PARAJE TRES ÁRBOLES

"Llegó pidiendo ayuda. Estaba con hambre y mojadou201d. Así relató el capataz de una estancia del paraje Tres Árboles el momento en que el piloto brasileño llegó a su lugar de trabajo, varias horas después de haber abandonado la aeronave en la que viajaba en la madrugada del domingo.

Eran las 8:30 del lunes y el capataz de una estancia ubicada a unos siete kilómetros de donde fue encontrada la avioneta, vio a un hombre totalmente mojado acercándose a su casa. u201cTenía un acento raro. Me dijo que había tenido un accidente y si lo podía ayudar, que estaba con hambreu201d, dice.

Enseguida, recuerda, sospechó que ese hombre podía ser un tripulante de la aeronave y le indicó el camino para llegar a ella pero él, cuenta, no quería y decía que la avioneta u201cestaba quebradau201d. u201cMe dijo que hacía como dos días había tenido un accidente y si lo podía ayudar. Se apareció todo mojadou201d, indicó.

En ese momento, con un poco de desconfianza por tratarse de alguien desconocido, lo llevó hasta un galpón dentro de la estancia y lejos de la casa principal. Luego le dijo a un compañero de trabajo que le llevara un café negro, ropa y algo dulce para comer mientras él llamaba al policía de Morató, su pueblo, para avisarle.

u201cLo dejé en ese galpón porque no lo puedo dejar arrimar a la casa si no lo conocíau201d, indicó el capataz. u201cDespués le llevamos un refuerzo de milanesau201d, cuenta y agrega que el brasileño se quedó durmiendo hasta que llegó la policía y lo detuvo. Seis horas más tarde la tranquilidad de esa estancia lejos del movimiento se volvió a quebrar.

El capataz estaba durmiendo la siesta y su mujer, que estaba en la cocina, le avisó que había otro hombre por los alrededores del establecimiento. u201cEl quería entrar, pero no podía porque estaba todo trancadou201d dentro de la casa, indicó y agregó que su esposa se asustó al ver al hombre aparecer por la parte de atrás de la casa. u201cAhí llamé al mismo muchacho del pueblo (por el policía) y al ratito vinieron y lo arrestaron frente a la casau201d, relató. El hombre era el otro tripulante de la aeronave, de nacionalidad boliviana.

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El ruido de la avioneta aterrizando en las inmediaciones de Tres Árboles sonó fuerte al tratarse de una zona rural. Tan fuerte que esa noche a pocos kilómetros del lugar se estaba festejando un cumpleaños de 15. Las personas que estaban ahí fueron las que le avisaron al policía de la zona Morató, Ramiro Escobar.

u201cJusto había un cumpleaños de 15, entonces la gente logró sentir el ruido de que algo había pasado. El ruido que se sintió fue cuando tocó tierrau201d, contó Escobar a El País.

El salón, explicó Escobar, da para el lugar donde aterrizó el avión. u201cYo llamé a mi superior para avisarle y ver si podía ir hasta ahíu201d, contó. Al rato fue hasta el lugar y encontró la aeronave. u201cLo primero que me fijé fue si había ocupantesu201d, dijo el policía. Pero a esa altura el ciudadano brasileño y el boliviano estaban caminado en la oscuridad en busca de refugio.

Escobar se quedó en el lugar u201chasta que llegaran los refuerzosu201d, dijo. u201cNo había nadau201d, dice sobre el interior de la aeronave, pero recuerda que por el suelo y cerca de la aeronave u201chabía unas bolsas con pan, incluso había un cargador de un celular en la calleu201d. Escobar indicó que él estuvo presente durante la detención de los dos hombres.