En una columna anterior referida a este tema comentamos el aumento de la circulación de virus respiratorios estacionales en las últimas semanas. En esta oportunidad, queremos sobre todo destacar el VRS (virus respiratorio sincicial), la Influenza (gripe) y el SARS Cov 2 (Covid) teniendo en cuenta que para los dos últimos además hay vacunas disponibles.

Nos sumamos a las recomendaciones de la Sociedad Uruguaya de Pediatría para prevenir que los más pequeños enfermen, pero también recordando cuáles son las personas más susceptibles a tener un cuadro por estos agentes que mencionamos previamente.

• Evitar exponer a los niños a personas enfermas o con síntomas respiratorios.
• No llevarlos a lugares donde se aglomeran personas y además son cerrados
• Ventilar los espacios cerrados
• Evitar la exposición al humo de tabaco
• Usar mascarilla si se está con personas que tengan síntomas respiratorios (en caso de los niños estas no están recomendadas, si para los adultos) .
• Para los adultos es importante recordar que al toser o estornudar deberíamos cubrir nariz y boca con la parte superior del brazo o el codo y no con las manos, si no se cuenta con un pañuelo desechable. Los niños pequeños es difícil que lo hagan correctamente pero debemos enseñarles a los que pueden comprenderlo.
• Higienizarse las manos con agua y jabón antes de comer, atender un enfermo, luego de cambiar pañales, regresar a casa, toser o estornudar. Pero además usar alcohol en gel o alcohol al 70% cuando tocamos objetos que fueron utilizados por otras personas como carros de supermercado, pasamanos o timbres de autobuses, teléfonos.

• Que las mamás que pueden y quieren amamantar, lo hagan. Este es el alimento ideal en los menores de 6 meses
• Si los lactantes o niños están enfermos no deben concurrir a los centros maternales, guarderías o jardines; eso ayuda a disminuir la circulación viral tan importante que tenemos en este momento. Se debe tener un cuidado especial con aquellos niños que tienen alguna comorbilidad o enfermedad de base.

Insistimos en la importancia de las enfermedades prevenibles por vacunas, con ellas evitamos formas graves de las mismas, hospitalizaciones y muerte.

Además de llevar un CEV al día es importante recordar:

• Vacuna antigripal (en caso de los niños a partir de los 6 meses junto con personas de su entorno cercano, insistiendo en esta protección en los cuidadores de menores de 6 meses)
• Vacuna antiCovid (a partir de los 5 años )
• Vacuna contra la tos convulsa en la embarazada, con cada gestación a partir de las 28 semanas que genera inmunidad en su bebé hasta que complete las tres dosis de la pentavalente a los 6 meses de vida .

• Por VRS
  
  • Los menores de 5 años, pero hacemos hincapié en los menores de 1 año
  • Los que fueron prematuros, sobre todo los menores de 32 semanas
  • Los que tienen comorbilidades como displasia broncopulmonar y cardiopatías congénitas , trastornos neuromusculares, inmunodeprimidos
• Por Influenza
  
  • Niños menores de 5 años, en especial los menores de 2 años.
  • Los niños y adolescentes de cualquier edad con comorbilidades o condiciones médicas como: inmunodeprimidos, asma, enfermedades neurológicas, pulmonares, cardiovasculares, hematológicas, renales crónicas, diabéticos y obesos
• Por COVID

En este caso los niños y adolescentes con comorbilidades como referimos para Influenza son más suceptibles.

Las enfermedades virales no son privativas de los niños, sino que los adolescentes y adultos las adquieren y son quienes contagian a los más pequeños. Por tanto si hay una contraindicación por edad para que un niño reciba la vacuna antigripal o Covid somos los adultos los que debemos recibirlas para protegerlos.

Debemos consultar ante una enfermedad respiratoria en cualquier etapa de la pediatría si el niño tiene:

• Dificultad para respirar.
• Respiración más rápida y frecuente de lo normal
• Retracción costal (se hunden las costillas o sobre el esternón)
• Mal aspecto general, sensación de que el niño no está bien, o no mejora.
• Cambios de coloración en la piel (palidez, color morado o aspecto marmóreo).
• Confusión o desorientación, decaimiento importante, no quiere jugar, no despierta con facilidad.
• Ruidos al respirar.
• Rechazo de alimentos: no quiere alimentarse o vomita todo.
• Fiebre alta, en especial con chuchos

Para finalizar, recordemos la recomendación de no enviar si se puede a los menores de 3 años al jardín si en casa hay un lactante pequeño para evitar el contagio.

Las vacaciones de julio fueron establecidas justamente para disminuir la circulación viral. Tal vez las autoridades de ANEP con los datos epidemiológicos actuales deban replantearse las fechas y duración de las mismas. Cuidar a los más pequeños es responsabilidad de todos

Alicia Fernández

Médica pediatra. Especialista en cuidados intensivos de niños, jefe del servicio de pediatría y del CTI de la Asociación Española. Docente universitaria.

Podés seguir a nuestra pediatra de cabecera en Twitter como @AliFernandezUY