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Escultor critica estado de obras en Punta

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Jacques Bedel. Foto: Ricardo Figueredo
Nota a Jacques Bedel, artista plástico, escultor, Pta. del Este, 20170129, foto Ricardo Figueredo, Maldonado
Archivo El País

Artista argentino en el Este; fue quien hizo el obelisco del balneario.

El artista argentino Jacques Bedel no oculta su malestar. Acompañado por su esposa Florencia Berenguer, concedió una entrevista a El País al caer la tarde del domingo pasado. El lugar elegido fue el Paseo de las Américas del balneario esteño. Bedel llegó y revisó la escultura Obelisco, hecha por él. Refunfuñeó un poco y se tapó la nariz cuando se acercó a la misma. Sucede que además de embellecer y dar vida al citado paseo, la escultura es usada como baño público. Artista por naturaleza y arquitecto de profesión, Bedel presentó su exposición de fotografías en la Galería del Paseo de Manantiales.

Bedel tiene una estrecha relación con el balneario esteño. Es uno de los escultores vivos del concurso realizado a comienzos de los ochenta que luego dio vida al Paseo de las Américas.

Bedel y otros escultores llegaron a Punta del Este precedidos por una larga lista de premios internacionales. Su obra Obelisco es de las que mejor se mantienen. Salvo que el paso del tiempo y la falta de mantenimiento dejan al descubierto sus varillas de hierro que sostienen al hormigón.

Obelisco.

La obra es nada más ni nada menos que el obelisco de Punta del Este. "Esto es hormigón puro y simple. El proyecto original era mucho más alto. Quedó con menos altura", recuerda Bedel.

"Es como una navaja media petisa. La proporción era casi tres veces más alta. No fue una cuestión de presupuesto. Apenas era dos metros más alta. Sucede que se unificó la altura de todas las esculturas. Algo equivocado porque esta obra fue proyectada con una determinada proporción. Era un obelisco. Demoré una poco más de una semana en hacerla. Quizás en diez días. Pero no más. Las otras demoraron lo mismo", agregó.

El artista destacó que en otros países hay un mayor cuidado de las obras que se encuentran en los espacios públicos. "Es una diferencia abismal. En México hay un culto tanto del artista como de sus obras que están a la intemperie. Tiene obras extraordinarias y muy bien mantenidas. En Brasil ocurre lo mismo. En cualquier país civilizado el arte siempre marcó una trayectoria de lo que es la inteligencia del ser humano. En cambio, en nuestros países vamos para atrás en lugar de ir hacia delante", destacó.

Hace algunos años, su colega Gyula Kosice, recientemente fallecido, llegó a París y todo fueron elogios. Acá, su escultura El Abrazo, entre la Mansa y la Brava, que es vecina a la de Bedel, está en extremo deteriorada. "Es una escultura muy buena. Pero no se ilumina, no se mantiene, no se pinta. Le falta una bomba con un filtro", destacó el artista.

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Jacques Bedel. Foto: Ricardo Figueredo

PUNTA DEL ESTE

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