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Joan Baez y el largo adiós a los escenarios

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Joan Báez se despidió del público en el Teatro Real de Madrid, tras 60 años de actuaciones.

NOMBRES

La Dama del Folk completa su última gira en España para despedirse de los escenarios luego de seis décadas, una leyenda viva de la música.

Su voz de mezzo soprano es inconfundible. Por años representó a la canción de protesta en su expresión más sublime. Su lugar en la historia de la música moderna es indiscutible y ya su huella sonora quedó impresa para siempre. Con sencillez y sin el menor signo de sentimentalismo está anunciando su despedida de los escenarios. Sí, pasará a retiro.

Joan Baez (78) hizo de la música folk norteamericana su instrumento y, junto a Bob Dylan -de quien fue pareja sentimental y musa inspiradora a principios de la década de 1960- la convirtieron en un género mayor.

Hace pocos días anunció su retiro en el Teatro Real de Madrid, donde realizó una serie de recitales, y empuñando su guitarra acústica con la blanca cabellera que es ahora su característica lo dijo con sencillez y sin muchas vueltas. “Este es mi último concierto de mi última gira”, anunció ante unas dos mil personas.

Seis décadas de conciertos en vivo, 5.000 escenarios visitados en todo el mundo, veintidós discos editados, grabaciones junto a los mayores pesos pesados de la música moderna.

Su padre era Albert Báez, había nacido en Puebla, México, en 1912. Su padre, el abuelo de Joan, se convirtió al metodismo y fue pastor cuando decidió mudarse con su familia a Nueva York.

El pequeño Albert se crió en Brooklyn y, aunque se encaminaba a seguirle los pasos al padre, terminó estudiando matemáticas y física. Con el tiempo desarrolló una carrera científica y terminó siendo coinventor del microscopio de rayos X.

En cuanto a su madre no podía tener una historia más diferente. Nacida en Edimburgo (Escocia), Joan Bridge, era hija de un sacerdote anglicano descendiente del Duque de Chandos. Una mujer de carácter, lo que tal vez le valió el apodo con el que se la conoce: Big Joan.

Conoció a Albert en el baile de fin de año de secundaria en Madison, New Jersey, y poco después se casaron. El joven matrimonio se mudó a California, donde terminaron asentándose. Allí tuvieron tres hijas: Pauline, Mimi y Joan.

Cuando Albert Báez comenzó a trabajar para la Unesco la familia debió cambiar de domicilio varias veces, tanto a través de Estados Unidos como en Inglaterra, Francia, Suiza, España, Canadá e incluso en Irak a principios de la década de 1950. El contacto con la música comenzó desde muy temprano. Era una adolescente cuando un amigo le regaló un ukelele y con ese, su primer instrumento, comenzó a interpretar rhythm & blues. La veta del activismo social y político se despertó pronto en Joan, que desde muy joven comenzó a militar por los derechos civiles y varias causas sociales.

El año 1958 fue clave para Joan Baez. Su padre había obtenido un empleo en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets (el MIT, por sus siglas en inglés), y Joan comenzó a vivir en el ambiente musical de Boston y Cambridge. Por entonces se vivía un resurgimiento del folk mientras el rhyhtm & blues le abría paso al rock & roll. Y ese año en el Club 47 de Cambridge Joan dio su primer concierto. Entre el público se encontraban sus padres, su hermana Mimi. Su novio, algunos amigos y ocho clientes del local. Un éxito. Lo cierto es que después de aquella vez Joan comenzó a dar dos conciertos por semana, ganaba 25 dólares por cada actuación.

Un año más tarde estaba grabando su primer álbum, una colección de canciones folk, baladas y blues que se convirtió en un éxito. El disco se llamaba simplemente Joan Baez. Obtuvo el disco de oro gracias a las ventas del álbum que incluía un tema en español, El preso número nueve, que regrabaría más adelante.

En el reverdecer de la canción folk Joan Báez brillaba junto a un puñado de artistas notables de la talla de Bob Dylan, Joni Mitchell, Bonnie Raitt, o Emmylou Harris.

La artista fue un ícono de la canción de protesta de los agitados 60'.
La artista fue un ícono de la canción de protesta de los agitados 60'.

BOB & JOAN. Entre 1960 y 1965 la relación entre Joan Báez y Bob Dylan alcanzó los tonos más altos de una balada romántica. Una relación que Joan Báez recordará luego con cierta ironía en la película de Martin Scorsese (Rolling Thunder Revue: Una historia de Bob Dylan), pero que terminó por enriquecer la carrera de ambos hasta su separación. Fue precisamente durante una de las giras de Rolling Thunder Revue, pero en 1975, que Bob y Joan volvieron a encontrarse para componer y cantar, ya como un par de enormes monstruos sagrados de la música moderna.

En los agitados años de fines de la década de 1960, mientras comenzaba un fuerte activismo pacifista contra la guerra en Vietnam, sobre todo, Joan Baez se convirtió en un símbolo de esa lucha. En octubre de 1967 Joan y su madre (Big Joan) fueron encarceladas en una prisión militar junto a otras 70 mujeres que protestaban contra la guerra en Oakland, California. Durante los meses que pasó en la prisión Santa Rita Jail conoció a quien poco después se convertiría en su esposo, David Harris. Aunque mujeres y varones se hallaban separados, David se las ingeniaba diariamente para ir a verla.

Con Harris tuvieron un hijo, Gabriel, que luego del divorcio unos años más tarde siguió viviendo con su madre. La intensa vida de la artista la llevó por distintos derroteros y en la década de 1980 fue novia del empresario Steve Jobs, quien poco después cofundaría Apple Computers. En 2011, Baez cantó en el funeral de Jobs.

Ahora, 60 años después de aquél primer recital para unos pocos, Joan Baez se despide de los escenarios.

Joan Báez y Bob Dylan fueron novios en la década de 1960.
Joan Báez y Bob Dylan fueron novios en la década de 1960.

El lenguaje del amor

“No paré de mirarla desde el primer momento que la vI. No quería ni parpadear. Su suspiro me hacía suspirar. Y luego estaba su voz. Una voz que apartaba los malos espíritus. Cantaba con esa voz que te lleva directamente a Dios. Todo funcionaba perfectamente en ella”, cuenta Bob Dylan en sus Crónicas, al narrar cómo conoció a Joan Báez. Las referencias cruzadas de ambos en su obra son varias. Dylan recuerda esta relación en particular en el tema Spanish is the Loving Tongue (El español es la lengua del amor), una vieja pieza de folk que Joan le había hecho descubrir en aquellos años lejanos.

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