La Intendencia montevideana desplegó un operativo respaldado por 22 policías para apercibirlos.
Aunque la Intendencia de Montevideo (IMM) anunció que el viernes pasado iba a ser el último día que iba a permitir que los vendedores que no estuvieran autorizados pudieran ubicarse sobre la peatonal Sarandí, estos se resisten a abandonar el lugar y ayer volvieron a instalarse allí.
María Jesús Graña, integrante de la División de Información y Comunicación de la IMM, dijo a El País el viernes pasado que se trataba de “un acuerdo” que los artesanos “tienen clarísimo”, y a partir del sábado ya no podrían ubicarse en la peatonal.
Ayer, sin embargo, muchos artesanos concurrieron a la peatonal con sus mantas, para resistirse a la decisión de la Intendencia. Pero también lo hizo un equipo de inspectores de la comuna capitalina, los que fueron acompañados por 22 efectivos policiales.
El operativo generó algunos momentos de tensión cuando varios de los artesanos, que en principio no había desplegado su mercadería sino carteles que exigían que se les deje trabajar, se negaron a aportar sus datos personales a los inspectores.
Los inspectores levantaban una especie de acta de la presencia de los artesanos y les entregaban un certificado intimándoles a retirarse del lugar, documento que todos los vendedores rechazaron recibir.
Varios de los artesanos instalados en Sarandí aseguraron que reclaman que la Intendencia cumpla la promesa que les hizo de regularizarles la situación, pero nunca les hizo una propuesta concreta.
Uno de los momentos más ríspidos del operativo que se llevó a cabo en la mañana de ayer se vivió cuando los inspectores municipales requirieron los datos de tres artesanas de nacionalidad ecuatoriana, las que a los gritos se negaban a proporcionarlos acusándolos de racistas y xenófobos.
Otro artesano extranjero, un senegalés que habla poquísimo español, no entendía bien lo que pasaba, así como los inspectores tampoco conseguían comprender su nombre.
“Necesitamos trabajar, vivimos y comemos de esto, pagamos nuestras cuentas. No podemos seguir perdiendo jornales porque la Intendencia no plantea una solución”, declaró Vera Martínez a Montevideo Portal.
“Se nos dice que incumplimos una norma, pero esta misma administración la incumplió cuando recién asumió, porque nos realojó acá a muchos artesanos prometiendo regularización. Nos censaron un mes y luego esas promesas quedaron en la nada. Y ahora vienen en plena zafra a decirnos que no podemos trabajar más”.
Se espera que los artesanos vuelvan hoy y los inspectores y policías también, lo que puede generar algún roce.
DISPUESTOS A REGULARIZAR SU SITUACIÓN
Para evitar perder su trabajo y lograr que los dejen permanecer en la peatonal, muchos de los artesanos están dispuestos a pagar para estar ahí, y también a “reacondicionar y ordenar” sus puestos como la IMM quiera. “Estamos dispuestos a todo, pero no a que nos dejen sin trabajo de un día para el otro”, dijo en diciembre a El País una de las artesanas que fabrica juguetes y que está instalada en la peatonal hace seis años.
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