Al menos tres ataques fueron cometidos contra centros islámicos en las últimas horas en Francia, tras el atentado en la sede de Charlie Hebdo.
Medios locales reportaron que el ataque más grave fue cometido en Le Mans, en la región de Loira, donde una mezquita recibió el impacto de tres granadas, sin que se hayan registrado heridos.
En el sur una mezquita fue atacada con disparos de armas de fuego, sin reporte de víctimas, en Port-la-Nouvelle. Otro ataque fue informado en Villefranche-sur-Saone, región de Lyon, donde se produjo una explosión frente a una mezquita.
Imanes.
Mientras tanto, cuatro imanes franceses visitaron ayer al papa Francisco, condenaron el atentado en París y animaron a la "mayoría silenciosa" musulmana a salir a la calle.
El pontífice recibió al rector de la mezquita Othman de Villeurbanne, Azzedine Gaci, al de la Gran Mezquita de Burdeos, Tareq Oubrou, al presidente de honor del Consejo Francés del Culto Musulmán (Cfcm), Mohammed Moussaoui, y al director del Instituto Al Ghazali de la Gran Mezquita de París, Djelloul Seddiki.
Oubrou invitó a movilizarse a "la mayoría silenciosa de los musulmanes" para que "salgan a las calles" porque "los musulmanes están traumatizados y presos de ignorantes que no pertenecen a la comunidad", según "Roma Sette", órgano del Vicariado de la capital italiana.
"Nada justifica tal crimen, a sangre fría y por corazones de piedra" a los que no ha tocado la fe y con los que "no pueden ser vinculados ni Dios ni el Profeta", subrayó.
Además, añadió que "no hay ningún elemento religioso" en un acto que denominó como "el resultado de la ignorancia, del ser iletrado, de la fascinación por el heroísmo y por los videojuegos, de la confusión entre lo real y lo virtual".
Condena de imanes