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Amodio en la cárcel: fue "psicólogo" de algunos y hasta rezó con un pastor

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"El MLN me quería liquidar, y yo luché", afirmó. Foto: D.Borrelli.
Hector Amodio Perez, ex tupamaro guerrillero, desertor, Hotel Sheraton, foto Darwin Borrelli, nd 20150807
Archivo El Pais

El extupamaro cumple ahora prisión domiciliaria luego de haber pasado 22 días preso en la ex Cárcel Central. Contó que con varios de los otros reclusos actuó como "psicólogo" y que a pesar de ser ateo llegó a rezar junto a uno de ellos, que es pastor evangelista.

El extupamaro Héctor Amodio Pérez se encontraba desde el 14 de septiembre en la ex Cárcel Central luego de haber sido procesado por la jueza penal Julia Staricco por varios delitos de privación de libertad en el marco de una causa que data de 2011 y se inició por la denuncia de 28 mujeres que aseguran haber sido víctimas de abuso durante la dictadura.

Pero luego de varias idas y vueltas y de estar 22 días preso allí, accedió a la prisión domiciliaria, la que cumplirá en la casa de su hermana.

Tras salir de la cárcel, Amodio contó en un e-mail dirigido a El Observador, que "al principio" no sabía cómo moverse con los otros reclusos, "hasta que terminé integrándome sin problemas".

"Podía ser el abuelo de la mayoría de ellos", dijo, y agregó: "He ayudado a muchos, con comida, y he reclamado cosas que eran para todos, como el calefón que se rompió y no lo arreglaban, hasta que lo pedí y lo cambiaron a las pocas horas".

Amodio dijo que fue algo así "como psicólogo de algunos" y que había entre ellos un pastor evangelista, "que en su intento por ayudarme rezó por mí, y yo, un ateo recalcitrante, terminé rezando con él".

Contó también que el director de Cárceles, Luis Mendoza, lo ayudó para que pudieran mejorar las condiciones en que estaba recluido: "Me pusieron luz y podía leer y escribir", dijo. Y añadió: "Ya tengo empezado otro libro, como en 1972, pero este no lo van a poder falsificar, porque no voy a necesitar a (Federico) Fasano. Después también tiraron una pared y me ampliaron la celda y me pusieron una mesa. Gracias a Mendoza".

También sostuvo que cuando llegó a la cárcel no tenía nada, había ido con lo puesto y comió gracias a que una de las policías le dio su parte: "Le estaré agradecido siempre".

Respecto al trato de la policía dijo: "Conmigo fue excepcional, salvo con un turno nocturno, que ni siquiera me saludaban, mientras charlaban amigablemente con el resto de los presos".

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"El MLN me quería liquidar, y yo luché", afirmó. Foto: D.Borrelli.

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