Completá la frase: Durante el
climaterio
mis mamas...
a. Se me achicaron
b. Me crecieron
c. Me duelen
No importa cuál elegiste o si fue más de una de las opciones de la lista, la verdad es que todo eso puede pasar y es normal.
Durante la perimenopausia puede ser que empieces a notar cambios en el tamaño y la forma de tus senos. A medida que se acerca la menopausia, los niveles de estrógeno descienden y las glándulas que producen la leche se encogen y pueden hacer que los senos también lo hagan. Eso hace que se vuelvan menos densos y más grasos, lo que puede provocar flacidez.
Cuando tenemos 30 años el tejido glandular predomina sobre el tejido graso en una proporción aproximada de 90/10. A los 50 años suele ser 50/50, y cuando ya pasamos por la menopausia esa relación cambia a 20/80.
Por otro lado, 1 de cada 5 personas experimenta un aumento en las mamas que puede estar relacionado a la caída de la progesterona, la tendencia a ganar peso en todas las partes del cuerpo, incluido el pecho, y la retención de líquidos.
Durante la vida menstrual, algunos días antes de venir la menstruación, es normal la acumulación de líquido en los senos lo que nos hace sentirlos más hinchados, sensibles o dolorosos que en otras épocas del mes. Debido a que los cambios hormonales de la perimenopausia hacen que tu ciclo sea irregular, el dolor en los senos puede aparecer de manera impredecible.
Consultá a un profesional de la salud cuando:
- Sientas cambios notables en el tamaño y la forma de los senos, particularmente si ocurre solo en un lado
- Cambios en la textura de la piel
- Secreción inexplicada del pezón
- Hinchazón o bulto en la axila o alrededor de la clavícula
- Bulto o área anormalmente firme en el seno
- Dolor de seno persistente