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Elon Musk entró barriendo en Twitter y despidió a los cuatro directivos más importantes

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El empresario Elon Musk. Foto: AFP

COMPRA MILLONARIA

Solo el despido de Agrawal, Segal y Gadde le costaría al multimillonario unos 204 millones de dólares, entre las acciones que poseen y la cláusula “paracaídas dorado de compensación”.

Elon Musk, desde ayer viernes propietario de Twitter, dio sus primeros pasos en esta nueva etapa en la red con dos movimientos más o menos esperados: el despido de su cúpula directiva y su salida de la Bolsa de Nueva York, además de una nueva política de moderación de contenidos.

En la noche del jueves, Musk tuiteó “el pájaro ha sido liberado”, lo que fue interpretado como el anuncio de que la operación de compra de Twitter se cerraba por 44.000 millones de dólares, tras varios meses de vaivenes del imprevisible multimillonario, el hombre más rico del mundo.

Musk comunicó a los cuatro directivos más importantes de la red que estaban despedidos, entre ellos el consejero delegado, Parag Agrawal. Los otros tres ejecutivos despedidos son el jefe financiero de Twitter, Ned Segal; la máxima responsable legal y de políticas, Vijaya Gadde; y el abogado principal de la firma, Sean Edgett.

De acuerdo a medios estadounidenses, por lo menos uno de los ejecutivos despedidos fue escoltado por miembros de seguridad fuera de las oficinas centrales de Twitter en San Francisco.

Según el portal Marketwatch, solo el despido de Agrawal, Segal y Gadde le va a costar a Musk 204 millones de dólares, entre las acciones de la compañía que poseen y una cláusula de compensación que ellos habían previsto conocida como “paracaídas dorado de compensación”.

Quiénes pusieron

Para comprar Twitter, Elon Musk puso sobre la mesa una parte de su patrimonio personal, completado por fondos de inversiones y otras grandes fortunas, así como préstamos bancarios.

En un principio, el fundador de Tesla quería desembolsar unos 15.000 millones de dólares de fondos propios para la compra. Una parte importante de la oferta, alrededor de 12.500 millones de dólares, debía provenir de préstamos respaldados por sus acciones de Tesla, lo que le evitaba tener que venderlas.

Pero decidió poner más dinero en efectivo y renunciar a este préstamo. En dos tandas, en abril y agosto, Musk, de 51 años, vendió unos 15.500 millones de dólares de acciones de la empresa de autos eléctricos.

Musk, cuya fortuna está valorada en unos 220.000 millones de dólares por la revista Forbes, desembolsará entonces directamente más de 27.000 millones de dólares. A principios de año ya había adquirido el 9,6% de Twitter.

A estos recursos se suman unos 5.200 millones de dólares aportados por fondos de inversión y grandes fortunas, en particular de Larry Ellison, cofundador de Oracle, quien firmó un cheque por 1.000 millones, o Qatar Holding, controlado por el fondo soberano del Catar, Qatar Investment Authority.

A cambio de sus inversiones, serán accionistas de Twitter.

Completa este grupo el príncipe saudí Al-Walid ben Talal, quien transfirió las casi 35 millones de acciones que tenía.

El monto restante, de alrededor de 13.000 millones de dólares, es aportado por préstamos bancarios concedidos por Morgan Stanley, Bank of America, Mitsubishi UFJ Financial Group, Mizuho, Barclays, Société Générale y BNP Paribas.

Según documentos entregados a la autoridad estadounidenses de regulación de los mercados (SEC), Morgan Stanley presta alrededor de 3.500 millones de dólares.

Estos préstamos son respaldados por Twitter y es el grupo, y no Musk, quien se hará cargo de pagarlos.

Contenidos

Cuando Musk tuiteó que “el pájaro ha sido liberado”, el comisario de Mercado Interior de la Unión Europea (UE), Thierry Breton, le recordó que “en Europa, el pájaro volará según nuestras normas de la UE”.

Breton hizo referencia a la nueva ley comunitaria de servicios digitales, que regulará el contenido que se publica en internet y obligará a las grandes plataformas como Twitter, Google, Apple o Amazon a eliminar la información ilegal.

Unas horas después, y sin hacer alusión a esta advertencia, Musk, que suele definirse como un “absolutista” de la libertad de expresión, anunció en su propia cuenta de Twitter que creará un “consejo de moderación de contenidos” en la plataforma, que se caracterizará por incluir “puntos de vista ampliamente diversos”.

Salida de la bolsa

Otra de las decisiones de Musk en sus primeras horas como dueño de Twitter fue la de sacar a la compañía de la Bolsa de Nueva York, donde dejará de cotizar el próximo 8 de noviembre.

Desde el principio, Musk había dejado clara su intención de convertir a Twitter en una empresa no bursátil, privada.

En la notificación hecha ayer se confirma la fusión entre Twitter y X Holdings, el vehículo creado por Musk para ejecutar la operación y que será oficialmente el propietario de todos los títulos de la red social.

Libertad de expresión

Musk ha dicho que uno de sus objetivos es ampliar la libertad de expresión en Twitter, que considera coartada por las políticas de moderación de contenidos de la red social. Ahora está por ver hasta dónde llegará. Esta semana ha tratado de tranquilizar a los anunciantes avisando de que Twitter “no puede convertirse en un infierno” en el que todo vale y donde “puede decirse cualquier cosa sin consecuencias”. La plataforma, aseguró en un mensaje, debe convertirse “en un lugar cálido y acogedor para todos, donde cada uno puede elegir su experiencia deseada según sus preferencias” y donde se respeten “las leyes”.

Vetados

Se espera que se levanten los vetos impuestos a algunas figuras que han usado la plataforma para distribuir falsedades o incitar a sus seguidores a la violencia. El caso por excelencia es el del expresidente estadounidense Donald Trump, expulsado de Twitter tras el asalto al Capitolio protagonizado por sus partidarios en 2021. Musk ha dicho que es partidario de levantar el veto a Trump, que siempre vio como un “error”.

Usuarios de pago

La posibilidad de que las nuevas políticas de moderación conviertan a Twitter en un “salvaje oeste” amenaza con espantar anunciantes, que ahora mismo son la principal fuente de ingresos de la empresa. Musk, sin embargo, ya ha dejado claro que quiere que Twitter dependa menos de la publicidad y para ello planea aumentar el número de personas que pagan por usar la plataforma.

APP para todo

La idea de Musk es que, a largo plazo, Twitter se convierta en una app con muchísimas más funciones o que sirva de base para ese producto. “Comprar Twitter es un acelerador para la creación de X, la app para todo”, aseguró.

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