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Enorme desafío a la Constitución

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El presidente Mariano Rajoy defiende la unidad de España. Foto: Reuter
Spanish Prime Minister Mariano Rajoy gestures during a meeting in Lleida, Spain, December 18, 2017. The banner reads "Spain is the solution". REUTERS/Albert Gea SPAIN-POLITICS/CATALONIA CAMPAIGN
ALBERT GEA/REUTERS

TIEMPO CRUCIAL

El texto fundamental de España cumple 39 años en medio de la campaña en Cataluña.

La Constitución de España cumplió 39 años, el miércoles pasado, entre voces que reclaman su reforma, en especial para adaptarlas a las exigencias de varias regiones que desean ampliar su nivel de autogobierno y la financiación de sus servicios.

La celebración coincide con la campaña para las elecciones regionales en Cataluña del 21 de diciembre próximo, convocadas por el Gobierno español para restablecer la legalidad constitucional ante el desafío independentista de las autoridades regionales.

Ese desafío, plasmado en una declaración unilateral de independencia aprobada por el Parlamento catalán el 27 de octubre, llevó al cese del Ejecutivo autonómico y la convocatoria de comicios regionales para volver a la legalidad fijada en la Constitución.

El 6 de octubre de 1978 los españoles aprobaron en referéndum (con un apoyo del 88,5 %) la Constitución que ha dado la más larga etapa democrática en el país, aunque existe un cierto consenso en que el texto, al que se llegó tras una dictadura militar de casi cuatro décadas, necesita una revisión.

La mayor parte de esas reclamaciones proceden del difícil encaje de algunas regiones en el modelo territorial y de financiación, que ha llevado en estas décadas de democracia a constantes reivindicaciones de mejora, en especial de los nacionalistas catalanes y vascos, ausentes hoy en la celebración del Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno y líder del PP (centroderecha), Mariano Rajoy, se mostró dispuesto a reformar la Carta Magna, aunque advirtió de que para ello debe existir previamente "una idea clara de lo que haya que hacer" pero, en ningún caso, "para contentar a los que quieren liquidarla", en alusión a los secesionistas catalanes.

Los socialistas, que son el primer partido de la oposición, confían en que 2018 traiga "la actualización de la Constitución" a través de una comisión parlamentaria que fue lo que su líder, Pedro Sánchez, exigió a Rajoy para apoyarle en la aplicación de las medidas legales del 27 de octubre en Cataluña.

El partido al que las encuestas dan como posible ganador de los comicios catalanes, ERC (republicanos de izquierda), rechaza la Constitución y su dirigente Marta Rovira ratificó que esa norma "impone un modelo de Estado uniformizador" que "ahoga" a pueblos como el de esa comunidad autónoma.

Rovira es la candidata virtual de ERC a un futuro Gobierno regional catalán, ya que el líder del partido, Oriol Junqueras, está en prisión preventiva, acusado de rebelión y sedición por los planes secesionistas, mientras el expresidente regional Carles Puigdemont, permanece desde hace varias semanas en Bélgica, adonde huyó de la Justicia española..

Un modelo menos radical es el de los nacionalistas vascos del PNV, aliados del Gobierno en los pasados Presupuestos del Estado y cuyo portavoz parlamentario, Aitor Esteban, dijo hoy que su partido es favorable a una posible reforma de la Constitución si aborda "la cuestión vasca y catalana, el reconocimiento de Euskadi y Cataluña como naciones".

El problema radica en que cualquier medida, en especial las relacionadas con la financiación de competencias, puede ser vista como una concesión a algunas regiones en detrimento de otras, y todas suelen estar muy vigilantes.

La presidenta de la región de Andalucía, la socialista Susana Díaz, se mostró pesimista sobre la hipótesis de una próxima reforma de la Constitución, por la actitud del PP.

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