortalecida en comparación a dicha baja.
En consecuencia, esta situación ha llevado a que Uruguay experimente un desalineamiento cambiario. Ahora, ¿qué consecuencias trae está problemática para Uruguay? ¿quiénes se ven afectados y cómo se podría combatir esta situación?
María Laura Rodríguez, responsable de asesoría económica de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), afirmó que “no hay dudas de que tenemos un problema muy grave y necesitamos resolverlo”. En ese marco, dijo que las razones por las que se llegó a este desalineamiento del dólar tiene que ver con el ingreso de dólares por exportaciones, los cuales aumentaron el año pasado por la guerra entre Ucrania y Rusia, problemas en el precio del petróleo (en consecuencia del problema anteriormente mencionado) y los precios de fletes internacionales.
“Así como tuvimos esa suba, ahora tenemos una baja de precios internacionales combinado con un dólar en el subsuelo, lo cual afecta a los exportadores”, sostuvo.
“Además de lo que pasó el año pasado con la entrada de dólares por exportación aumentó la entrada por inversión extranjera directa (por la llegada de la planta de UPM2 y construcciones e inversiones que se están haciendo), eso es una avalancha que nos deja mal parados”, agregó.
En tanto, dijo que el Banco Central sostuvo que Uruguay cuenta con un “mercado transparente” en donde hay oferta y demanda. Lo cierto es que “el año pasado no participaron algunos jugadores en el mercado, ya que Ancap le compró dólares al Banco Central sin que los mismos pasen por el mercado”.
En relación con ello, indicó que estos factores son “típicamente domésticos”, por lo que no tienen que ver con el contexto internacional. Sin embargo, admitió que este tipo de situaciones “nos deja un contexto diferente, con una caída del dólar mayor que en el resto del mundo”.
Por otro lado, Rodríguez dijo que otro factor que llevó a Uruguay a una caída del dólar es que hubo un “fuerte aumento” de las tasas de interés del Banco Central. “Si bien los bancos, empresas y familias hicieron sus negocios a través de la colocación de capitales en letras de regulación monetaria con tasas de interés atractivas, no hubo una compra de dólares. Esos factores llevan a la caída del dólar”, afirmó.
Este desfasaje que se generó el año pasado se mantiene hoy en día, a pesar de contar con tasas de mejora, según explicó la responsable de asesoría económica de la UEU el pasado viernes en la clásica mesa de análisis económico que el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) organiza en la Expo Prado.
A su vez, dijo que “hay un costo” a la hora de contar con una inflación de 4,11% cuando a nivel internacional la misma se ubica en el 7%, llevando a que el sector productivo y exportador se vean afectados.
“Lo que le pasa al sector exportador (al contar con el dólar y el tipo de cambio real muy bajo) se conjuga simultáneamente con un acceso restringido a algunos mercados, ya que no hemos podido avanzar en el Mercosur y la Unión Europea. Eso al exportador le pega, ya que estamos compitiendo con países que entran a nuestros mercados sin aranceles y hasta el momento no lo hemos podido resolver”, agregó.
Por su parte, Ignacio Munyo, director ejecutivo de la consultora Ceres, opinó que es discutible si Uruguay atraviesa o no un atraso cambiario, pero que lo cierto es que se debe escuchar al sector productivo local cuando dicen que el encarecimiento del país es una realidad. En ese marco, afirmó que “es un hecho de que Uruguay está más caro”.
En consecuencia, sostuvo que esa problemática puede llevar a que el mercado local se vuelva menos atractivo, haya menos inversión y menos empleo en comparación a otros países con otro tipo de cambio.
“Es muy difícil salir de esta situación y no creo que vaya a cambiar. No veo cambios en el horizonte de subida de tipo de cambio. Sería muy peligroso pensar que esto tiene soluciones fáciles”, sostuvo.
¿Cómo abordar el problema?
A la hora de analizar maneras para ver cómo se puede salir o inclusive mejorar esta situación de desalineamiento cambiario, Munyo sostuvo que es clave, detrás del tipo de cambio real y su desalineamiento, revisar el gasto público, ya que “con o sin intereses, el gasto primario subió casi dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en base a transferencias e inversiones, por lo que “estamos teniendo un desalineamiento que en parte está aplicado por un importante aumento del gasto público en los últimos 12 meses”. Por su parte, Rodríguez dijo que para salir de esta problemática se debe “dar un salto y pasar a otro nivel” en relación con la exportación, ya que la mayoría de empresas exportadoras son medianas o pequeñas empresas “sin espalda financiera”, por lo que se les debe brindar apoyo para que mejoren.
Asimismo, explicó que hay un gran problema de competitividad en el país, lo que genera dudas a la hora de ver si están dadas las condiciones para poder producir con un dólar más bajo.
“No es claro si alcanza o no, pero sí está claro que la velocidad de la caída del dólar es más grande que la mochila que el sector productivo carga en este país”, agregó.
Aldo Lema, socio y director de Vixion Consultores, cree que este tema es “árido, importante y técnico”, aunque hay que descartar la idea de que la inflación en dólares es atraso cambiario ya que es un tema recurrente en todas las partes del mundo.
A su vez, sostuvo que en general se ha avanzado en “no ver los promedios de tipo de cambio real”, ya que el mismo puede sufrir caídas si el país crece más rápido y es más productivo, como es el caso de Uruguay según el experto.
En relación con ello, agregó que las comparaciones con países mucho más pobres que Uruguay han dejado de ser relevantes ya que los mismos cuentan con “políticas anti- crecimiento”, lo que hace que su productividad sea menor.
En cuanto a la apreciación de la moneda local según la problemática que atraviesa el dólar, dijo que hoy en día “hacer las cosas bien y lograr que la moneda se aprecie parece malo, pero es al revés”.
“Cuando un país hace las cosas bien su moneda se aprecia, por lo que espero que no retrocedamos en ese sentido. Les pido al sector político y productivo que sigan mejorando”, agregó.
La baja del dólar sin dudas ha afectado al sector exportador. Sin embargo, Lema sostuvo que es probable que las exportaciones que han estado en caída y no se han corregido por el efecto sequía o por la caída de precio crezcan de nuevo a partir de marzo, abril o mayo.
“Vamos a ver esa recuperación, pero no se puede hacer mucho con el dólar, por lo que hay que atacar el peso o el tipo de cambio real”, sentenció Lema.
Así lo ven los expertos
“Cuando tenemos dudas de si hay o no desalineamiento cambiario los economistas nos fijamos en algunos síntomas para ver si está sucediendo o no: el mercado laboral es el primer síntoma, ya que la tasa de desempleo está subiendo a un ritmo demasiado fuerte. Sin embargo, el sector de servicios se ha convertido en un sector transable, lo cual impacta en la creación de empleos”, opinó Lema.
“No creo que nos encontremos en una situación de bonanza económica, al contrario, veo que Uruguay se encuentra en una situación de estancamiento. Hay que revisar el crecimiento a fin de año, pero no veo fundamentos fuertes para que haya un rebrote de crecimiento de la economía uruguaya, por lo que hay una preocupación generalizada en los sectores productivos”, sostuvo Munyo.
"Para que la situación económica del Uruguay logre repuntar debemos pensar en nuevos mecanismos para poder evitar que los ingresos masivos en dólares no nos afecten en la manera que lo están haciendo., ya que el país cuenta con mega proyectos en varios sectores, en donde creativamente podemos pensar en ideas para gestionar mejor la situación”, afirmó Rodríguez.