Manifestantes griegos se enfretaron este miércoles con la Policía en las cercanías del Parlamento, mientras el primer ministro Alexis Tsipras luchaba para que los legisladores aprueben un acuerdo de rescate financiero para mantener a Grecia en la zona euro.
Los hechos de violencia callejera fueron los peores en el país en tres años.
En tanto, los acreedores del país, presionados por el Fondo Monetario Internacional (PMI) para que concedan un enorme alivio de la deuda griega, intentaban llegar a un acuerdo sobre la ayuda financiera.
Después de aceptar con renuencia la negociación de un tercer rescate de prestamistas internacionales bajo estrictos términos, Tsipras debe convencer a su partido antiausteridad, Syriza, para que apruebe reformas promercado y recortes de gastos en el Parlamento.
Tsipras dijo a los parlamentarios de Syriza, su partido de izquierda, que le costaría continuar en el cargo si no cuenta con su respaldo en la votación, dijo un funcionario gubernamental.
"Soy el primer ministro porque tengo un grupo parlamentario que me respalda. Si no tengo este respaldo, será difícil ser primer ministro el día siguiente", sostuvo Tsipras a los legisladores, de acuerdo con el responsable.
El encuentro se produjo antes de la votación.
"Es un acuerdo difícil, un acuerdo que sólo el tiempo mostrará si es económicamente viable", dijo el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, a legisladores durante un debate sobre reformas.
Decenas de parlamentarios, incluidas figuras importantes de Syriza y de los socios minoritarios de coalición del Gobierno, podrían rechazar parcial o totalmente al rescate, lo que forzaría a Tsipras a depender de legisladores opositores proeuropeos para conseguir el voto, que se espera para después de la medianoche.
Si la mayoría del primer ministro colapsa, podrían celebrarse elecciones anticipadas. En una señal temprana de problemas en el frente, la viceministra de Finanzas presentó abruptamente su renuncia, mientras que el ministro de Energía dijo que no respaldará el acuerdo.
"La elección entre un rescate o la catástrofe es una elección tomada de cara al terror", dijo a la prensa Panagiotis Lafazanis, que lidera el flanco de extrema izquierda de Syriza.
Un estudio confidencial del Fondo Monetario Internacional, visto por Reuters, instó a una quita de deuda mucho mayor a lo que estaban dispuestos a entregar los países europeos, particularmente Alemania, lo que sumaba incertidumbre al panorama general.
Eso podría provocar un dilema en Alemania, que ha entregado más dinero que cualquier otro país para financiar a Grecia y donde existe una oposición cada vez mayor contra otro rescate tras meses de difíciles negociaciones con Atenas.
vea la fotogaleríaREUTERS