El mercado de la healthy food , sin procesar, apta para vegetarianos, veganos o sin gluten ha crecido en los últimos años y, con él, los emprendimientos en torno al sector. Desde 2016 la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) ha apoyado a más de 25 proyectos dirigidos al mercado de la alimentación saludable, con el fondo Semilla ANDE que actualmente alcanza los $ 900.000. Dentro de los emprendimientos beneficiarios de este fondo, hay varios de producción de paté vegetariano, alternativa gastronómica que entró al mercado hace unos años y llevó a varios extranjeros a generar negocios en Uruguay, vender en grandes cadenas e incluso trabajar para exportar.
Nuevas preferencias de los consumidores revelan oportunidades de negocio. Alejandra Tarrech, dueña de la tienda natural Delishop, explicó a El Empresario que el mercado ha cambiado, los consumidores «están más abiertos a probar otras cosas», y que el paté vegetariano tiene buena demanda.
«Hace un par de años que la alimentación saludable es trendy, la gente se aboca mucho más a la comida saludable y eso va en crecimiento. Las personas prefieren comer cosas con determinadas características, más sanas y caseras», dijo. Años anteriores era más común ver en el mercado versiones importadas de estos productos y algunas alternativas «más artesanales», que quizás tenían «menos vigencia», agregó. Pero ahora, con la aparición de varios emprendimientos uruguayos, el panorama cambió. Hay más variedades, sabores, y la presentación en frasco de vidrio «es un llamador, porque la gente lo prefiere de esa manera», indicó.
El perfil del público que va tras estos productos tiene entre 20 y 45 años y son «más abiertos a probar cosas y están más informados sobre los beneficios de los alimentos», detalló.
Gabriel Martínez, director de El Naranjo —cadena de tiendas naturales— sostuvo que el mercado de las «pastas vegetales» es pequeño aún y que el producto, que compite en parte con el hummus —pasta de garbanzos— «todavía no ha encontrado estabilidad». Aún no es un producto que participe a nivel masivo en la dieta promedio de los uruguayos, pero «eso no quiere decir que no tenga proyección», subrayó.
Algunos consumidores buscan los patés vegetarianos para sustituir los cárnicos, para incorporar más vegetales a su dieta y para una alimentación más equilibrada. Las tendencias de alimentación vegana han impulsado el desarrollo de estos productos. Estas pastas suelen usarse como dip de vegetales, para acompañar picadas, panes y ensaladas. La demanda por estos patés aumenta en temporadas de calor, ya que se asocian a las picadas, comidas por festividades, vacaciones o encuentros, coincidieron los empresarios.
Emprendedoras
Rancho Kiaora fue uno de los primeros emprendimientos uruguayos en apostar por el paté vegetariano. Su fundadora, la argentina Agustina Penco, comenzó a producir paté de vegetales como remolacha para consumo propio y luego formó el negocio.
Con una pequeña producción en Aiguá empezó vendiendo en ferias artesanales y tiendas naturales. Trabajando con el Programa Sembrando ingresó en las grandes superficies, como Grupo Disco Uruguay (GDU) —Disco, Devoto y Geant— y también en Farmashop. Tras obtener el capital Semilla ANDE invirtió en una planta de producción y ahora estudia exportar a Brasil, a donde puede llegar vía terreste y abaratar la operación, ya que los altos costos productivos «son la barrera más grande que tenemos a la hora de salir al resto del mundo», comentó. De concretarse ese negocio, el siguiente paso será apostar por otros mercados de la región.
En Florida, Victoria Scarello y su esposo Domenico Bruzzone también emprendieron en el rubro con paté de aceitunas, un producto típico de su Génova (Italia) natal. Su marca, Pique Roto, también incluye aceite de oliva y aceitunas en conserva. En 32 hectáreas en Casupá, producen sus propios olivos. Por año trabajan con 3,5 toneladas de aceitunas para hacer cerca de 6.800 unidades de productos. En 2023 lograron unos 1.700 frascos únicamente de paté.
Emprendieron con inversión propia, trajeron plantas desde Italia y también importaron la tecnología con la que trabajan. Sus productos se venden en supermercados y tiendas gourmet en diferentes departamentos. Trabajan con Sembrando, que los ayudó a tener «mucha visibilidad», destacó Scarello. Ya exportan aceite y están en conversaciones con clientes para poder vender paté a Brasil y Canadá.
Yoselin Rodríguez y Yenny Martínez también llegaron a Uruguay desde el exterior (Venezuela) y encontraron en este rubro una oportunidad de negocio. Su emprendimiento, Andina de alimentos, empezó en el Centro de Desarrollo Económico Local (Cedel) de Carrasco, con una línea de condimentos sazonadores a base de ajo. Luego incorporaron la producción de untables como la pasta de ajo. Iniciaron con inversión propia y pelando ajos a mano, y luego, gracias a fondos de ANDE, compraron máquinas.
El emprendimiento creció de a poco. Primero vendían en tiendas naturales y verdulerías y luego comenzaron a abastecer a restaurantes con condimentos a granel y pasta por kilo. Después, con el apoyo de Sembrando, ingresaron en 16 supermercados de GDU, que hoy suponen el 70% de sus ventas.
