FRAY BENTOS | DANIEL ROJAS

El agua de OSE con olor y sabor llegó a Fray Bentos, Salto y Paysandú. El fenómeno producido por presencia de algas empezó este año en Bella Unión en enero. El problema llevó a que en Río Negro aumentara el consumo de agua embotellada.

"El problema está radicado en la calidad del agua del río" y afecta a todo Fray Bentos, dijo el ingeniero Daniel Ceva, jefe técnico local de OSE.

El origen del olor y sabor a "agua de río" está dado en la fuerte concentración de metabolitos de las algas, que reaccionan ante la presencia de cloro. El fenómeno también se viene registrando en Salto y Paysandú, confirmó otra fuente de OSE.

La situación en las tres ciudades es mucho menor a lo ocurrido a principio de año en Bella Unión, agregó (ver Verano en Bella Unión).

Cuando se hierve el agua es cuando se hace aún más perceptible el fenómeno, aunque en todos los casos depende del grado de sensibilidad de la persona. Daniel Ceva aclaró que la problemática no deriva en perjuicios a la salud. "No existe ningún riesgo sanitario, el agua es perfectamente apta para el consumo", señaló.

La otra fuente también dijo que el agua tampoco genera riesgos sanitarios en Salto y Paysandú.

En Fray Bentos, el fenómeno se registró durante viernes y sábado, pero la gente comenzó a presentar su inquietud a partir del lunes, sobre todo a través de las radios locales, al observar que el problema continuaba.

Al día de hoy la situación está superada, aunque depende de los barrios y su cercanía a la usina del ente acuífero, única proveedora de la ciudad.

"La única diferencia es el tiempo en que el usuario tome el agua porque hay lugares que están más alejados y el agua está más tiempo en la red en contacto con el cloro. Quienes están más cerca la toman antes", dijo Ceva. Si bien el agua del río Uruguay continúa con las mismas características de algas, la situación está bajo control mediante la "aplicación de productos químicos que generalmente no usamos, excepto para estos casos", explicó el representante de OSE.

No obstante, el jefe técnico de OSE aclaró que de acuerdo a la experiencia vivida en el Norte del país, donde recién está disminuyendo el fenómeno en Salto y Paysandú, hace prever que en OSE Fray Bentos "tengamos que convivir con este problema por lo menos una semana más".

Embotellada. El fenómeno provocó inmediatas reacciones en la población. Mientras algunos restaron importancia al olor y sabor en el agua corriente, están quienes por precaución optaron por dejar de consumirla transitoriamente. Aun así, la venta de agua mineral ha sido dispar en diferentes comercios de la ciudad.

En supermercado "La Familiar" y "Autoservice Lucil" el agua embotellada que se comercializó no registró un aumento considerable.

Estefanía, la encargada de este último negocio, dijo a El País que las ventas "han sido normales, nada fuera de lo común". Sin embargo, en el supermercado "Los Trigales" el efecto del agua con olor se hizo sentir rápidamente. "Hemos vendido mucho más que en días normales. La gente lleva los bidones de 5 y 6 litros porque dice que el agua de la canilla es intomable", comentó Lorena, una de las cajeras del negocio ubicado sobre la principal avenida de la capital de Río Negro.

La posible exoneración de la tarifa de OSE en Salto, Fray Bentos y Paysandú, por el problema en el agua, aún no fue decidida por el organismo estatal. "El fenómeno no se está dando por un error de OSE", explicó la fuente consultada.

Gran parte de los 13.510 habitantes de Bella Unión constataron que el agua estaba diferente el miércoles 30 de enero de este año, cuando al abrir la canilla sintieron un fuerte olor, parecido al insecticida gamexane que se utiliza para matar hormigas. El problema con el agua duró más de 13 días. OSE realizó un tratamiento especial para matar las algas, pese a eso el olor y el sabor siguieron, aunque era totalmente potable, según OSE. En ese período hubo más casos de cólicos en la ciudad. Por esta situación la Intendencia de Artigas instaló el Comité de Emergencia en la ciudad. OSE envió camiones cisternas.

Los vecinos afectados reclamaron la exoneración del pago de la tarifa como consecuencia del problema en los servicios. El organismo estatal decidió no cobrar la factura a los afectados en el período que duró el problema.