Recorrida por las farmacias de ASSE en medio de denuncias

Dicen que faltante es igual a mutualistas, pero preparan compra en febrero.

Personal de la salud.
Foto: Leonardo Mainé.
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Por Agustín Magallanes
La entrega de medicamentos por parte de ASSE ha suscitado intensos debates en los últimos meses, incluso con citaciones parlamentarias. La oposición asegura que faltan remedios producto de la gestión actual, mientras que las autoridades lo descartan e insisten que el organismo descentralizado invierte más y mejor. El País visitó las farmacias de los hospitales Maciel, Pasteur y Pereira Rossell -tres centros icónicos de ASSE- para saber cuál era la realidad en cuanto a esto.

La sala de espera de la farmacia del Hospital Maciel está repleta. El monitor va a anunciando el siguiente número -con un sonido característico- y van circulando pacientes de todas las edades, con tapabocas, hacia los mostradores. “¿Le decimos la verdad o le mentimos?”, le preguntó una persona que trabaja allí a otra ante la consulta de si han notado algún problema con la entrega de medicamentos en los últimos días.

Tras intercambiar miradas cómplices sobre si hablar o no, definen que no y luego sugieren que esto lo responda otra persona quien, a su vez, prefirió no hablar del tema. Planteó de manera expeditiva que esto lo debería responder la dirección del hospital. El titular del Maciel, Aníbal Dutra, señaló a El País que es “totalmente correcta” la entrega de medicamentos sobre la calle Washington. “Hasta el momento, hemos entregado absolutamente todo. No hemos tenido discontinuidad, salvo en episodios vinculados a cuando un proveedor no pudo entregar. Actualmente estamos en un momento perfecto”, aseguró.

A unos 5 kilómetros de distancia, el calor sofocante de enero es apaciguado al entrar al Hospital Pereira Rossell. Allí pacientes y médicos, van y vienen, una y otra vez, todo el tiempo. En uno de los pasillos está la farmacia del centro de salud, ya sin bancos para la espera. Ante la misma consulta, una persona que trabaja allí dijo a El País que hay una demora “normal” con algunos fármacos -los cuales no precisó-, por demoras en el despacho de los laboratorios. Algunos usuarios, dice, se enojan cuando van y tal o cual medicamento no está, lo que implica volver de nuevo a buscarlos. Otra persona de esa área se limita a repetir “no podemos dar información”, e insiste que la consulta sea a otra repartición.

“En esta semana no hubo nadie que me llamara para decir que faltaba algún medicamento, ni médicos, ni reclamos de pacientes”, aseguró el titular del Pereira Rossell, Álvaro Galiana, consultado por El País. Puntualizó que “puede ocurrir en medicamentos raros; pero los de uso habitual, si faltan, me están avisando a los cinco minutos”.

A kilómetros de allí, en el corazón de la Unión, está el Hospital Pasteur. Para encontrar su farmacia se debe tomar por la calle José Antonio Cabrera hasta toparse con la Plaza de la Restauración. Sobre esa esquina está el local, que está al límite de su capacidad, donde se respeta la distancia de dos asientos libres, mientras que afuera otros tantos esperan parados, en una fila improvisada, y van relojeando el monitor que tiene dos listas: para sacar remedios urgente o el turno común. En este caso -así lo dice el ticket-, que hay 30 personas antes de llegar al mostrador.

Es cerca del mediodía, y al ingresar a la farmacia, se escucha que un señor lamenta en ventanilla: “Para que me dieran esto estoy desde las 8; una lucha”. Minutos más tarde, una señora agradece a los funcionarios mientras guarda varios remedios en una chismosa. Mientras, otros sacan número y buscan entrar sin tapabocas pero el protocolo se mantiene firme. Incluso hay quienes presentan quejas de que el hospital no se los entregue gratis.

Frente a la misma consulta de los otros centros, una persona que trabaja allí dice a El País que hay faltante de varios medicamentos -sin precisar cuáles- algunos por la demora de los laboratorios, y otros porque ya no se llevan más. Prefiere no seguir hablando y sugiere hablar con otra repartición. Ante la misma consulta, la subdirectora del centro, Alejandra Caputi, respondió a El País: “En el Hospital Pasteur no tenemos faltante de medicamentos, ni demora en las entregas”.

Lo que dice ASSE

“El medicamento que ahora nos falte es porque no lo tiene el sistema, no es porque no lo estemos comprando”, remarcó a El País el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani. Y puntualizó para el caso de faltantes entre los 974 medicamentos que brindan: “Lo que nos pasa a nosotros, te pasa en un prestador privado. Es porque los laboratorios demoran en entregarlo”.

Lo mismo remarcó a El País el director de Medicamentos de ASSE, Jorge Moreale. Si bien prefirió no hablar de falta de remedios, puntualizó que “siempre hay demoras con entregas de laboratorios, problemas con las órdenes de compra”, sobre todo al norte del interior del país.

“Lo que sí está pasando -que siempre ocurre en enero- es que debido a que los laboratorios tienen licencias en las primeras semanas, a veces las entregas de las últimas compras que se realizaron a fines de diciembre están demoradas”, aseguró el jerarca. Esto, dijo, “puede llevar algunos días de retraso y que se genere un desabastecimiento transitorio”.

De todos modos, insistió que “siempre hay alguna dificultad que puede llevar a que haya una demora en la entrega que a veces no está el medicamento hoy pero puede estar mañana, y esto pasa en todos los lugares, en lo público y privado”. Los reportes de demoras, en general, suceden en el norte del país, sostuvo.

Moreale dijo que es difícil de estimar las faltas porque se van guiando por denuncias del usuario, más allá del control interno. De todos modos, puntualizó que “a veces se atribuye que hay faltante de medicamentos y la causa es otro problema”, en referencia a que se va sin receta o que esta fue emitida en Montevideo y no se puede retirar en otro departamento.

Cipriani enfatizó el 11 de enero en la Comisión de Salud de Diputados que bajo su gestión aumentó 50% la compra de medicamentos, pasando de $ 2.900 millones en 2019 a unos $ 4.480 millones en 2022. En esa oportunidad planteó que al asumir “no existía un vademécum en ASSE para poder recetar los medicamentos, se recetaba lo que se quería”, así como “había tres sistemas informáticos que no se comunicaban entre sí”, y que “se compraba muy mal”.

Vinculado al último punto, el titular de ASSE señaló a El País que a fines de febrero esperan abrir las ofertas para cuatro licitaciones anuales de medicamentos (respiratorios y antialérgicos; antiinfecciosos; antiinflamatorios, antireumáticos analgésicos y anestésicos; y de cardiología). Este conjunto de remedios (llamado Grupo 1) se fijó a partir de la compra mediante la Unidad Centralizada de Adquisiciones (UCA) de 2017, que se fue renovando e irá hasta junio, cuando venza ese contrato.

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