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Algunas mentiras sobre la intimidad que nos impuso Sex and The City

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Sex and the City

Intimidad

La serie marcó un antes y un después en la televisión. Sin embargo, algunas de las cosas de sexo que nos enseñó no eran tan reales.

Sex and the City fue una serie épica, pero en muchas ocasiones era muy irreal. Y no sólo me refiero a la ropa que usaba Carrie o al estilo de vida que llevaban las demás, sino a los estereotipos del sexo que trataban de meternos a la cabeza.

Un pene pequeño es igual a mal sexo: En el mundo de Samantha Jones, un miembro pequeño era peor que acostarse con un criminal. Pero en la realidad, ¿en serio es tan malo? Cada quien tiene sus gustos, y algunas prefieren los paquetes de un tamaño menor con un hombre que sepa lo que hace.

Intervenciones de vibradores: Si tus amigas se metieran a tu apartamento y confiscaran tu juguete sexual, seguramente su amistad llegaría a un punto muy raro y más íntimo de lo normal. 

Acostarse con extraños es increíble: Un ‘toco y me voy’ puede ser bueno, puede ser accidental, o puede ser fatal. Además, ¿con qué frecuencia los realizás? De alguna forma, Samantha siempre tenía un orgasmo durante el sexo casual, pero su vida parece una película porno, ¿cómo hace? Ah, cierto, ¡no es real!

Hay hombres guapos en cada esquina: Por alguna extraña razón, la mayoría de los hombres con los que salían ¡siempre eran guapos! O bueno, tal vez no siempre, pero al menos siempre tenían opciones casi casi en cada esquina. Sabemos del encanto de Nueva York, pero en la realidad hay que buscar con una lupa.

Podés tener sexo con cualquier hombre toque a tu puerta: Hoy, el cartero está ahí entregando el paquete de las 3 de la tarde y tu estás de humor para algo más. ¡Fácil! Suponiendo que el cartero sea guapo , ¿en serio harías algo así?

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