Publicidad

"Hubo un ataque público al rol que tienen los docentes"

Compartir esta noticia
"La actitud del FUM y el PIT fue de gran gallardía y entereza". Foto: A. Giudice
Juan Pedro Mir , director nacional de educacion, foto Adrian Giudice, 201510--
Adrian Giudice

La ministra María Julia Muñoz dijo que “no dio la talla” para ocupar la dirección de Educación; sin embargo, Juan Pedro Mir decidió no confrontar con ella. Dijo que le “sorprendieron” sus dichos, pero de todos modos advirtió que siente “mucho aprecio” por ella.

En cuanto al reclamo de los maestros de que la jerarca renunciara, Mir consideró la reacción como un “acto de gallardía y entereza”, al tiempo que sí consideró que los dichos de Muñoz eran “un ataque público al rol de los docentes”.

—¿Cómo le cayeron las declaraciones de la ministra María Julia Muñoz, que refiriéndose a usted dijo que era "un maestro de escuela que no dio la talla para el cargo (de director de Educación) porque no estaba capacitado"?—En lo personal me causó una sorpresa muy grande porque siempre aprecié mucho a Marita. Siempre, pero siempre, le tuve un gran aprecio.

—¿Se llevaban bien cuando usted desempeñaba el cargo de director de Educación?

—Siempre. Y la verdad es que me da cosa todo esto, porque yo quiero que le vaya bien. Creo que es una compañera que ha hecho grandes aportes al Frente Amplio.

—¿Apoya el reclamo de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) que pide la renuncia de la ministra?

—Paso. No puedo contestar eso. No voy a entrar en una confrontación con ella.

—¿Esperaba esta reacción del sindicato? ¿Se sintió contenido por la FUM?

—La actitud fue muy buena. Pero en realidad no fue un apoyo personal. Me he sentido sí apoyado y contenido por mi familia y mi sector político, pero lo que hizo el sindicato creo que fue más bien una clara y saludable defensa del magisterio en general. Celebro la postura de la FUM. Me pareció impecable. Igual que la del Pit-Cnt, que fue digna de un movimiento sindical.

—¿Pero no lo entendió como un apoyo personal?

—Creo que fue un apoyo no a mí, sino al lugar del maestro. Y esto es algo que me parece que la sociedad nunca puede perder. Como vareliano y republicano que soy, creo que hay cosas privadas y cosas públicas; las privadas no las hablo y las públicas creo que tienen que ver con lo político, y en esto me parece que la actitud del sindicato y del Pit-Cnt fue de una gran gallardía y entereza. Es decir, el ataque privado lo dejo de lado, no tiene sentido hablar de eso. El tema es el ataque público, porque acá hubo un ataque público al rol docente con esa bendita frase de que Juan Pedro Mir es solamente un maestro de escuela. Ahí hay un problema que es del país, porque Uruguay necesita que la escuela, los maestros y los profesores estén cada vez más resaltados en su rol fundamental.

—Pese a esto no quiere contestar si está de acuerdo con el reclamo de los maestros de que se vaya Muñoz...

—No, eso no lo contesto. No, porque eso sí sería resentimiento. No aporta nada que yo salga a decir "vos me dijiste tal cosa, entonces andate".

—¿Usted fue designado director de Educación por voluntad de la ministra Muñoz?

—Mi designación fue por iniciativa de (exsubsecretario de Educación, que dejó el cargo en solidaridad con Mir, cuando este fue relevado por el presidente Tabaré Vázquez) Fernando Filgueira y mi sector político, Asamblea Uruguay.

—¿Le parece que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) sigue adelante con el mismo rumbo que se había planteado cuando estaban usted y Filgueira en la cartera?

—No tengo herramientas para responder a esa pregunta.

—Vázquez decidió relevarlo del cargo luego de que usted dijera en una reunión del Frente Líber Seregni (FLS) que no estaban dadas las condiciones para cambiar el ADN de la Educación, algo que había sido una de las principales promesas de campaña del presidente. ¿Sigue pensando de la misma forma?

—Por el camino que se sigue estableciendo veo muy difícil que se cumplan las metas establecidas por el programa del Frente Amplio. Me parece sí fundamental, y muy interesante pues sería bueno para el país, que se trabaje en un amplio acuerdo político y social en torno a los objetivos de la educación con una mirada a 20 años.

—¿Con todos los partidos?

—Con todos. No sé si esto sumará o restará, pero creo que hay que trabajar por un acuerdo amplio. Donde se incorpore también, por supuesto, a los docentes. Lo mismo que se quería hacer para el petróleo. Esto lo pienso como maestro, como educador. Hay que empezar ya, porque acuerdos sobre temas centrales hay: sobre financiación, carrera docente, salarios, porcentaje de PBI que se debe destinar... Para mí ese es el camino. Creo que hay base social para esto. Hay acuerdos que se pueden lograr entre el FA, el Partido Independiente, el Nacional, el Colorado y también la gente de la Concertación, de Edgardo Novick. Todos saben que gane quien gane en 2019, si no hay mejoras ostensibles en educación no va a haber sostenibilidad de la convivencia nacional a largo plazo.

De director del MEC a maestro de escuela

Después de advertir que no estaban las condiciones dadas para “cambiar el ADN de la educación”, como había prometido el presidente Tabaré Vázquez durante la campaña electoral, Juan Pedro Mir se vio obligado a presentar su renuncia como director de Educación del Ministerio por pedido del mandatario. Esto fue en octubre de 2015 y en marzo de este año Mir volvió a trabajar como maestro de escuela. Lo hace en la escuela 121 de Punta Carretas y tiene a su cargo 25 alumnos de sexto año. Además, está elaborando textos educativos a cargo de la editorial Santillana, es profesor de Formación Docente en el Instituto Elbio Fernández y dijo que próximamente también dictará cursos de posgrado en el Claeh. Es militante de Asamblea Uruguay y consultado sobre sí volvería al gobierno en caso de que se lo pidiesen, contestó con un no rotundo.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
"La actitud del FUM y el PIT fue de gran gallardía y entereza". Foto: A. Giudice

JUAN PEDRO MIRCARLOS TAPIA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad