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El rechazo al aborto saca leve ventaja en Argentina

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Como en Uruguay, el debate se realiza en medio de manifestaciones por Sí o No. Foto: EFE

DEBATE

Diputados analizará el miércoles el proyecto de ley; la definición está en manos de 30 legisladores indecisos.

El miércoles la Cámara de Diputados de Argentina definirá la suerte del proyecto de ley que legaliza el aborto en ese país. Los bandos están parejos, aunque el rechazo a la legalización del aborto le saca una leve ventaja de 10 votos al respaldo al proyecto. De todos modos, la definición está en manos de 30 legisladores que se mantienen indecisos o no dicen qué votarán.

Hasta el momento, 117 diputados fijaron postura en contra de la iniciativa, 107 lo hicieron a favor, uno anticipó que se abstendrá y 30 se mantienen indefinidos. Hay declaraciones periodísticas de un puñado de indecisos que hablaron del tema y sugieren que están a favor del proyecto; también trascendió que otros que no hablaron podrían votar en contra, y hay versiones cruzadas sobre gran parte del resto, por lo que el final se mantiene abierto. En un clima tenso y ante denuncias de fuertes presiones, la cantidad de ausencias será otro factor determinante.

Del análisis pormenorizado del relevamiento previo surgen otros datos interesantes. De las 101 mujeres que tiene la Cámara Baja (casi el 40% del total), 50 se manifestaron en contra de la legalización, 42 a favor y 9 permanecen indefinidas. El panorama cambia entre los hombres. Si bien también son más los que se oponen, las cifras son más parejas: 67 en contra, 65 a favor y 21 indefinidos.

En los últimos días hubo movimientos de todo tipo: diputados que estaban indefinidos se pronunciaron a favor; otros que eran considerados indecisos aclararon que rechazan la reforma; varios que había trascendido que estaban a favor en realidad seguían indecisos, y unos pocos que se habían manifestado en contra optaron por postergar la definición. En casos como este último, incidieron los cambios que se introdujeron en el proyecto el jueves pasado.

Los últimos días estuvieron marcados por la discusión interna en el oficialismo, el espacio con el mayor número de indecisos. Son 11, sin contar a Emilio Monzó, que si bien no fijó postura, solo votará en caso de empate. En el oficialista Cambiemos hay, de todos modos, una clara mayoría que rechaza la iniciativa: son 65, contra 30 a favor.

El opositor Frente para la Victoria (FPV) es el único bloque de los grandes con una mayoría a favor de la reforma: son 51 a favor, 8 en contra y 6 indecisos. Entre ellos, podría haber una tendencia a favor.

Ajustes.

El proyecto final es un texto más moderado, con el propósito de construir una mayoría, pero mantiene el eje medular de la iniciativa: el reconocimiento del derecho de toda mujer o persona gestante de practicarse un aborto hasta la semana 14 de gestación. Además, el dictamen establece que, fuera de este plazo, la mujer podrá interrumpir su embarazo en caso de violación; si estuviera en riesgo la vida o la salud de la mujer, y si se diagnosticara la inviabilidad de la vida extrauterina del feto. Así, se modificó el artículo original, que habilitaba el aborto en caso de "malformaciones fetales graves", lo que generó un fuerte rechazo de asociaciones en torno a la problemática del síndrome de Down.

También se modificó el artículo que habilitaba a las menores de 16 años a practicarse un aborto sin la autorización de sus padres; el dictamen remite a lo dispuesto en el Código Civil y Comercial, que dispone que ante tratamientos invasivos —y el aborto lo es— las jóvenes de entre 13 y 16 años deben tener el consentimiento de sus progenitores. A pedido de varios legisladores, se incluyó en el texto la objeción de conciencia, la cual exime a los profesionales de la salud contrarios al aborto de realizar esta práctica.

En Uruguay el aborto fue despenalizado en 2012. Ley dice que se puede interrumpir el embarazo dentro de las 12 semanas de gestación.

POSICIÓN

"La Iglesia católica perdió el monopolio"

El jueves en Buenos Aires, una manifestación interreligiosa unió a judíos, musulmanes y católicos para decir "No al aborto". "La Iglesia perdió el monopolio", dice la socióloga Sol Prieto. "La gente sigue creyendo, pero tiene una posición independiente de la Iglesia Católica", señala. Un centenar de obispos emitió una declaración para pedir "soluciones nuevas que resuelvan los problemas sin necesidad de matar o interrumpir vidas de seres humanos". (AFP)

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