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Copan una casa vestidos con chalecos policiales

Conexión. En esa finca vivía un hombre, ahora procesado

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DIEGO CASTRO

Cinco individuos ingresaron en la medianoche del lunes a una finca en la zona de Nuevo París, con chalecos antibala, amenazando física y verbalmente a la numerosa familia que vive allí.

Ulises Correa dice sentir miedo, no por él sino por su familia. En la noche de lunes cinco sujetos, vestidos con chalecos antibalas de la Policía, llegaron en un automóvil marca Volkswagen de color blanco, al que le faltaba la matrícula.

Llegaron a la casa y al grito de "¡allanamiento!", comenzaron a revisar varios rincones del fondo de la casa en donde vive esta familia.

"Entraron y pidieron palas, querían saber dónde estaba la tina donde toman agua los caballos", dijo a El País una de las sobrinas de Correa.

Además cuentan que, mientras amenazaban a la familia, hubo agresiones físicas, sobretodo a las mujeres de la familia.

"A mi me agarraron de los pelos y a mi hija la agarraron del cuello", contó la hermana de Correa.

Los integrantes de este núcleo familiar afirman que "nadie se llevó nada". Es más, según la propia sobrina de Correa, "vinieron con una bolsa blanca que cuando se fueron no la tenían".

Sin embargo, fuentes policiales, confiaron a El País, que los individuos se llevaron un paquete, que podría ser droga. Este punto aún se está investigando.

Finalmente, y antes de retirarse, uno de los sujetos apuntó a Ulises Correa, con una pistola 9 mm. en el pecho, y lo amenazaron para sacarle el celular, ya que pensaron que estaba llamando a la Policía.

La familia entera coincide que este hecho tiene vinculación al inquilino que, hasta el miércoles de la semana pasada vivía en una de las casas que tienen en el terreno.

Se trata de Daniel Peñaloza, un hombre de 47 años, que ese mismo día fue apresado por el robo y copamiento de una inmobiliaria de la calle Millán, quien luego de realizar este ilícito, mantuvo como rehén a una familia entera.

Por el hecho fue procesado con prisión, junto a un sobrino de 20 años quien no poseía, hasta entonces, antecedentes penales.

En el hecho, ambos individuos se llevaron US$ 1.300 y $ 130.000, además de celulares de los empleados de la inmobiliaria a quienes redujeron.

Para Ulises Correa esta situación fue sorpresiva. Tenían conceptuado a Peñaloza como un hombre trabajador, que hacía fletes y que trabajaba en rubros tan dispares como la pesca o la leña.

El ahora procesado, alquiló una pieza en la casa de la familia Correa, por más de un año y medio.

En ese tiempo nada hizo sospechar que el hombre tuviera diez antecedentes penales, de los cuales el primero data del año 1977.

Otro de los elementos que maneja la familia Correa como sospechosos de esta extraña situación, es la misteriosa desaparición de la esposa de Peñaloza, exactamente 24 horas antes de los hechos.

Además afirman que, días atrás la policía realizó un allanamiento, este totalmente legal, donde se encontraron un rifle calibre 22, una ballesta y una moto utilizada en otros atracos.

"Antes de ese allanamiento, la mujer desapareció, pero después volvió. Ahora, después de lo de anoche, parece que se la hubiera tragado la tierra", sostienen.

Como medida principal, Correa manifiesta que solicitará ante la justicia otro allanamiento, para "que se lleven todo lo que sea de este tipo".

Sostiene que aparentemente no habría quedado nada "ilegal", pero "por las dudas yo no voy a tocar nada hasta que no venga la policía. Yo no quiero quedar adentro", manifestó.

el caso. Tal y como informara El País el pasado miércoles 17, Daniel Peñaloza, de 47 años, y C.R.P. de 20 años, fueron detenidos después de copar y robar una inmobiliaria en la que, después de reducir a nueve empleados de la firma, se robaron unos $ 130.000 y más de US$ 1.300, tras lo cual fueron rodeados por la Policía, escapando por el techo de la empresa, hacía el fondo de una casa de familia, donde permanecieron por casi dos horas escondidos.

En la casa, tomaron como rehenes a una familia integrada por un hombre de 71 años, una mujer de 72, su hija de 39 y una niña de 10 años de edad.

Los individuos fueron sacados del lugar, a pesar que una llamada al 911 indicaba que se habían alejado de allí, la cual se realizó, según hipótesis de la Policía, para despistar a los efectivos apostados en la zona, y que en ese momento rodeaban la manzana, impidiendo la escapatoria de los individuos.

Ambos fueron detenidos y procesados y ahora cumplen su pena en el Comcar.

Según pudo establecer El País, Peñaloza, quien también pasó por Cárcel Central durante este proceso, ahora está cumpliendo medidas disciplinarias dentro del recinto, aplicadas por mala conducta.

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