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Entre muros blancos y patios andaluces Punta del Este esconde el legado de una familia y una importante colección de arte. El Museo Ralli cumple este año un cuarto de siglo divulgando el arte latinoamericano para el público nacional y extranjero.

"Uno en su ciudad de origen va muy poco a los museos. El público común va mucho más cuando viaja. Lo mismo pasa con el turista que viene a Punta del Este", explica Serrana Prunell, directora del Museo Ralli de Punta del Este.

Con eso en mente, hace 27 años el banquero Harry Recanati y su esposa Martine Recanati resolvieron fundar un museo en Punta del Este al cual donaron parte de su colección.

El proyecto creció con la afición de los benefactores, quienes a partir del museo Ralli uruguayo crearon una organización que hoy nuclea cuatro museos más: uno en Santiago de Chile, otro en Marbella, España, y dos en Cesarea, Israel, uno de los cuales exhibe arte europeo. El resto tiene como objetivo divulgar el arte latinoamericano.

Con ese origen y ubicado en pleno barrio Beverly Hills, en una construcción de seis mil metros cuadrados diseñada específicamente para el museo por los arquitectos uruguayos Marta Casciani y Manuel Quinteiro, el Museo Ralli ocupa un sitial de prestigio en el concierto de lugares e instituciones vinculadas al arte del balneario.

Este año ese museo cumple 25 años y vive un proceso de transición, tras el fallecimiento de Harry Recanati, su fundador.

UNA COLECCIÓN. La historia comienza con un banquero sefardí, fundador del Discount Bank, jubilado de sus negocios que empieza a recorrer el mundo junto a su mujer y descubre Latinoamérica y su arte.

"Harry Recanati desde muy joven fue un coleccionista de arte europeo, que era el arte que conocía y con el que estaba en contacto. Nació en 1919 y estuvo en Europa en el apogeo del arte figurativo y surrealista que a él le gustaba", recuerda Prunell. "Con el paso de los años en Europa el arte figurativo se deja de lado en Europa y empieza el arte conceptual que no le parecía tan interesante. Y encuentra en Latinoamérica eso que ya no encontraba en Europa y la explosión de colores y artistas magníficos que no eran demasiado conocidos".

Ese arte lo cautivó. Entonces, Recanati se convirtió en un gran comprador de obras. "Una de las cosas que él decía era que si le gustaba una obra tenía la obligación de comprársela al artista, porque el artista vivía de su obra y debía vivir de ella", cuenta la directora que lo conoció desde los inicios del museo.

Por ese motivo todo lo que los museos Ralli exhiben es de propiedad del mecenas, desde los cuadros de Pedro Figari que ahora se muestran en Israel, hasta las esculturas de Salvador Dalí que pueblan el patio andaluz del museo en Uruguay.

UN LEGADO. Harry Recanati falleció en 2011. Antes había fallecido su esposa y también su única hija. Y antes sus hermanos. Su herencia es su colección de arte y los museos un legado que él esperaba durara 150 años. Para que eso se lograra él tomó los recaudos necesarios.

"Recanati dejó el mandato de que los museos tenían que funcionar 150 años. Estamos en los primeros 25, así que es una apuesta que la vemos a un futuro largo. Él dejo todo organizado para que los museos se pudiesen mantener", explica Prunell. "Tenía claro que si quería que los museos continuasen tenía que prever cosas a futuro".

Más allá de las previsiones económicas, Recanati en persona realizaba una tarea fundamental para mantener el catálogo de los museos vivo y cumpliendo el objetivo de exhibir artistas poco conocidos.

Él seleccionaba la obra que adquiría para las muestras y que recorría una diversidad importante de áreas, temas y países. Por eso, momentáneamente, esa tarea está suspendida.

"Estamos en la plan de investigación sobre lo que hay, para ya no comprar lo que nos gusta, si no lo que puede hacer bien a la colección", explica Prunell. "A futuro la compra de obras va a seguir porque fue de los mandatos que Recanati dejó, pero nos vamos a tomar un tiempito. Todavía tenemos mucha obra para seguir haciendo muestras. Hay obras diseminadas en distintos museos y que para una muestra particular se pueden reunir".

Este verano el museo exhibe su acervo permanente de pintura latinoamericana, figurativa y surrealista focalizada en los últimos 30 años. Algunas colecciones de artistas célebres como Salvador Dalí, John Robinson y Henri Delcambre y las exposiciones temporarias, que son cuatro: una muestra sobre Buenos Aires, una sobre vedutismo veneciano, una sobre desnudos en pintura latinoamericana y otra sobre Alexander Calder (Ver recuadro).

No son esculturas. El museo Ralli ocupa tres de sus salas para mostrar el trabajo en papel del escultor Alexander Calder, precursor de la escultura cinética. El artista estadounidense es reconocido por su desarrollo del móvil, en dimensiones pequeñas y luego monumentales. La muestra del Ralli abarca 25 años de trabajo del artista y exhibe una de sus aristas menos conocidas.