China puso ayer el broche de oro al día de festejos en conmemoración por el 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial con un espectáculo de música y baile en el Parlamento de Pekín.
Si por la mañana fue un coordinado desfile militar la forma del Gobierno chino de reivindicar su papel en la II Guerra Mundial, por la tarde hubo un sincronizado espectáculo de baile, música y acrobacias con ese mismo mensaje.
La gala tuvo lugar en el interior del Gran Palacio del Pueblo de Pekín —la sede del Legislativo chino—, un escenario poco habitual para eventos de este tipo situado a poca distancia de la plaza de Tiananmen, donde fue el desfile. El anfiteatro del Parlamento, donde el Partido Comunista celebra sus dos principales reuniones anuales, se vistió de gala con elaborados montajes de escenografía.
Representando episodios clave de la invasión japonesa en China, como la matanza de Nanjing, donde tropas niponas mataron a más de 300.000 personas, según cifras de Pekín, bailarines y gimnastas representaron las batallas, la resistencia y victoria del país asiático en tono patriótico.
Entre el público se encontraba la cúpula al completo del Partido Comunista, liderada por el presidente, Xi Jinping, y jefes de Estado extranjeros de los 30 que acudieron al desfile —entre ellos el presiente ruso, Vladimir Putin—, así como un grupo de veteranos de guerra. También Peng Liyuan, la primera dama china, familiarizada con estos espectáculos ya que en su día fue soprano del Ejército.
La conmemoración del fin de la Segunda Guerra fue la ocasión