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PAULA BARQUET

El MSP cuenta nueve muertos por gripe A y más de 2.000 casos de infecciones respiratorias agudas. Oficialmente continúan sosteniendo que es normal para la época, pero otras voces alertan sobre muertes ocultadas, subdiagnóstico e imprevisión.

El virus H1N1 o influenza tipo A, que en 2009 causó pandemia y en 2010 pareció desaparecer, lleva al menos nueve muertes en lo que va del año y varias decenas de casos. Las infecciones respiratorias agudas ascienden a 2.248 y, si bien el H1N1 no es el único culpable, se lleva gran parte de la responsabilidad.

No es que este año el virus esté más agresivo, explican los expertos. Si en 2010 las muertes fueron prácticamente nulas fue porque circuló menos, y esto se explica por dos cosas: un aumento de la inmunidad en aquellos que habían tenido la gripe en 2009, y un porcentaje más alto de gente vacunada.

Este invierno se están viendo las consecuencias de la relativización en torno a la importancia de la vacuna. Apenas 25% de las personas de grupos de riesgo se vacunaron. Y de acuerdo con fuentes consultadas por El País, hubo médicos que desaconsejaron la vacunación.

Además, sostienen que hubo "imprevisión", porque cuando el virus empezó a circular, en la primera semana de julio, no se recordaron las medidas de higiene y los pasos a seguir en caso de gripe. Según las fuentes, el MSP sabía lo que se venía pero prefirió "evitar la alarma".

El ministro de Salud, Jorge Venegas, comunicó las cifras oficiales ayer, durante el Gabinete Social. Allí Venegas dijo que ya no eran cinco muertes por gripe A, sino nueve. Dijo que "si bien la epidemia de influenza tiene un incremento paulatino, permanece en los niveles esperados".

Sin embargo, fuentes médicas aseguraron a El País que hay un subdiagnóstico del virus. Extraoficialmente se sabe de fallecimientos que no han sido contemplados en las cifras oficiales, y que los casos son "muchos más". Las fuentes explicaron que el test de diagnóstico no se realiza cuando un paciente consulta con un cuadro de cinco días, o más, porque "la positividad disminuye". Dijeron, también, que se han perdido muestras después de una huelga en el laboratorio central.

RIESGO. Desde el 1° de enero se registraron 2.248 casos de infecciones respiratorias agudas. La mayor parte de los casos se concentran en los menores de un año (680 casos) y mayores de 65 años (463). Otros 252 casos se dieron en niños de entre dos y cinco años, y 121 fueron en niños de cinco a nueve años.

Diferenciados por sexo, los casos de infecciones respiratorias agudas muestran mayor homogeneidad, con 1.201 hombres y 1.047 mujeres.

El infectólogo Homero Bagnulo explicó a El País que además del H1N1, otros virus están circulando y causan infecciones. Mencionó el virus sincicial, habitual en niños, así como la parainfluenza y el adenovirus, entre otros. Según Bagnulo, la gravedad del H1N1 radica en que "ataca a más gente joven, al doble de embarazadas y también ataca a obesos, que no sabíamos que eran población de riesgo hasta la aparición de este virus". Eso condice con la información brindada ayer por Venegas, que destacó que cinco de los fallecidos eran obesos mórbidos. Además de ellos, el virus presenta mayor riesgo en inmunodeprimidos, diabéticos, adultos mayores, embarazadas, trabajadores de la salud y quienes trabajan a la intemperie.

Por otra parte, Bagnulo señaló que en comparación con otros virus, el H1N1 "tiene gran afinidad con el aparato respiratorio". En ese sentido explicó que la neumonitis es la causa más habitual de muerte por gripe A, sobre todo en pacientes que no tienen otra enfermedad. "Lo más grave es si te agarrás cualquier virus respiratorio y neumococo. La coinfección genera una neumonia más grave", indicó el infectólogo.

El virus también puede causar encefalitis (compromiso del sistema nervioso central, frecuente en niños) o compromiso miocárdico, así como presentar un cuadro banal.

"El niño es el gran diseminador de este virus, porque tose más, escupe más, moquea más y lo alzan en brazos. Contagia más y tiene más carga viral", dijo Bagnulo, que insistió en que para proteger a la población, sobre todo a los ancianos, hay que "vacunar a los nietos".

Venegas destacó que el ministerio realiza un "monitoreo constante" mediante tres metodologías: vigilancia activa sobre las infecciones agudas graves, las emergencias móviles y la vigilancia centinela sobre los casos de influenza. Este monitoreo también integra la visión de lo que sucede en la región.

Las emergencias móviles llevan estadísticas de las causas por las que consultan sus usuarios. Este invierno, según informó a El País el gerente de Unidad Coronaria Móvil, Jorge Díaz, hay entre 38 y 42% más de infecciones respiratorias agudas que en 2010. Eso incluye tanto a las infecciones altas como las bajas (congestiones), y también a la gripe.

Los encargados de las emergencias han coincidido en apuntar un patrón que se repite en la mayoría de las llamadas: los afectados por las infecciones respiratorias están ubicados en los extremos de edad: niños y adultos mayores. Ellos son quienes más padecen las consecuencias del frío, y el Ministerio de Salud Pública (MSP) ha advertido que estos grupos de población son "especialmente vulnerables".

En caso de presentar síntomas de gripe se recomienda no salir del hogar, quedarse en cama y consultar al médico.

El infectólogo Homero Bagnulo dijo a El País que durante la pandemia de 2009 se demostró que el medicamento Tamiflú, bien utilizado y administrado "enseguida" de realizado el diagnóstico de la presencia del virus H1N1, alcanza "alta efectividad".

Se recomienda extremar el lavado de manos y ventilar espacios cerrados.