A la hora exacta en que estalló la carga de explosivos ante el edificio de la AMIA en 1994, a las 9.53, comenzó ayer en Buenos Aires el homenaje a las víctimas del atentado terrorista. Como ocurre desde hace 21 años, la comunidad judía en Argentina volvió a pedir justicia. El presidente de la Federación de Comunidades Judías, Ariel Cohen Sabban, fue el encargado de formular el reclamo y apuntar contra el polémico entendimiento del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con Irán. "No podemos pactar con los asesinos", sentenció Cohen.

Otros tres actos fueron organizados en Buenos Aires por entidades representantes de familiares de las víctimas que discrepan con las posturas de la AMIA y los líderes de la dirigencia de la mayor colectividad judía de Sudamérica. Estas agrupaciones creen que el juicio que comenzará el próximo 6 de agosto ayudará a esclarecer el peor ataque terrorista en la historia del continente. Allí se enjuiciará al expresidente Carlos Menem, al exjuez federal Juan José Galeano, y al exdirigente comunitario judío Rubén Beraja, entre otros imputados. Se les acusa de ocultar pruebas y falsear pistas debido a confrontaciones políticas internas de la época menemista.

Pero tal vez la nota más emotiva de los homenajes provino del acto central, en el que participaba la hija del fiscal especial Alberto Nisman, cuya muerte aún no se aclaró.

"La muerte de Alberto Nisman nos hizo sentir los ecos de la bomba del 18 de julio, que todavía resuenan con fuerza", dijo el actual tesorero de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Ariel Cohen Sabban, en su discurso.

En el acto estaban presentes Iara Nisman, de 15 años, hija mayor del fallecido fiscal, y Sara Garfunkel, madre del ex titular de la Unidad Fiscal AMIA. No hubo funcionarios de primer nivel, aunque sí estuvieron algunos dirigentes de la oposición. La joven Iara Nisman subió al estrado para encender una de las velas en recuerdo de las 86 víctimas, contando a su padre. Tras abandonar el estrado la periodista Cristina Pérez, que ofició como maestra de ceremonias, leyó una breve nota escrita por la hija del fiscal.

"Quería agradecerles por el lugar dado en este homenaje a mi papá y transmitirles que, por más que mi dolor sea más reciente, entiendo y comparto el largo camino de búsqueda y sufrimiento que ustedes llevan hace 21 años —expresó la misiva—. Porque vi lo mucho que mi papá trabajó para que se haga justicia y escuché de él los detalles e historias de familias detrás del atentado".

"Tanto mi hermana Kala como yo, les pedimos que nos acompañen y ayuden a encontrar la verdad sobre lo que pasó con mi papá, sea cuál fuere y sin dar importancia a las cosas que a veces se dicen para ensuciarlo, porque él no se puede defender y le restan valor a su esfuerzo y trabajo", concluyó la nota de Iara Nisman.

Cohen planteó en su discurso que "es necesario volver a reclamar a Interpol la efectiva vigencia de los pedidos de captura internacional que pesan sobre los acusados". El listado lo integran el exministro iraní de Defensa Ahmad Vahidi, el exministro de Información Alí Fallahijan, el exasesor gubernamental Mohsen Rezai, el exagregado de la embajada de Irán en Buenos Aires Moshen Rabbani y el exfuncionario diplomático Ahmad Reza Ashgari. La Justicia también pidió la captura del exviceministro de Exteriores para Asuntos Africanos de Irán Hadi Soleimanpour, del expresidente iraní Alí Akbar Rafsanjani y del exministro de Exteriores Alí Akbar Velayati. Irán ha negado siempre las acusaciones.

"El 18 de julio de 1994 nos enfrentó con la peor cara de nuestra especie. 85 seres humanos asesinados por decisión de otros seres humanos. Pedimos a nuestro Gobierno que vuelva a la postura valiente que mantuvo durante años, y que redoble los reclamos en el máximo nivel internacional", pidió Cohen.

Los líderes de la colectividad judía apoyaron la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman por entender que no es posible acordar nada con un "estado terrorista".

Un juez y una cámara declararon inconstitucional el acuerdo, pero el caso aún sigue su camino hacia un fallo final de la Corte Suprema.

La línea de investigación que apunta a la autoría iraní del atentado es apoyada tanto por el Estado de Israel como por Estados Unidos, a la luz de las evidencias reunidas en el curso de las investigaciones.

Un contraataque sin medias tintas. Fiel a su estilo áspero, con denuncias y declaraciones de alto impacto político, el juez federal Claudio Bonadio salió al cruce de la decisión de apartarlo de a causa Hotesur, la que investiga el patrimonio de Cristina y Máximo Kirchner.

"Lo digo públicamente si aparezco suicidado, busquen al asesino porque no es mi estilo", fue la frase más explosiva —aunque no la única— que pronunció en una entrevista con radio Mitre. Con esas palabras, el magistrado pareció lanzar una advertencia ante el antecedente de Alberto Nisman, el fiscal del caso AMIA que murió en confusas circunstancias tras acusar a la jefa de Estado de encubrir a los acusados por el atentado, del que ayer se cumplieron 21 años. El magistrado habló sobre el caso Hotesur, cuestionó a la Sala I que lo desplazó de la investigación del patrimonio presidencial, habló de los dichos de Cristina Kirchner —quien se refirió con sarcasmo por Twitter a sus allanamientos— y hasta se metió en la campaña al revelar que habrían existido intentos para reunirse con Daniel Scioli. Además, el juez federal consideró una "cosa horripilante este intento de colonización y domesticación" de la Justicia por parte del kirchnerismo y aseguró que le dio "mucha tristeza" el tuit de la presidenta en el que, con ironía, sugirió la posibilidad de que él podía "allanarle" la fiesta de cumpleaños de su nieto. "Ayer, los ocho empleados que fueron a hacer los procedimientos estaban todos llorando. Se siente mucha impotencia, mucha frustración", afirmó Bonadio, al referirse a la decisión de los camaristas de sacarlo del caso Hotesur con "argumentos falaces".

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