ARGENTINA

Por desacuerdos internos vinculados a la política oficial para enfrentar a la inflación-que incluye un debate por un mayor aumento de retenciones al campo, algo que exige el kirchnerismo más duro-, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, presentó ayer lunes su renuncia ante el ministerio de Economía que conduce Martín Guzmán.

El funcionario, que ayer se reunió con Guzmán, se había enterado la semana pasada de que la dependencia que conducía hasta hace horas, pasaría a depender en el organigrama oficial del Palacio de Hacienda. Feletti es un alfil de Cristina Kirchner.

“Fue una buena reunión, como siempre. Ellos tienen buen vínculo”, contaron a La Nación desde el Ministerio de Economía sobre el encuentro entre Guzmán y Feletti. En Casa Rosada informaron que Feletti había anticipado su renuncia por la mañana y que el Presidente había decidido hacer cambios en el equipo.

El reemplazante será Guillermo Hang, hombre del directorio del Banco Central (BCRA) y con pasado en el Ministerio de Economía entre 2008 y 2015.

Guzmán se reunió esta tarde con Hang. Fuentes oficiales indicaron que Hang políticamente responde a Guzmán.

Por otra parte, el economista Agustín D’Atellis, que alguna vez militó en la agrupación que lideraban Feletti y Amado Boudou, irá al BCRA en reemplazo de Hang.

Feletti se enteró el martes pasado, en un cara a cara con Guzmán, que la Secretaría de Comercio Interior pasaría a depender del Palacio de Hacienda. Hasta entonces, estaba bajo el paraguas del Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, otro hombre con el que Feletti y Cristina Kirchner tienen cortocircuitos. La intención de Guzmán es que toda la botonera ligada a la inflación dependa de él. Kulfas y el ministro de Economía venían charlando esa posibilidad desde marzo pasado. “Van a haber adaptaciones (de la política de precios)”, habían adelantado el viernes.

Cerca de la vicepresidenta, contaron a La Nación que se trató de una decisión de Feletti, aunque indicaron que fue notificada a Cristina Kirchner previamente. “No se siente cómodo con el rumbo. El control de precios no es una política aislada”.