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Incómodas manchas del verano

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El calor característico del verano, sumado a la humedad que reina durante algunas jornadas, crea un microambiente especial para el desarrollo de ciertas manchas en el cuerpo conocidas como "pitiriasis versicolor".

Hay personas que tienen una predisposición especial a padecerlas, debido a la grasitud de su piel y a la composición química de la transpiración. Malassezia furfur es el nombre del hongo causante de esta patología, que es un habitante normal del cuero cabelludo en donde también produce la caspa.

Si bien afecta a todas las edades, se ve con bastante frecuencia en los jóvenes y niños. Las lesiones se caracterizan por ser planas, de forma irregular, generalmente de color más claro que el de la piel, aunque a veces también pueden ser más oscuras, y tienen en su superficie una fina descamación blanquecina. Afecta los hombros, el pecho, la espalda y los sectores más cercanos al tronco de los miembros tanto superiores como inferiores. Puede acompañarse de una picazón, que en ocasiones llega a ser molesta.

Si bien es una enfermedad benigna, no cura en forma espontánea, y puede presentarse rebelde al tratamiento, siendo común que vuelva a aparecer poco tiempo después de haber sido tratada con éxito. Esto se debe a que el agente causante es difícil de erradicar en forma completa de la superficie cutánea en donde vive.

Luego de llegar al diagnóstico de pitiriasis versicolor, el médico especialista tiene diferentes opciones terapéuticas. Generalmente se recomienda el uso de champúes en base a ketoconazol al 2%, que son muy eficaces para atacar el reservorio del hongo, recomendándose dejar correr la espuma por las zonas del cuerpo afectadas.

Luego del baño, existen ciertas lociones antimicóticas específicas para aplicar, tanto para el tratamiento de la afección en las etapas iniciales como cuando se encuentra extendida. Incluso se pueden usar con éxito en forma preventiva.

Siempre que no exista ninguna contraindicación, se suelen indicar antimicóticos sistémicos administrado por vía oral, como el fluconazol, que logra matar el hongo con gran rapidez y utilizando dosis bajas.

Es importante dejar en claro que a pesar de que el tratamiento haya sido efectivo, las manchas pueden persistir. La forma de saber si el hongo ha sido eliminado efectivamente es raspando suavemente las lesiones; si al hacerlo no aparece la descamación, allí no se encuentra más el agente casual y la pitiriasis se ha solucionado. De todas formas, vale aclarar que la recuperación de la coloración normal de la piel afectada puede llevar varias semanas e incluso meses.

En consulta I Dr. Pablo Pera Pirotto

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