Publicidad

Mitos, historias y cuentos del fútbol

| El gol de Morena en su regreso con el "pitazo" de Cerullo y cuando Carrasco y Berrueta no encontraban el Nasazzi

Compartir esta noticia

JOSE MASTANDREA

La noche del 25 de noviembre de 1981, Peñarol derrotó 3 a 2 a Nacional en un clásico que quedó en la historia de los campeonatos uruguayos como el del "pitazo de (Roque Tito) Cerullo". Fue el primer clásico de Fernando Morena después de su pasaje por el fútbol español donde había jugado en el Rayo Vallecano y el Valencia.

Según recuerda Fernando Morena, autor de dos goles de los tres goles aurinegros, "iban veintisiete minutos de juego cuando se dio la jugada polémica. Ruben Paz (Nacional marcaba al hombre) recibió la pelota, me muestro como para tirar la pared, lo trabaron y se cayó. En ese momento yo estaba de espaldas al arco, recto al palo derecho, le pegué de zurda y se metió abajo. Me acuerdo que salí gritando el gol y vi que los jugadores de Nacional protestaban", recuerda el goleador.

"Después, en el vestuario le pregunté a mis compañeros que había pasado. Me dijeron que protestaban que Cerullo había hecho sonar el silbato. Pero puedo asegurar que no sonó. Se agachó, es cierto, pero lo hizo para dar ley de ventaja cuando marcaron a Ruben Paz", admite con envidiable memoria.

Peñarol ganó con dos goles de Morena y uno de Ernesto Vargas. Para Nacional habían anotado Julio César Morales y Alberto Bica. Peñarol, dirigido por Luis Cubilla terminó coronándose Campeón Uruguayo.

¡SE PERDIERON! En la temporada ’84, la directiva tricolor apeló a una renovación en la conducción técnica del equipo. Nacional venía de obtener el Campeonato Uruguayo 1983 con aquel conjunto de las estrellas dirigido por Víctor Espárrago. Quedó la base pero hubo cambios no sólo en la dupla técnica sino también en el plantel. Luis Garisto y el Profesor Luis Betolazza se hicieron cargo de la conducción técnica en busca del bicampeonato. En filas tricolores surgieron figuras con gran futuro como el "Puro" Ruben Beninca, José Luis Pintos Saldanha, Carlos Torales, Jorge Villazán y Juan José Guerendiain entre otros. El plantel también contaba con jugadores de experiencia como Juan Ferrari, el "Pato" Carlos Aguilera, Juan Ramón Carrasco y Carlos Berrueta.

Precisamente, esta anécdota tiene que ver con éstos dos últimos. Garisto y Betolazza habían previsto un partido amistoso ante Bella Vista en el Parque José Nasazzi del Prado. La cita era para las 14.30 horas pero cuando todo el plantel se juntó en la cancha de los "papales" faltaban Carrasco y Berrueta. Se les esperó un tiempo "prudencial" pero los dos llegaron media hora más tarde de lo indicado por la dupla técnica.

Apenas abrieron la puerta del vestuario, Garisto les preguntó qué había pasado. Los jugadores —figuras destacadas de aquel equipo tricolor— respondieron casi simultáneamente: "no encontrábamos la cancha... nos perdimos". ¡Cómo cambian los tiempos Juan!

¡Justo esa se llevó Wilmar!

La goleada de Dinamarca frente a Uruguay en el Mundial de México ’86 quedará marcada a fuego en la peor historia de la celeste. Esa tarde, en el estadio de Neza, los dirigidos por Omar Bienvendio Borrás sucumbieron ante el fútbol espectáculo de los daneses por 6 a 1. Fue un golpe durísimo para todos porque el 2 a 1 en contra del primer tiempo alentó una reacción que después no se concretó. Uruguay salió a jugarse la ropa en el complemento y fue un suidicio. Cada contragolpe danés era un gol o un casi gol. Después del pitazo final, y pese a la goleada, los jugadores accedieron a cambiar camisetas con sus rivales. Wilmar Cabrera, uno de los que más sintió aquella derrota, tomó la casaca del danés que se acercó a pedir la casaca uruguaya y se fue con ella en la mano hasta el vestuario. Apesumbrado, la dejó sobre el banco donde empezó a cambiarse. Cuando llegó de la ducha y la abrió se encontró con una sorpresa: ¡era la número 6! El hombre de Los Cerrillos no lo podía creer...

Un milagro de René

René Higuita fue —y es— uno de los íconos que marcó el puesto de arquero en la década de los 80 y los 90. El colombiano, con su particular estilo, impuso una nueva modalidad: la de salir jugando con los pies, la de ejecutar penales y tiros libres. Hace poco cumplió 37 años y en pleno festejo confesó a sus amigos pretende seguir jugando "hasta los 50". En el diaio Olé de Argentina contó que en el actual torneo metío un gol de arco a arco en Bajo Cauca, equipo de Segunda en Colombia. "Había lluvia, viento a favor, hubo error de los zagueros picó y se fue por encima del arquero. Son de esos milagros que existen y que hacemos tipos como Maradona o yo". ¿Y Manga, René?

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad