Hugo y Mariano Jinkis, los máximos directivos de la empresa Full Play, se pusieron ayer a disposición de la Justicia al presentarse en los Tribunales de Buenos Aires junto con sus abogados. Tras comparecer Alejandro Burzaco, máximo directivo de la empresa Torneos, en la ciudad italiana de Bolzano, padre e hijo Jinkis eran los únicos que permanecían prófugos.
Los directivos de la empresa Full Play integraban la nómina de 14 implicados en las investigaciones de la Justicia de Estados Unidos, por delitos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico en acciones vinculadas con la Conmebol y la FIFA.
Tras dos peticiones revocadas para lograr la exención de prisión y tras quince días con captura internacional por parte de Interpol, los dos empresarios se presentaron ante el juzgado del doctor Claudio Bonadío, ubicado en el cuarto piso de los edificios judiciales de la calle Comodoro Py, en la ciudad de Buenos Aires.
Hugo Jinkis, de 70 años, se presentó ante la Justicia con una solicitud de prisión domiciliaria al argumentar su avanzada edad y problemas de salud para evitar la reclusión en un establecimiento carcelario.
Los directivos de la firma Full Play se presentaron ayer de mañana ante las autoridades y quedaron a disposición del juez, dijo Jorge Anzorreguy, abogado de Hugo Jinkis.
Padre e hijo, con pedidos de captura internacional con alertas rojas emitidos por Interpol, se encuentran entre los 14 acusados por el pago de sobornos para obtener derechos de transmisión de torneos de fútbol.
"Se han presentado y están a derecho", dijo Jorge Anzorreguy, abogado de los empresarios, en declaraciones a la prensa en la puerta del tribunal. "El trámite del juicio es en Estados Unidos", agregó.
El juez interviniente deberá ahora decidir acerca del pedido de extradición solicitado por la justicia estadounidense, explicó el abogado.
Ahora la Justicia argentina tiene que definir sus procedimientos para responder ante las peticiones de extradición por parte de Estados Unidos.
Nueve días atrás, Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos y socio de los Jinkis en la empresa Datisa, se entregó a la Policía italiana en Borzano, una ciudad del norte del país europeo, y permanece allí, bajo prisión domiciliaria.
Al igual que los Jinkis, Burzaco está acusado por la Justicia norteamericana de integrar supuestas confabulaciones para cometer los delitos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico.
Los empresarios argentinos integraban la nómina de 14 dirigentes de la FIFA que había elaborado el FBI y la Policía de Suiza en la operación coordinada en Zúrich mientras se desarrollaba el congreso ordinario de la organización del fútbol mundial que tenía el cometido de elegir su presidente.
Tenían captura internacional y estuvieron 22 días prófugos