Funcionó tres años sin permisos y después cerró sus puertas.

El Consejo de Educación Secundaria (CES) avaló los cursos dictados por un liceo privado de Rivera, pese a que este funcionaba sin contar con la habilitación de las autoridades.

Se trata del Liceo Privado Juan Pablo II, que abrió en 2012 y cerró en 2014. Allí se dictaban cursos de Ciclo Básico, pero esto se hacía sin la debida autorización por parte del CES.

Una resolución del pasado 26 de diciembre señala que "a los efectos de no perjudicar al alumnado que concurrió a dicho centro de estudio se entiende pertinente convalidad los cursos impartidos".

También advierte a los exdueños de la institución que en caso de querer "reiniciar sus actividades", deberán llevar adelante los "trámites correspondientes" para conseguir la habilitación.

Consultada sobre el tema, la consejera de Secundaria en representación de los docen- tes, Isabel Jaureguy, declaró a El País que el caso no es atípico, y que existen instituciones que funcionan sin habilitación, debido que puede estar el trámite en proceso.

"Casi siempre se demora por temas de infraestructura", declaró la jerarca, que también reconoció que hay centros públicos, como "el liceo Toledo 2", que si se midieran con la misma vara que a privados, "no podrían estar habilitados", debido a sus condiciones edilicias.

De hecho la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria está haciendo un relevamiento en todo el país de las infraestructuras de los liceos públicos. Lo que descubrieron fue que muchos edificios tienen peligro de derrumbe, filtraciones de agua, paredes y techos fisurados, techos de fibrocemento (material cancerígeno prohibido en Uruguay desde 2002), cables expuestos y presencia de insectos, roedores y aves, y otra larga lista de irregularidades.

El gremio ya presentó dos informes en este sentido y prepara otro. Entre las instituciones en estado más crítico está Toledo 2, del que advierten peligro de derrumbe.

EN RIVERA