La remake de un clásico de Disney, un drama de la vida real y dos de acción

16/04/2016, 05:00

Compartir esta noticia

Una nueva versión de El Libro de la Selva con un solo actor de carne y hueso y todo lo demás producto de la animación; la lucha de una policía lesbiana por los derechos de su pareja contada con dos grandes actrices en De ahora y para siempre, y dos historias con muchas persecuciones y tiros: Londres bajo fuego, con Gerard Butler, y Bus 657, con Jeffrey Dean Morgan.

El Libro de la Selva

Muchos recordarán la versión animada de Disney (1967), de la que este film no es copia fiel; hay sorpresas. Quizás la mayor de todas es la nueva forma de animación, propia de los avances de este siglo, que ha permitido que, salvo el niño –Mowgli-, todo lo demás (animales, escenarios) sea producto de efectos especiales tan reales que asustan. El 3D está aprovechado a pleno. La historia es la conocida: la pantera que protege al niño criado por lobos considera que es tiempo que vaya a vivir con los humanos porque un tigre le tiene jurada venganza. Disparador que se presta para una aventura que se disfruta al máximo y hace al film recomendable para todas las edades. La versión en inglés viene con voces de actores famosos.

De ahora y para siempre

Es la historia real de la detective Laurel Hester quien, al enterarse de que padecía cáncer de pulmón, peleó ante las autoridades del condado para que su pensión pasara a su pareja. Recién en 2015, EE.UU. terminó de aprobar el matrimonio igualitario, lo que explica que la batalla de Laurel no fue sencilla. Incluso durante años escondió su condición de lesbiana para que su carrera policial no se viera afectada. Película correcta que ilustra muy bien el caso sin salirse de lo convencional. Lo que la destaca son las actuaciones de Julianne Moore y Ellen Page, dos grandes actrices que saben trasladar al público el padecimiento de sus personajes. Acompañan muy bien Steve Carell y Michael Shannon en un film que consigue emocionar.

Historia de la detective Laurel Hester, que peleó contra el cáncer y por sus derechos.

Londres bajo fuego

Los personajes principales son los mismos que en Ataque a la Casa Blanca: el presidente de los Estados Unidos, Benjamin Asher, y su jefe de seguridad, Mike Banning. El funeral del Primer Ministro Británico, muerto de un infarto, reúne en Londres a los principales gobernantes del mundo, escenario propicio para que terroristas islámicos hagan de las suyas. Claro que no cuentan con el invencible Banning, quien no solo es un patriota ejemplar sino que además está por ser padre. Razones suficientes para que arriesgue su vida una vez más, en una película que no da respiro y que prácticamente es solo eso: una sucesión de persecuciones, intercambio de disparos y explosiones que los amantes del género sin duda disfrutarán. Para ver sin exigencias.

Aaron Eckhart y Gerard Butler son el Presidente de EE.UU y su guardaespaldas.

Bus 657

Un groupier de un casino necesita reunir dinero en pocas horas para pagar el tratamiento de su hija enferma. Le pide prestado a su jefe, un mafioso para quien en el pasado hizo trabajos sucios. Como se lo niega, recoge la propuesta que le hizo horas antes un nuevo guardia del casino: robar el lugar teniendo en cuenta que al usarse como lavado de dinero, la policía no intervendrá. La cosa derivará en un escape frenético en el bus del título. El apelar a actores conocidos no salva que este film se vea como una suma de lugares comunes y de películas ya vistas (Máxima velocidad, por el escape, John Q, al defender al protagonista como "ladrón con justificativo"). Si se va a los detalles, hace bastante agua. Si no se hace un análisis profundo, pasa y se salva por alguna vuelta de tuerca (una es adivinable).