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Buen negocio para un país de autos viejos

Uruguayos gastan unos US$ 230 millones en repuestos al año para mantener un parque automotor de 630.000 vehículos, que promedian los 15 años circulando.

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Un paragolpe o un faro roto por una marcha atrás mal calculada, la batería cumplió su ciclo, el famoso burro ya no quiere arrancar, la homocinética se partió, los bujes tienen juego, las pastillas están gastadas, el caño de escape se cayó, las juntas están sopladas y las bujías empastadas. Entre un largo etcétera muchas veces incomprensible, los mencionados desperfectos obligan a los automovilistas uruguayos a comprar repuestos para seguir en marcha dando vida a un negocio que factura al año unos US$ 230 millones.

Es que abastecer al envejecido parque automotor uruguayo, cuyos vehículos superan los 15 años en promedio, demanda miles de repuestos que permiten mantener circulando en calles y carreteras a los aproximadamente 630.000 automóviles y utilitarios que hay en el país.

Según cifras de la consultora Autodata procesadas por El Empresario, unos 519.000 vehículos tienen más de seis años de uso, antigüedad a partir de la cual en promedio los autos comienzan a demandar más repuestos como consecuencia del desgaste acumulado por los kilómetros recorridos. Anualmente, un vehículo particular con esos años obliga a su dueño a gastar unos $ 8.500 en el cambio de repuestos, según expertos del sector consultados por El Empresario.

La importación de repuestos del sector alcanzó los US$ 114 millones en 2009, según datos de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, al tiempo que en el primer trimestre de este año las compras en el exterior superaron los US$ 23 millones.

Más allá de lo atractivo que puede resultar para muchos dedicarse a la venta de repuestos, los otros grandes interesados en el tema son los importadores de autos, ya que sus ventas dependen en gran parte de la disponibilidad en plaza y el precio de las piezas, dos de los aspectos más tenidos en cuenta por los uruguayos a la hora de inclinarse por una u otra marca al comprar un vehículo.

Atentas a las mencionadas expectativas de los clientes, las propias firmas representantes de marcas traen repuestos y los venden a través de su red de concesionarios oficiales y casas autorizadas, donde se accede a las piezas originales. De todos modos, la mayor porción del mercado se lo llevan las réplicas de los repuestos; éstos constituyen un 80% del mercado y se venden al público a precios más accesibles, según coincidieron varias de las fuentes consultadas.

Clientes diversos

En Uruguay hay más de 500 modelos de autos circulando, una cifra superior a los enormes mercados vecinos de Brasil y Argentina. Los empresarios dedicados a la venta de repuestos afirman que ese hecho genera dificultades al sector dado que no les resulta rentable abastecer a algunos modelos que llegan en pequeñas cantidades al país.

Incluso en ocasiones ni llegan a cubrir los volúmenes mínimos de importación que les exigen los fabricantes en los países productores desde donde traen los productos. En varios de esos casos, algunas empresas optan directamente por no vender repuestos para esos modelos y dejan esa actividad para el importador del vehículo que en definitiva es quien debe hacerse responsable por la disponibilidad de repuestos para sus clientes.

Tal como sucedió en los años de la década de 1980 con la llegada de autos japoneses al país, que generó inconvenientes en los importadores de repuestos hasta que éstos lograron hacerse de una red de proveedores en el país nipón, ocurre hoy con los vehículos que llegan desde China, según informaron empresas repuesteras locales.

Consultado al respecto, Aldo Marachlian, director de Grupo Aler -el primero en importar autos desde China- aseguró que cuentan con el respaldo necesario a nivel de repuestos, aunque explicó que muchas veces enfrentan dificultades debido a que desde que se manda la solicitud hasta que la pieza requerida llega a Uruguay desde el país asiático pasan como mínimo unos 90 días.

"Nosotros tenemos stock de repuestos y lo ideal es tener todo acá, aunque siempre hay alguna cosa que se nos va de las manos porque tenemos muchos modelos", dijo el responsable del grupo que comercializa las marcas Effa, Lifan, JMC y SMA. A su vez, reconoció que han tenido algunas dificultades aunque para superarlas asumieron los costos de traer los repuestos desde China en avión sin trasladarle el precio a sus clientes por considerar que se trataba de una falla de la empresa.

Los que todos quieren vender

La mayor disputa y competencia entre las casas de repuestos recae sobre las piezas de los modelos de mayor venta del mercado. El podio en este sentido tiene cómodo en el primer lugar a Chevrolet, marca que totalizó 23,3% de las ventas del año pasado; detrás aparece Volkswagen con 11,9% y en el tercer lugar la italiana Fiat con 11,4%. Esas tres marcas están consolidadas en ventas como las preferidas por los uruguayos desde hace varios años y, como consecuencia, son un atractivo nicho para los repuesteros, ya que son las que demandan mayor cantidad de piezas al año.

Detrás de ese trío aparece Peugeot (6,5% de las ventas en 2009), Ford (4,6%), Nissan (4,2%), Toyota (3,8%), y Renault (3,31%) como otras de las mas elegidas entre los 25.977 autos cero kilómetro vendidos en 2009, según Autodata. Sólo estas ocho marcas -entre las 52 que se vendieron el año pasado- representaron 63% del mercado. Y las ventas actuales abren los ojos a los repuesteros sobre sus negocios futuros, visto que calculan que esos modelos necesitarán piezas de recambio en algún momento.

Son más de 80 las empresas que se dedican a la importación y venta de repuestos en el mercado local, totalizando un sector que da empleo a unas 1.500 personas, de acuerdo a los datos de la Asociación de Repuesteros Automotores del Uruguay.

Crisis y carga impositiva

La crisis económica en 2002 agravó el estado del parque automotor uruguayo debido a que provocó que éste, que ya era viejo comparado con otros países de la región, incrementara aún más su promedio de años, dijo a El Empresario Jorge West, presidente de la Asociación de Concesionarios de Marcas Automotores. Eso se debió a que en esos años la venta de autos nuevos cayó severamente; por ejemplo, en 2003 sólo se vendieron 4.367 unidades mientras que dos años antes se habían vendido 14.288.

Ese parque envejecido también tiene su explicación en el alto costo de los autos en Uruguay, cuya carga impositiva asciende al 49% o al 39% del vehículo dependiendo si viene o no del Mercosur.

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