1/2:  20121012 800x552 ()

2/2:  20121012 316x185 ()

Nelson Valimbri tiene 50 años y vive en el interior. Él y su esposa descubrieron todo un mundo de medios y entretenimiento de la mano de su hija, Victoria, que tiene 14 años. Ahora ven películas y leen revistas mediante "apps".

Las apps, o aplicaciones, no son otra cosa que esos íconos que dominan a modo de recuadros de colores las pantallas de celulares, tabletas y ahora también smart TV (televisores con conexión a Internet) y que abren una ventana distinta a la información y el entretenimiento.

Se trata de pequeños programas informáticos que pueden descargarse e instalarse en teléfonos inteligentes y que permiten a los usuarios ejecutar algunas tareas desde el teléfono. La mayoría de ellas están agrupadas en tiendas virtuales -páginas de Internet con contenidos a la venta-, algunas apps son pagas y otras gratuitas.

Sólo en dispositivos móviles, teléfonos y tabletas, este año se descargarán de tiendas virtuales como AppStore y Google Play 45.617 millones de apps en todo el mundo, el 89% de las cuales serán gratuitas y el resto tendrá mayormente un costo de entre 0,99 y 3 dólares, según la consultora Gartner.

"Por ahora las más demandadas son las que permiten usar redes sociales, después los juegos y más atrás el resto. Alrededor de la mitad de los usuarios de smartphones descarga aplicaciones", afirmó el consultor Enrique Carrier, especialista en movilidad.

Las apps suelen ser descargadas en formatos listos para usar y pueden emplearse para muchas cosas como cargar fotos, crear calendarios, preparar listas o incluso consultar el pronóstico del tiempo. En sí uno de sus atractivos es que proveen acceso instantáneo a un contenido sin tener que buscarlo en Internet.

Aunque no es un fenómeno masivo aún en la región, la tendencia se afianza y empieza a imponerse sobre las barreras generacionales. "Para nosotros, todo esto fue un punto de encuentro para sentarnos con Victoria y que ella nos explicara cómo funciona", explicó Nelson, que de repente incorporó el hábito de leer el diario o alguna revista en su iPad o ver películas en Netflix (plataforma digital que ofrece films y series a cambio de una suscripción mensual).

Las apps en general sólo funcionan cuando el dispositivo está online pero permiten a los usuarios liberarse de horarios y dispositivos. Y no sólo eso, las personas pueden moverse "con" esos contenidos y trasladarlos de un dispositivo a otro de manera tal que una película pueda empezar a verse en un teléfono en el transporte público y llegue a los títulos del final cuando usted se siente en el living de su casa, frente a una pantalla de LED. No es ciencia ficción, es posible y soportes no faltan.

Sólo para dispositivos móviles hay una oferta global de 980.000 aplicaciones. En los televisores inteligentes el panorama es todavía confuso porque cada fabricante tiene su propia plataforma de descarga. Pero ya hay iniciativas para estandarizar la oferta y que no dependa de la marca.

Sony tiene más de 60 apps gratuitas en sus TV inteligentes, de las cuales las más usadas en los últimos meses fueron YouTube y Latin Crackle (películas a demanda). "Es el programa que quieras, con el dispositivo que quieras, en el momento que quieras. Las apps cristalizan un cambio profundo en la forma de consumo de contenidos", sostuvo Iván Adaime, vicepresidente digital de Impremedia.

"Las apps en Facebook, smart TV, navegadores, móviles y tabletas no hacen más que unificar nuestro entorno como consumidores, reproduciendo la experiencia del usuario en diversos ámbitos", afirmó Fer Isella, músico y productor, especializado en el mundo digital.

La música también encontró nuevas formas de ingresos en este universo. Ya hay discos basados en la experiencia app, en los que el usuario interactúa, juega y construye a partir del material del artista y, como si fuera poco, comienzan a aparecer trabajos en los que la música cambia según el lugar en que usted se encuentre.

De las apps descargadas durante este año a nivel mundial fueron gratuitas.

Dólares es el costo mínimo promediode una aplicación; el máximo es de 3 dólares.