Mientras se conoció una nueva encuesta que indica que el gobierno de Brasil tiene una tasa de aprobación de apenas 8,8%, —subió un punto porcentual en tres meses— el Partido de los Trabajadores (PT), de la presidenta Dilma Rousseff pidió a la justicia electoral la apertura de una investigación sobre las finanzas del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

El Tribunal Superior Electoral (TSE) informó, el martes pasado, que el PT pidió determinar si en la campaña realizada el año pasado por el candidato presidencial del PSDB, el senador Aécio Neves, hubo algún tipo de fraude.

Según la denuncia presentada por el PT, existen indicios de que la campaña de Neves, quien en las elecciones de octubre fue derrotado en el balotaje por Rousseff, no declaró todo el dinero recaudado, lo que supondría un fraude a la ley electoral.

El TSE ya investiga —por un pedido realizado por el PSDB— a la campaña de Rousseff por motivos similares y también sospecha de que parte del dinero utilizado en la propaganda provino de las corruptelas de la estatal Petrobras, que salpican a importantes dirigentes del PT.

En octubre del año pasado, Roussseff obtuvo 51,64% de los votos en una reñida segunda vuelta contra Neves, que fue respaldado por el 48,36%.

La denuncia realizada por el PSDB sobre la posibilidad de que el dinero de la corrupción petrolera haya alimentado la campaña de Rousseff, es una de las apuestas de la oposición para anticipar el fin del mandato de la presidenta. Si se comprobara la veracidad de esta acusación, el TSE podría declarar nulos los comicios, con lo cual Rousseff se vería obligada a entregar el poder al presidente de la Cámara de Diputados, quien debería convocar a nuevas elecciones en un plazo de tres meses.

La presión del PSDB contra Rousseff también pasa por el Congreso, al que esa fuerza política pidió el inicio de un juicio con miras a la destitución, a raíz de maniobras en las cuentas que el Gobierno habría hecho para maquillarlas en 2014.

La presidenta defiende su gestión y acusa a la oposición de querer tomar el poder mediante un golpe.

En esa misma línea, el presidente del PT, Rui Falcaco dijo —después de una reunión de la dirección nacional del partido realizada el jueves, en Brasilia— que "quienes perdieron las elecciones el año pasado se han lanzado a aventuras golpistas" y se han sumado a "un movimiento general del gran capital contra los gobiernos populares. Enmarcó en esa supuesta ofensiva tanto los intentos de la oposición de pomover el juicio político para destituir a Rousseff, así como las investigaciones judiciales que están en desarollo sobre los negocios de Luiz Inácio Lula da Silva y uno de sus hijos.

En la reunión se aprobó un documento que denuncia los ataques contra Rousseff y Lula, los que según Falcao se dirigen en realidad contra el PT, debido a las políticas de inclusión que ese partido aplica desde que llegó al gobierno en 2003.

Falcao reiteró que el PT pretende que Lula vuelva a aspirar a la Presidencia en las elecciones de 2018, aunque éste no se ha pronunciado.

Este año, hubo tres jornadas de protesta con grandes movilizaciones en cientos de ciudades de Brasil reclamando el juicio político a Rousseff y el fin de la corrupción. Asimismo, surgieron reclamos de aumentos salariales en protesta contra el plan de austeridad que impulsa el gobierno.

En medio de este clima de tensión política, se conoció la encuestya realizada por la firma MDA, a pedido de la Confederación Nacional de Transporte (CNT), que mostró que 80,6% considera que Rousseff no sabe lidiar con la actual crisis económica de Brasil.

Asimismo, el gobierno registra una reprobación de 70%, mientras el 20,4% considera que la gestión es regular y el restante 0,8% no contestó.

La economía brasileña atraviesa un año crítico que proyecta irradiarse en 2016. La inflación medida a 12 meses fue de 9,49% en septiembre, el desempleo se mantiene en 7,6% y el real se ha depreciado cerca de 30% ante el dólar.

El escenario empeoró después de que la agencia S&P le quitó al país el grado de inversión, una decisión que se especula puede ser imitada por otras grandes agencias de calificación.

Rousseff es figura central de proceso político que logró sacar a 40 millones de personas de la pobreza.

Nueva encuesta muestra leve crecimiento de la aprobación al gobierno al 8,8%